Cuando Avery Astle, 16 años, murió después en un accidente automovilístico su familia quería donar sus órganos y tejidos. Pero los Astles dicen que nadie del equipo especializado en donaciones de la provincia canadiense de Nuevo Brunswick, estaba disponible para recuperar los órganos del adolescente.
«Esos hermosos ojos, ¿tal vez alguien más podrá ver el mundo a través de esos ojos?», dijo Michelle Astle, madre de Avery. «Nos daría algún tipo de paz saber que alguna parte de él siguió adelante.»
El accidente de Avery, que también se cobró la vida de otros tres adolescentes canadienses, Logan Matchett, Emma Connick, Cassie Lloyd, revela las deficiencias del sistema de donación de órganos, dice un experto, que cree que Canadá está privándose de miles de donaciones cada año.
Cada año, cerca de 4000 canadienses fallecidos podrían convertirse en donantes de órganos, pero sólo 800 terminan siéndolo, según David Hartell, Director Ejecutivo del Programa Nacional de Investigación de Trasplantes de Canadá.

Los nombres de los cuatro adolescentes están escritos en una cruz en un monumento en la calle Nelson en Miramichi, N.B., donde el accidente los mató. (Foto: ©Ed Hunter/CBC)
Según él, el caso del joven Avery Astle pone de relieve la triste realidad de la donación de órganos en Canadá.
Nadya Savoie, directora ejecutiva del Programa de Donación de Órganos y Tejidos de Nuevo Brunswick, explicó esta situación por la alta rotación del equipo, que afectó a los servicios el día que el joven Avery y sus tres amigos murieron.
Hartell, del Programa Nacional de Investigación de Trasplantes de Canadádice, que lo que le pasó a esta familia es demasiado común.
Sólo un número relativamente pequeño de circunstancias médicas cumplen con los criterios de donación, lo que subraya la importancia de recibir cada una de ellas, dijo.
El Sr. Hartell sugiere que los hospitales controlen el número de donantes potenciales que han muerto en sus unidades de cuidados intensivos. Y deben rendir cuentas si no consultan a las familias sobre posibles donaciones, agregó.
Según la Asociación Canadiense de Trasplantes, un donante puede ayudar a más de 75 personas y salvar hasta ocho vidas, aunque no está claro si todos los órganos de Avery habrían sido viables.
Por su parte, Kristen Wheaton Clayton, receptora de un trasplante de hígado y directora de la Asociación Canadiense de Trasplantes de Nueva Brunswick, no pudo comentar los detalles específicos del caso de Avery Astle. Pero dijo que alguien debería estar de guardia todo el tiempo y acudir para recibir los órganos.
Wheaton Clayton también dijo a CBC que el programa de donación de órganos de la provincia y el equipo de enfermeras que trabajan en él tienen un presupuesto pequeño porque el gobierno no considera que el programa sea importante.

Michelle y Tyson Astle no quieren que les pase lo mismo a otras familias. (Foto: ©Ed Hunter/CBC)
Una página Facebook para sensibilizar sobre la donación de órganos
Es doloroso para ellos hablar de lo que le pasó a su hijo, pero no quieren que otra familia sea rechazada por la donación de órganos.
Planean crear un grupo en Facebook llamado Let’s Act for Avery para motivar a otras familias a compartir sus historias con el fin de cambiar la condición de la donación de órganos y tejidos en memoria de Avery.
«En realidad se trata de hacer lo correcto,así de simple», dijo Michelle Astle. «Si esto ayuda a cambiar el sistema o ayuda a una familia, entonces estamos felices por eso.»
RCI/The Canadian Press/Canadian Broadcasting Corporation
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