Un funcionario del Instituto Nacional de Migración (INM) verifica un documento de una mujer que está siendo registrada para una visa humanitaria junto con otros migrantes de Centroamérica y Cuba, para cruzar el país de camino a los Estados Unidos, en Acacoyagua, en el estado de Chiapas, México, el 27 de marzo de 2019. (Foto: ©REUTERS/Jose Torres)

México y Canadá con desafíos comunes frente a las olas de inmigración

En los últimos años Canadá ha visto aumentar drásticamente el número de solicitantes de asilo llegando regular o irregularmente a sus fronteras. El 7 de mayo pasado el Auditor General del país dijo que los recursos del gobierno canadiense no se están dando abasto para atender a todos aquellos que estpan llegando al país. 

Aún así, hoy, los ojos están puestos en lo que sucede en las fronteras Norte y Sur de México.

La del Sur interesa particularmente pues es ahí que convergen las diversas caravanas de migrantes centroamericanos.

Le preguntamos a Stacey Wilson-Forsberg, profesora e investigadora de la Universidad Wilfrid Laurier de Ontario, cómo ve la situación que vive México hoy con la llegada de esas caravanas a su frontera Sur.

Ella cree que la situación es muy grave. Según las cifras que ella tiene, México ha deportado a 45 000 personas y no tiene la capacidad de manejar esas entradas masivas de inmigrantes a su país. 

Canadá tiene la reputación de ser un país receptor de refugiados. Fue el caso en 2017 cuando recibió hasta 30 000 sirios que huían de la guerra en su país. ¿La experiencia canadiense puede servir de ejemplo para México que está recibiendo las caravanas de migrantes centroamericanos?
 
La profesora Wilson-Forsberg cree que ambos países tienen una rica historia de hospitalidad para con los refugiados y que las experiencias pueden ser compartidas mutuamente. Pero también constata que los desafíos son enormes.

LA ENTREVISTADA  –  STACEY WILSON FORSBERG

La inmigración y el multiculturalismo son los principales intereses de Stacey Wilson-Forsberg. A esta profesora asociada en el programa de Derechos Humanos y Diversidad Humana en la Universidad Wilfrid Laurier le fascinan especialmente las experiencias de los jóvenes inmigrantes cuando se integran en las escuelas y comunidades y tratan de entablar amistades entre grupos étnicos. También le interesan las experiencias de los migrantes con estatus migratorio precario, incluyendo a los trabajadores migrantes indocumentados y solicitantes de asilo.

Las personas no deportadas en Canadá, México y los Estados Unidos, es otro interés de investigación para la doctora Wilson-Forsberg, especialmente cuando se trata de migrantes jóvenes.

Antes de completar su doctorado en la Universidad de New Brunswick en 2010 y de incorporarSe al cuerpo docente de la Universidad Wilfrid Laurier, trabajó durante varios años en los sectores gubernamental y no gubernamental de Canadá, Estados Unidos y México en áreas que incluyen:

  • la política exterior de Canadá hacia América Latina y el Caribe,
  • la integración de América del Norte,
  • la inclusión de actores no gubernamentales en organizaciones y cumbres internacionales,
  • la política social
  • la erradicación de la pobreza
  • el reconocimiento de títulos extranjeros.

Stacey Wilson-Forsberg dice haber pasado (y seguir pasando) algunos de los mejores momentos de su vida trabajando, estudiando y viajando en México.


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