En Quebec, todas las mujeres tienen el derecho de interrumpir su embarazo. Es lo que aquí se conoce como Interrupción Voluntaria de Embarazo (Interruption Volontaire de Grossesse, IVG).
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Pero hay que recordar que no siempre ha sido así y que entre 1892 y 1969, el aborto era considerado como un acto criminal. Las mujeres que ponían fin a su embarazo, así como los profesionales de la salud que los practicaban corrían el riesgo de ser condenados a penas de cárcel que podía ir hasta la cadena perpetua para los profesionales de la salud.
Entre 1969 y 1988 el aborto era permitido, pero estrictamente bajo ciertas condiciones. En 1969, se insertó una excepción en el Código criminal de la provincia, que permitía el aborto solo si la mujer encinta obtenía el acuerdo de un comité sobre el aborto terapéutico. Dicho comité, compuesto por médicos, autorizaba el aborto si la vida de la mujer encinta estaba en peligro.
En 1988, la Corte Suprema de Canadá, en la decisión Morgentaler declara que el artículo del Código criminal que criminaliza el aborto es inconstitucional. El más alto tribunal del país concluyó que ese artículo atentaba contra la integridad física y emocional de las mujeres. Amenazándolas de ser acusadas de un crimen si se hacían abortar, el código criminal violaba su derecho a la seguridad.
Dr. Henry Morgentaler haciendo el signo de victoria cuando la Corte Suprema de Canadá
declaró que el artículo del Código criminal que criminaliza el aborto era inconstitucional.
(Foto: THE CANADIAN PRESS/Fred Chartrand)
Recordemos que la decisión del 28 de enero de 1988 se llamó así en homenaje al Dr. Henry Morgentaler, un médico canadiense conocido por practicar el aborto y por su militancia en el movimiento pro-choix, en favor del aborto.
Ahora bien, aunque el aborto sea legal en todo Estados Unidos, ese derecho se encuentra últimamente amenazado en ese país, donde varios estados han tomado la ofensiva de una forma concertada contra el derecho al aborto. Estados como Georgia, Ohio, Texas, Mississippi, Alabama y Louisiana, entre otros, se han pronunciado en favor del endurecimiento de la ley con respecto a la interrupción voluntaria del embarazo.
La adopción en Estados Unidos de estas leyes restrictivas en materia de aborto ha provocado una movilización en la provincia de Quebec. La médica ginecóloga, Diane Francoeur, Presidenta de la Federación de Médicos Especialistas de Quebec, FMSQ por sus siglas en francés, en entrevista con la Radio francesa de Radio Canadá afirma que esta situación la preocupa y alarma sobre los posibles efectos que pueda tener esta “deriva” en Quebec.
Es sobre todo una inquietud por todas las mujeres de Quebec que corren el riesgo de perder un derecho que adquirimos después de múltiples batallas y los Estados Unidos no están lejos. Vemos los cambios que se producen. El Heartbeat Bill (Ley del latido del corazón) es una verdadera catástrofe. Eso quiere decir que una mujer que tenga un embarazo ectópico, donde haya un corazón fetal, no podremos ayudarla aunque el embarazo no sea viable, porque hay un signo de vida.
Dra. Diane Francoeur, Ginecóloga y presidenta de la Federación de Médicos Especialistas de Quebec. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Jacques Boissinot)
Según la Dra. Diane Francoeur, lo inquietante es que el populismo entra en la política, los medios y en las redes sociales, y en ese momento se pierde absolutamente cualquier control de los derechos que se pensaban adquiridos desde hace mucho tiempo. Ella dice que se preocupa no solo por los médicos, sino por las mujeres quebequenses también.
La ministra de Salud de Quebec, Danielle McCann, constata también que la situación cambia en Estados Unidos y repitió ante los periodistas esta semana que “el derecho al aborto es un derecho adquirido de las mujeres en Quebec».
El gobierno del primer ministro François Legault, tomó la decisión traer nuevamente a la provincia los “abortos tardíos”, es decir a partir de las 24 semanas de embarazo. Hasta el momento, de las 20 a 30 mujeres que necesitan esta práctica cada año, un cierto número de ellas se enviaba a Estados Unidos porque la provincia no tiene suficiente experiencia en esta materia. Escuchemos la Dra. Francoeur a ese respecto.
Eso es muy raro y tiene que seguir así. Hemos tratado siempre, lo más que hemos podido, que las mujeres se queden en Quebec. Pero la discusión que ha habido sobre este tema vuelve precaria la situación de los profesionales de la salud que trabajan en esas clínicas. Es algo extremadamente difícil de hacer porque hay que “hay que dejar el corazón en el guardarropas” y no queremos que todo el mundo comience a intervenir en esta situación porque efectivamente, los profesionales van tener miedo.
Militantes anti-aborto manifiestan frente a una clínica de Missouri, el 4 de junio 2019. (Foto: AP Photo/Jeff Roberson)
La Presidenta de la Federación de Médicos Especialistas de Quebec dice que hubo un debate en las redes sociales sobre este tema que dejan claro que amenaza la seguridad de los profesionales. Ya hubo agresiones contra médicos en otras provincias.
El hecho que las redes sociales se activen tan rápidamente hace que una noticia pequeña se convierta en una gran noticia sin ningún filtro. Y antes que se suprima ese mensaje han tenido el tiempo de lastimar, de ir a buscar lo más perverso que existe en algunas mentes perturbadas y que estaba solo latentes. En ese momento los especialistas no se van arriesgar. Ellos quieren simplemente hacer algo bien. Pero a partir del momento en que son identificados, amenazados y que hay un riesgo para sus seguridad, ya sean los médicos o los otros profesionales que nos acompañan en esas clínicas, se van a retirar.
La Dra. Diane Francoeur, conoce bien a Estados Unidos puesto hizo una de sus especializaciones en un hospital de Kentucky y apenas llegó sintió esta atmósfera anti aborto. Y durante varias semanas, todos los fines de semanas había grandes manifestaciones frente al hospital.
Manifestación en favor del aborto en San Louis, Missouri, EEUU, el 30 de mayo 2019. (Foto: AP Photo/Jeff Roberson)
Era un hospital católico y no solo no se practicaban abortos allí, sino que podían ni siquiera abordar el tema porque el hospital corría el riesgo que le cortaran los subsidios públicos, que tenían enormes dificultades en obtener para poder tratar a las jóvenes que lo frecuentaban.
La presidenta de la Federación de Médicos Especialistas de Quebec cuenta que el mes de abril se encontraba en un congreso en la Universidad Harvard y a su lado estaba un diputado de Georgia que le hablaba muy orgullosamente del Heartbeat Bill o Ley del latido del corazón que ese Estado había aprobado. Entonces le preguntó si iban a dejar morir a todas las mujeres con embarazos ectópicos y él le respondió: “¡No! Dios está ahí”.
Quebec y Canadá no han llegado todavía a ese punto en el debate, pero no está de más recordar que aunque haya corregido al día siguiente su declaración, el ex ministro conservador, Maxime Bernier, jefe del nuevo Partido Popular de Canadá, evocó en una rueda de prensa la posibilidad de debatir una ley que restringiría el derecho de las mujeres al aborto.
Alain Gravel entrevistó a la Dra. Diane Francoeur.
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