Las inundaciones se han vuelto más frecuentes en Canadá. THE CANADIAN PRESS/Stephen MacGillivray.

El cambio climático parece ensañarse con Nuevo Brunswick

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Un nuevo informe científico sostiene que el cambio climático y sus consecuencias están convirtiéndose en la principal amenaza para los habitantes de la provincia canadiense de Nuevo Brunswick y que sus consecuencias ya son visibles.

El documento, que acaba de ser dado a conocer por el Consejo para la Conservación de esa provincia, sostiene que deben tomarse acciones urgentes, tanto a nivel gubernamental, comunitario y de los individuos, para revertir la situación, antes que las consecuencias se tornen irreversibles.

Las tormentas producen destrozos, con sus consecuencias en la economía y en el bienestar de las personas. THE CANADIAN PRESS/Darren Calabrese

Efectos visibles

Uno de los primeros datos que llaman la atención en el reporte, y que surge de cifras oficiales, es que desde los años de la década de 1970 la temperatura en todo el territorio provincial se ha incrementado 1,5 grados, el doble que el promedio mundial y similar al promedio nacional de 1,7 grados.

Una de las consecuencias inmediatas del aumento de la temperatura en la atmósfera es el incremento de las precipitaciones.

Las marcas térmicas más altas favorecen la evaporación, acelerándola y aumentando su cantidad, proceso que puede ser considerado lógico si se toma en cuenta que el 71 por ciento del planeta está constituido por océanos y que los causes de agua se encuentran presentes por todo el territorio canadiense, incluido el este del país.

Las nevadas más intensas son otro de los efectos del cambio climático. THE CANADIAN PRESS/Darren Calabrese

Ese mayor caudal de precipitaciones, tanto bajo la forma de lluvia como de nieve, se encuentra al origen del fenómeno de las inundaciones, que de manera cada vez más frecuente se registran en el país. Nuevo Brunswick no es la excepción, donde las precipitaciones alcanzaron niveles récord en 2018 y lo que va de 2019.

El uso de la tierra y la edificación de viviendas en zonas inundables pueden agravar la situación.

El texto, elaborado por la investigadora Louise Comeau, de la Universidad de Nuevo Brunswick, sostiene que la provincia “no es inmune a los riesgos sanitarios asociados con el cambio climático. El daño producido por los eventos resultantes de las condiciones climáticas extremas (inundaciones y tormentas de hielo) ya está afectando nuestras vidas, dañando nuestra salud física y mental”.

¡Sobre llovido… caluroso!

La temperatura influencia los ciclos naturales.

Las previsiones elaboradas por los científicos sostienen que las temperaturas en toda la provincia podrían aumentar próximamente entre 1,9  y 2,1 grados Celsius, con las mayores variaciones durante el invierno y la primavera.

Pocos hogares en la provincia cuentan con aire acondicionado. Foto: iStock.

Dicho de ese modo, las cifras pueden ser engañosas. Si se toman en cuenta las proyecciones, es más fácil apreciar el dramatismo de la situación.

“En pocas décadas, Fredericton puede esperar tener días de 20 grados de temperatura durante el verano, comparado con el promedio de 8 grados registrado entre 1976 y 2005, lo que equivale a un aumento del 150 por ciento”, sostiene el informe.

Los habitantes locales no están acostumbrados a las altas temperaturas. Una muestra de eso es que sólo el 40 por ciento de los hogares tiene aire acondicionado, comparado con el 80 por ciento en provincias como Ontario o Manitoba.

La salud en peligro

La situación descripta es propicia para provocar incomodidad y malestar en la mayoría de las personas. Los grupos de mayor riesgo lo componen los menores y los mayores de edad, a los que hay que sumar a las personas de bajos ingresos, que no cuentan con los recursos como para comprar equipos de refrigeración o mudarse a lugares mejor protegidos contra el calor.

Pero los más preocupados son los profesionales en salud mental.

Según el reporte, los efectos del cambio climático, como inundaciones o interrupciones prolongadas del servicio eléctrico pueden “dañar el bienestar y causar eco-ansiedad”, considerada esta como un “temor crónico a la fatalidad ambiental”. Dicho temor puede manifestarse a través de efectos tales como ansiedad, depresión, uso de sustancias tóxicas, agresión, violencia y otros.

Por último, el documento advierte sobre el peligro que implican las desigualdades sociales y económicas a la hora de agravar los efectos que puede tener en nuestra salud el cambio climático.

La depresión puede ser uno de los efectos del cambio climático. Foto: iStock.

La incidencia de los bajos ingresos, la edad avanzada, la inseguridad alimenticia, la soledad puede ser exacerbada por el agravamiento del clima.

El desafío se acrecienta si se toma en cuenta que cerca del 20 por ciento de la población de Nuevo Brunswick tiene más de 65 años de edad, 3 por ciento por encima de lo que era la media nacional en 2011.

La influencia del clima en la producción de alimentos, la demanda de servicios de salud, la presencia de enfermedades crónicas, la mayor polución ambiental son también abordados por los investigadores y señalados como ejes centrales a tomar en cuenta en políticas gubernamentales, que deben diseñarse y aplicarse con urgencia, para evitar que el daño siga avanzando.

Funtes: Conservation Council of New Brunswick / The Canadian Press

Categorías: Medioambiente y vida animal, Sociedad
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