La oficina de Relaciones Exteriores del Reino Unido anunció la renuncia del embajador británico en Estados Unidos, tras la divulgación de expresiones poco alabadoras del diplomático hacia la figura del presidente Donald Trump.
La difusión de comunicaciones reservadas, enviadas por el embajador a su gobierno, dio lugar a una serie de intercambios de improperios y frases despectivas más dignas de una riña callejera que de las relaciones entre dos países.
El embajador Kim Darroch dijo en su carta de dimisión que si bien estaba previsto que sus funciones cesaran en 2019, la controversia surgida con el mandatario estadounidense hace conveniente el adelanto de su relevo.
En el escrito, Darroch sostuvo que “en las actuales circunstancias, la opción responsable es nombrar un nuevo embajador”.
La primera ministra saliente, Theresa May, que a su vez fue blanco de las diatribas de Trump, sostuvo que la dimisión del representante “es lamentable”.
En correos enviados tiempo atrás a funcionarios del gobierno británico, Darroch había afirmado que la administración actual en la Casa Blanca es “inepta y disfuncional”, al tiempo que había sugerido que en los contactos con Trump deben utilizarse argumentos simples y en caso de ser necesario también rudos.
En uno de los pasajes más crudos de sus escritos, el diplomático se refirió al gobierno en Washington como “torpe e inepto diplomáticamente”.
La respuesta de Trump no se hizo esperar y dijo en diálogo con los periodistas que el embajador “no ha servido bien al Reino Unido”, al tiempo que tuvo expresiones de menosprecio hacia la habilidad de la mandataria británica para manejar el proceso del Brexit -la salida de su país de la Unión Europea-, sosteniendo que él le había aconsejado sobre la forma correcta de encarar el tema.
El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Jeremy Hunt, anunció el inicio de una investigación para determinar la responsabilidad de la filtración del contenido de los cables reservados, que ha desatado uno de los momentos de mayor tensión entre Gran Bretaña y Estados Unidos en el último siglo.
Hunt aprovechó la ocasión para reafirmar que su gobierno no permitirá que las históricas buenas relaciones entre ambos países sean interrumpidas.
Gran Bretaña se encuentra en proceso de elegir al sucesor de May, como líder del gobernante Partido Conservador y eventual nuevo mandatario.
La figura mejor posicionada para dirigir los destinos del país es el ex ministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson, cuya simpatía por Donald Trump es pública.
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