La Asamblea Nacional francesa aprobó el martes la ratificación del Acuerdo Económico y Comercial Integral AECG (por sus siglas en francés) CETA (por sus siglas en inglés) entre la Unión Europea (UE) y Canadá.
266 miembros votaron a favor y 213 en contra del proyecto de ley que autoriza la ratificación del acuerdo, que ahora se presentará al Senado.
Rechazado por casi todos los opositores de izquierda y derecha, el texto ha despertado reticencias dentro del partido presidencial La República en movimiento, incluidos 52 diputados que se han abstenido y 9 que votaron en contra.
Sin embargo, Emmanuel Macron había puesto su peso en la balanza para hacer adoptar el acuerdo, que reduce drásticamente las barreras arancelarias y no arancelarias entre la UE y Canadá.
«Creo que la ratificación de hoy va en la dirección correcta pero dándonos los medios a largo plazo para asegurarnos de que el acuerdo está bien implementado», dijo durante una rueda de prensa en el Elíseo.
Negociado por más de siete años y concluido en octubre de 2016, el CETA reduce significativamente las barreras arancelarias y no arancelarias entre la UE y Canadá y también se extiende a las oportunidades de inversión empresarial.
El CETA debe ser ratificado por 38 parlamentos nacionales y regionales en Europa. El gobierno francés espera una ratificación completa para fin de año.
La Asamblea Nacional francesa, en París, el 12 de junio.
Foto: Reuters / Philippe Wojazer
El acuerdo entró en vigor provisionalmente el 21 de septiembre de 2017.
Europa es un mercado de $ 24 billones para las empresas canadienses.
En 2016, Canadá fue el 12e socio por las importaciones de la UE (1,6% de las importaciones de la UE) y el 13º socio de exportación (el 2% de las exportaciones de la UE).
En 2018, las exportaciones de Canadá a la UE aumentaron en un 7% a más de $ 44 mil millones.
El primer ministro Justin Trudeau promovió el acuerdo la semana pasada cuando recibió a los líderes del bloque de 28 países miembros de la Unión Europea.
Los críticos consideran que el acuerdo es contradictorio con los compromisos ecológicos, sanitarios y sociales de París y Bruselas.
Este es el caso del ex ministro de Ecología de Francia, Nicolas Hulot, quien había instado a los diputados del lunes a votar en contra del acuerdo, que cree que podría abrir la puerta a sustancias peligrosas por intermedio de un descenso de las normas.
El debate sobre la ratificación de CETA coincide con la polémica relacionada con otro controvertido tratado de libre comercio firmado esta vez entre la Comisión Europea y el Mercosur. (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
RCI con Reuters-Radio Canadá
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