Tres de las tres trabajadoras temporales guatemaltecas que decidieron denunciar las condiciones en las que les tocó trabajar y vivir cuando eran empleadas de la compañía Golden Eagle Berries. (Foto: ©Ben Nelms/CBC)

Campesinas guatemaltecas en Canadá rompen silencio sobre condiciones de vida y laborales en granja

Cada una de las historias de estas mujeres es distinta y a la vez, muy similar a todas las demás. Llegaron a Canadá con una visa de trabajadoras temporales, muy ilusionadas porque con lo ganado podrían ayudar a sus familias en Guatemala a salir adelante. Dejaron atrás hijos, maridos y padres. Y poco a poco, se fueron dando cuenta que las condiciones de trabajo no eran lo que esperaban. Con la ayuda de la organización civil Dignidad Migrante Society, pudieron informarse y denunciar para informar a los demás. 

Más de 10 horas bajo el sol sembrando o cultivando, poco o nulo acceso a agua limpia y fría para hidratarse, hasta 14 horas dentro de los refrigeradores empaquetando, y hasta 12 horas cargando y estibando cajas, viviendas hacinadas e insalubres son algunas de las muchas quejas de un grupo de mujeres, que llegaron a Canadá dentro del marco del programa de trabajadores temporales que este país tiene establecido con Guatemala, México y otros países en el Caribe.

Una de ellas, Gloria Suy Hernández, trabajaba en la zona de productos ya empacados de la granja Golden Eagle Berry Farms cerca de Vancouver en Columbia Británica. Su trabajo era apilar y estibar las cajas de fruta ya lista para la exportación a China. Las cajas pesaban entre 6 y 35 libras (2 a 15 kg) y tenía que cambiarlas de un sitio a otro, una y otra vez durante más de 10 horas al día. Después de meses de hacer eso mismo, se lastimó el brazo, pero por miedo no denunció. Escúchela en una conferencia de prensa contar parte de su historia. La voz de hombre que se escucha es la del intérprete.

Gloria Suy Hernandez (Foto: Belle Puri/CBC News)

Lo que dice Gloria sobre el contrato cambiado fue comprobado posteriormente por una rama del gobierno de Columbia Británica que investigando, corroboró que la multimillonaria familia Aquilini – propietaria del equipo de hockey los Canucks de Vancouver y de las empresas Golden Eagle Berry Farms, tuvo 174 trabajadoras/es migrantes mal pagados en una de sus granjas de bayas el verano de 2018.

La Dirección de Derechos Laborales de la provincia ordenó a los Aquilinis – que según se informa se encuentran entre las 30 familias canadienses más ricas – que paguen 133,632.56 de dólares en salarios atrasados, pago de vacaciones e intereses a los trabajadores extranjeros temporales que fueron traídos de Guatemala para trabajar en su granja de moras Golden Eagle el verano pasado.

Francesco Aquilini, centro, junto a sus hermanos Roberto a la izquierda y Paolo. En 2018 la familia tenía un patrimonio neto de 3.300 millones de dólares (Foto: ©Richard Lam/The Canadian Press)

Además, la oficina de derechos laborales explicó que a los empleados extranjeros de la compañía se les habían prometido 40 horas de trabajo a la semana bajo sus contratos de trabajo escritos y que esa promesa no se cumplió. La Dirección de Derechos Laborales dictaminó que los Aquilinis «tergiversaron» los salarios que debían pagarse, infringiendo la Ley de Estándares de Empleo.

A los trabajadores de la granja se les pagaba $11.35 la hora.

El 1 de junio de 2018, el salario mínimo aumentó a $12.65. El gobierno ha anunciado que el salario mínimo aumentará a $13.85 el 1 de junio de 2019, a $14.60 el 1 de junio de 2020 y a $15.20 el 1 de junio de 2021.

La Dirección de Derechos Laborales hace cumplir la Ley de Estándares de Empleo y los reglamentos, que establecen estándares mínimos para los salarios y las condiciones de trabajo en la mayoría de los lugares de trabajo de B.C.

Según el Ministerio de Trabajo de Colombia Británica, los reembolsos a los trabajadores oscilaron entre $10.02 y $1,943.27 por persona.

Además de los salarios atrasados, la oficina de Estándares de Empleo multaron a la familia con $500 por violar la ley.

Otra de las mujeres que rompió el silencio después de muchos meses fue Deysi Martínez. Ella explica que de no haber sido por la asesoría del organismo Dignidad Migrante Society no habría estado al tanto de sus derechos como trabajadora temporal en Canadá. Ella no sabía que a los trabajadores temporales también les corresponden ciertos estándares laborales que tienen que ser los mismos que para los canadienses.

Deysi Martínez (Foto: ©Glen Kugelstadt/CBC)

Hay más y más historias pero les presentamos por último la que cuenta Osmery Arteaga quien pasaba hasta 14 horas en una zona refrigerada que mantenían a una temperatura que oscilaba entre 4 y 6 grados centígrados y donde se lesionó en el verano del 2018. Todavía sigue lesionada.

Osmery Arteaga (Foto: Belle Puri/CBC News)

Estas tres mujeres formaban parte de un grupo más grande de 174 trabajadores extranjeros de la granja Golden Eagle Berry a quienes se les otorgó un total de $133,632.56 en salarios atrasados a principios de este mes de parte de los Aquilinis en un premio de estándares de empleo.

RCI con archivos de Paisley Woodward y Belle Puri de CBC News. 

Para más información sobre el tema: 

Categorías: Economía, Inmigración y Refugiados, Sociedad
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