Miles de turcos, incluidos legisladores de la oposición, organizaron una protesta pacífica e inusualmente grande en las afueras de una pequeña ciudad contra lo que dicen que será la contaminación de un proyecto de mina de oro de propiedad extranjera.
La oposición pública al sitio propiedad de Dogu Biga Mining, la subsidiaria turca de Alamos Gold Inc., con sede en Canadá, aumentó después de que la empresa supuestamente redujo cuatro veces la cantidad de árboles que declaró en un informe de impacto ambiental.
Radio Canadá Internacional conversó con Kirsten Francescone, de Alerta Minera Canadá.
Activistas medioambientales ondean banderas turcas durante una protesta contra un proyecto de mina de oro de propiedad canadiense cerca de la ciudad occidental de Kirazli en la provincia de Canakkale, Turquía. (Kemal Aslan / Reuters)
Miles de ciudadanos turcos salieron a las calles en Kirazli, un pequeño pueblo en el oeste de Turquía, para denunciar la explotación de un sitio minero perteneciente a Dogu Biga Mining, la filial turca de Alamos Gold inc con sede en Canadá.
Según ellos, la compañía minera habría talado cuatro veces más árboles de lo prometido en un informe de impacto ambiental.
Un organismo del sector de la silvicultura, TEMA, dice que 195,000 árboles han sido talados para el proyecto minero, muy por encima del objetivo de 46,000 previamente anunciado por Dogu Biga.
Los manifestantes creen que la mina dañará el equilibrio ecológico de esta área boscosa cerca del Monte Ida, o Kaz, como se le conoce localmente, que alberga una flora diversa. También temen los efectos del cianuro que se utilizarían para extraer el oro.
Kirsten Francescone, de Alerta Minera Canadá, no duda en señalar a la empresa minera canadiense por su falta de respeto al medioambiente.
Dice que la mina, efectivamente, pretende utilizar cianuro.
El cianuro es uno de los venenos más potentes que pueden emplearse en contacto con el entorno y puede acarrear daños irreparables tanto a la salud humana como al medio ambiente, pues incluso a dosis bajas puede afectar al aparato respiratorio, y a los sistemas cardiovascular, gastrointestinal, neurológico, ocular y dérmico, dado que en contacto con la piel puede absorberse
– Kirsten Francescone , Alerta Minera Canadá
Kirsten Francescone dice que existe un doble discurso del gobierno canadiense.
Kirsten Francescone, de Alerta Minera Canadá
“Este gobierno que pretende tener como prioridad la protección del medio ambiente sigue promoviendo proyectos e industrias extractivas en Canadá y en el exterior que sin duda alguna dañan al medio ambiente y contribuyen al calentamiento global”.
Canadá es, de hecho, el principal actor minero del mundo
Más del 75% de todas las compañías mundiales de exploración y minería tienen su sede en Canadá. Esto se debe a las generosas exenciones fiscales y controles regulatorios mínimos.
En 2013, estas compañías operaban 4000 instalaciones en más de 100 países, principalmente en América Latina y África.
Hay que decir que la Corte Suprema de Argentina rechazó en junio pasado un planteo de la minera canadiense Barrick Gold y confirmó la constitucionalidad de la ley de Glaciares, que pone límites a la actividad extractiva contaminantes en las áreas protegidas.
Organizaciones como la ONU, Amnistía Internacional Canadá, Mining Watch, Global Witness and Rights and Accountability in Development han denunciado en el pasado la complicidad de las empresas mineras canadienses en la comisión de violaciones de derechos fundamentales como el derecho a la vida y a la integridad física.
Algunas compañías extractivas canadienses han utilizado grupos armados o agencias de seguridad para protegerlos. Este fue el caso de Anvil Mining y Talisman Energy siendo procesados porque, entre otras cosas, sus activos materiales habían sido utilizados por grupos armados que habían cometido abusos contra los derechos humanos.
Versión de la Dogu Biga Mining y del gobierno turco
Dogu Biga afirma que las cifras avanzadas por los manifestantes y organismos medioambientales no se corresponden con la realidad.
El número de árboles talados para el desarrollo de la mina en Turquía fue en realidad de 13.400.
La compañía también insiste en que se realizarán muchas replantaciones más tarde y que es un error decir que se usará cianuro para purificar el mineral.
Funcionarios del gobierno dicen además que los proyectos mineros son necesarios para que Turquía reduzca su dependencia de las importaciones mediante el uso de sus propios recursos naturales, lo que también ayudará a reducir su déficit de cuenta corriente.
Turquía aprobó 36,122 proyectos de minería, energía y otros entre 2012 y 2017 de un total de 246,257 hectáreas de bosque, según la Fundación Foresters de Turquía.
Esto y más en la entrevista de RCI con Kirsten Francescone, de Alerta Minera Canadá.
RCI con información de CBC
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