En Colombia, la situación de los desplazados parece agravarse, debido al accionar de grupos armados que buscan el control de las rutas que sirven al tráfico de drogas, en el noreste del país.
Al menos 4000 personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares en la región de Catatumbo, en la frontera con Venezuela, debido al hostigamiento de las bandas armadas y paramilitares.
La cifra surge de un documento difundido por la entidad internacional de derechos humanos Human Rights Watch.
Catatumbo limita con Venezuela. De uno y otro lado de la frontera, las comunidades rurales parecen detenidas en el tiempo.. REUTERS/Jorge Silva.
El reporte destaca la situación de inseguridad que vive la nación sudamericana, a pesar de las esperanzas de pacificación que habían sido impulsadas por los tratados de paz logrados en 2016, que llevaron a la desmovilización de la guerrilla.
Esos acuerdos fueron firmados por los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos.
Las FARC fueron consideradas en su momento la guerrilla más importante del continente, por su número de integrantes y por su capacidad de fuego.
Los tratados permitieron poner fin a un conflicto armado que se extendió por medio siglo y dejó un saldo de miles de muertos, heridos y desplazados.
En el texto publicado, que lleva por título “La guerra en Catatumbo”, la organización de derechos humanos sostiene que al menos 3 grupos armados se disputan las rutas del tráfico de estupefacientes y los territorios donde se planta la coca, la planta que sirve de base para la producción de cocaína.
Los acuerdos pusieron fin a un conflicto de medio siglo con miles de víctimas. REUTERS/Fredy Builes.
Esos terrenos quedaron abandonados tras el cese del conflicto colombiano.
La entidad indicó que esas bandas armadas expulsaron a miles de personas de las zonas rurales y las acusó de estar detrás de la matanza de líderes sociales, que ha sacudido a la nación en las últimas semanas.
El texto denuncia también el reclutamiento de niños para engrosar las filas de esas bandas y para obligarlos a trabajar en la cosecha de las hojas de coca.
La región de Catatumbo limita con la vecina Venezuela y una de las zonas utilizadas tradicionalmente para el cultivo del vegetal que se vende a los productores de cocaína.
El organismo acusó al gobierno colombiano de no cumplir con sus obligaciones para asegurar la protección de la población en la zona, que en los últimos tiempos ha recibido cerca de 25.000 inmigrantes venezolanos.
El actual presidente Iván Duque ha criticado de manera constante los acuerdos de paz y ha sugerido en numerosas ocasiones que su gobierno podría llegar a anularlos.
Con información de The Canadian Press
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