Mónika Oviedo y Pamela Arancibia

Hijas de refugiados en Canadá toman la posta solidaria de sus padres

El despertar de la conciencia

Son hijxs de exrefugiados que llegaron a Canadá huyendo de dictaduras y guerras civiles.

Si bien las identidades del exilio son a veces muy complejas, muchxs hijxs de refugiados crecieron en el nuevo país en un ambiente politizado, progresista, compartiendo con sus familias y amigos historias e ideas. Pero en el caso de Pamela Arancibia y Monika Oviedo, los ideales dieron paso a la práctica, a la acción, a la lucha. Abogando por lo que sus padres consiguieron antes. Un lugar en el mundo donde vivir en paz.

Así nació en Toronto, la Coalición para el Norte de Centroamérica, CNCA.

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A partir de 1973, miles de chilenos buscan asilo político en Canadá.
FOTO: RADIO-CANADÁ

El despertar de la acción

En marzo pasado la Munk School of Global Affaires and Public Policy de Toronto organizó un panel de discusión sobre Centroamérica, donde se habló de migración forzada, de las causas de las «caravanas» y también de la respuesta de Canadá ante esa una crisis regional.

Foto: UofT

En esa presentación se difundieron cifras alarmantes: solo en los primeros dos meses de 2019, casi  8 000 personas mayormente de Honduras y El Salvador pidieron asilo en México.

El desplazamiento interno y el regional llevaron a  organismos internacionales como el ACNUR a intervenir junto con los Estados de la región para tratar de dar una respuesta a esa marea humana necesitada de lo básico.

Los Estados del Norte de Centroamérica (NCA)  El Salvador, Honduras y Guatemala se caracterizan por pobreza endémica, corrupción, violencia de pandillas, criminalidad, violencia de género, y estados débiles o represivos, la situación es crítica para miles de personas.  Eso es lo que se dijo en el panel en Toronto, que ofreció un análisis en profundidad de la situación.

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados dice que el número de refugiados desplazados de Centroamérica llegará a 539,500 para fines de este año.

A pesar de eso,  las cifras más recientes muestran que en 2017, Canadá asignó solo 380 de los 25,000 lugares de reasentamiento de refugiados a los de las Américas, en comparación con 590 en 2013.

Pamela Arancibia con su padre Roberto Arancibia. Foto: Omar Badrin

En consecuencia, el panel lanzó la pregunta: ¿Qué puede hacer Canadá para ayudar?

Para nosotros que estábamos en esa charla, las cifras mencionadas nos resultaron un poco chocantes, cuenta Pamela.  A partir de ese momento ella y Monika se pusieron en contacto con varias personas para ver si se podía presionar al gobierno para que hiciera su parte.

Para nosotros era claro que Canadá podía hacer mucho más. En el pasado lo hizo y pensamos que tiene que regresar a sus raíces de apertura.

-Pamela Arancibia

La solidaridad mamada en el hogar del nuevo país

Pamela es hija de chilenos que llegaron a Canadá como refugiados después del golpe de Estado en 1973.

Su padre era un activista político en Chile en 1975. Fue secuestrado y amenazado. Tras ser liberado huyó a Argentina, donde él y su familia pudieron venir a Canadá auspiciados por el ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Monika es hija de refugiados salvadoreños. Sus padres llegaron con estatus de refugiados en el año 1991 por la guerra civil y porque recibieron amenazas de agentes militares. Cuando llegaron a Canadá se instalaron en  en la ciudad de Kitchener Ontario.

En esos años Canadá abrió sus puertas generosamente  a miles de refugiados políticos provenientes de países como Chile, Argentina o Uruguay. Por aquel entonces gobernaba al país Pierre Trudeau, padre del actual primer ministro Justin Trudeau.

Ottawa y la figura jurídica del refugio político

Canadá en ese momento no tenía regulaciones para ayudar a los solicitantes de asilo políticos. La crisis chilena obliga a Ottawa a llenar este vacío. En octubre de 1973, el gobierno de Pierre Elliott Trudeau emitió certificados ministeriales autorizando a docenas de chilenos a refugiarse en Canadá.

Fue después de la crisis de refugiados chilenos que el gobierno canadiense cambió su ley de inmigración para incluir a los refugiados políticos como inmigrantes elegibles.

Una década más tarde, los refugiados provenían mayoritariamente de países centroamericanos, como El Salvador o Guatemala.

Helen Oviedo y su hija Monika

“Yo nací y crecí en la ciudad de Calgary, Alberta. Lo hice en una cooperativa de habitación latinoamericana donde la mayoría de las familias venían de un contexto de exilio. Muchos eran chilenos, después fueron también guatemaltecos y salvadoreños. Entonces para nosotros ese contexto del exilio formaba gran parte de nuestra identidad. Y saber que en este momento hay otros latinoamericanos que necesitan que les abran las puertas, pero que no está sucediendo, nos dio mucha pena”.

-Pamela Arancibia

« Estoy muy orgullosa de ser una Canadiense Salvadoreña, las dos culturas son muy importante para mí. Mis padres siempre me hicieron sentir orgullo y amor por nuestra cultura y al mismo tiempo me hicieron sentir agradecida por la oportunidad de vivir en este país. Todavía tengo familia en El Salvador, y también en Estados Unidos. Además visito El Salvador cuando tengo la oportunidad ».

-Monika Oviedo

La Coalición para el Norte de Centroamérica

Pamela destaca que se dieron cuenta  que la región centroamericana del norte  “está pasando por una crisis que se parece mucho a una zona de guerra y que necesita de atención. Sin embargo Canadá está acogiendo a poquísimas personas de esta región debido a que no hay una guerra civil en este momento y por eso no les reconoce el estatus de refugiados”.

Pamela y Mónika decidieron pasar a la acción creando la Coalición y ocupando un espacio público a través de una petición lanzada al gobierno y a los ciudadanos canadienses.

“La petición tiene un par de objetivos. Primero que nada es una manera de entrar en conversación con la comunidad canadiense, porque muy pocos canadienses saben lo que está pasando en la región. Y todavía existe la idea que las personas que huyen de sus países en Centroamérica lo hacen por razones económicas. Existe una idea falsa de lo que está pasando. Muchos canadienses no se dan cuenta que esas personas están huyendo de la violencia, de la represión política, de los efectos ambientales.

-Pamela Arancibia

Por esa razón, explica la joven canadiense de origen chilena, la Coalición propone un diálogo entre los canadienses. Para cuestionar,  pensar por qué la gente está huyendo.

«La segunda parte está dirigida al gobierno. Queremos presionar para que abra las puertas, que reconozca que los centroamericanos necesitan asilo».

En esa lógica, la joven canadiense de origen salvadoreña, está convencida  de que la  Coalición puede influenciar a la opinión pública  y la política Canadiense, con la esperanza de proveer asilo a las personas que lo necesitan.

“Cómo centroamericana me siento frustrada de ver las horrendas historias en la frontera de Estados Unidos donde las personas han sido tratadas inhumanamente. Aunque no puedo influenciar ni cambiar la situación políticas en Centroamérica o incluso en Estados Unidos, pienso que al menos puedo abogar por derechos humanos y compasión aquí en Canadá”.

-Monika Oviedo

Para la joven salvadoreña no hay ninguna duda que Canadá tiene la capacidad y experiencia para hacerlo. Ella recuerda a las  25,0000 personas refugiadas de siria que llegaron en 2015.

“En ese tiempo, me sentí muy orgullosa de ver como Canadá respondió a esa tragedia. Pero ahora, es triste ver su silencio cuando miles de personas son tratadas inhumanamente en el borde de Estados Unidos/México mientras ellos buscan asilo. »

CNCA

El futuro de la Coalición

Pamela cree que la Coalición llegó para quedarse. Porque su objetivo a largo plazo es educar explica. Pero no solo explicando a los canadienses la realidad de los centroamericanos en sus países, sino también la de los que llegan a Canadá y cómo contribuyen al desarrollo de esta sociedad.

Si Canadá se muestra solidario con los refugiados, acogiéndolos, entonces luego habrá también que hacer un trabajo que les permita integrase a la sociedad canadiense.

Y la Coalición estará lista parta hacerlo dicen ambas.

«!Los miembros de la coalición somos una gran mezcla, la mayoría somos centroamericanos y suramericanos. Pero no es exclusivo, la puerta está abierta para cualquier persona que quiere unirse a esta causa!».

-Monika

Esto y más en la entrevista radiofónica con Pamela Arancibia. La entrevista con Monika Oviedofue por escrito. Ambas jóvenes están al origen de la creación de la  Coalición para el Norte de Centroamérica, en Toronto.

Categorías: Inmigración y Refugiados, Política, Sociedad
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