Erdogan criticó duramente la decisión de los legisladores estadounidenses. Sergei Chirikov/Pool via REUTERS.

Turquía rechaza declaración estadounidense sobre genocidio de armenios

El presidente turco, Recep Erdogan, declaró que el reconocimiento de la matanza conocida como “genocidio armenio” por parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos no tiene ningún valor para su gobierno.

El mandatario sostuvo que su administración no está dispuesta a aceptar la decisión de los legisladores estadounidenses.

Erdogan fundamentó su decisión en el hecho de que la religión musulmana prohíbe el genocidio, al tiempo que calificó la medida como “el insulto más grande contra nuestra nación”.

El martes, la Cámara de Representantes estadounidense adoptó una moción por mayoría, por la que aprobó un texto que propone conmemorar el genocidio armenio y educar a la población sobre los efectos producidos por el mismo.

La ofensiva turca contra los kurdos en Siria se encuentra al origen de las tensiones. REUTERS/Khalil Ashawi.

Cerca de 1 millón y medio de armenios fueron asesinados durante la Primera Guerra Mundial por las tropas del entonces Imperio Otomano, al tiempo que otros miles resultaron desplazados.

El genocidio ha sido reconocido por una treintena de países y por numerosos historiadores, que señalan que el los otomanos, en alianza con Alemania y el Imperio Austro-Húngaro, llevaron a cabo una matanza sistemática, con el objetivo de diezmar a la población armenia local.

Sin embargo, la utilización del término “exterminio” es rechazado por algunos gobiernos, entre ellos el turco, que afirman que en realidad se produjeron masacres recíprocas bajo el telón de fondo de una conflagración mundial, que dejaron víctimas en todos los bandos que tomaron parte en la misma.

La declaración adoptada por los legisladores estadounidenses se produce en momentos en los que las relaciones entre Washington y Ancara atraviesan una situación de turbulencia.

Esas tensiones se deben, en gran parte, a la operación militar lanzada el 9 de octubre último por Turquía en el nordeste de Siria, para combatir a una milicia kurda que cuenta con el respaldo de Washington.

El acercamiento entre Turquía y Rusia molesta a Washington. Sergei Chirikov/Pool via REUTERS.

La acción suscitó la reacción airada de numerosos responsables de la administración del presidente Donald Trump y de algunos legisladores.

En el marco actual, el titular de la Casa Blanca, que en un primer momento había manifestado la intención de retirar las tropas de su país asentadas en la región, parece haber vuelto sobre sus pasos, anunciando una serie de sanciones contra Turquía.

El ministro turco de Relaciones Exteriores criticó la actitud de los representantes estadounidenses, sosteniendo que sería un error buscar vengar la ofensiva turca apelando a la aprobación de una ley sobre el genocidio.

Paralelamente, el presidente Erdogan anunció el miércoles 30 de octubre que patrullas conjuntas de su país y Rusia comenzarán esta misma semana vigilar la zona fronteriza con Siria.

“El viernes comenzaremos el trabajo de terreno conjunto con los rusos. En otros términos, comenzaremos las patrullas”, dijo el mandatario al hablar ante parlamentarios de su partido.

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