Las autoridades de Samoa, en el Pacífico Sur, decidieron cerrar las escuelas maternales, para intentar frenar la expansión de una epidemia de sarampión que ya ha producido 3 muertos.
La medida fue anunciada por el gobierno de la nación isleña ubicada en la Polinesia.
El cierre alcanza sólo a los servicios de maternal, pero las autoridades estudian la posibilidad de suspender toda la actividad en las escuelas, para evitar que la enfermedad pueda afectar a los más pequeños.

Los objetores a las vacunas invocan su derecho a la libertad de elección. REUTERS/Mike Segar.
Según el ministro de Salud de Samoa, dos bebés de 8 y 14 meses perecieron víctimas del mal, así como una persona de 37 años de edad. Las autoridades sanitarias estudian al mismo tiempo otros 314 casos presuntos de contagio, principalmente entre niños menores de 4 años.
El ministerio llamó a la población a presentarse en los centros de vacunación, para proceder a la inoculación en contra del virus.
El sarampión, cuya presencia había bajado considerablemente entre 2000 y 2016, gracias a las campañas de vacunación extensa, se encuentra actualmente en alza en diversas partes del mundo.
Según los especialistas, el resurgimiento de esa enfermedad se debe, principalmente, a la actitud asumida por numerosas personas, que rechazan la vacunación como un mecanismo eficaz de prevención.
En los primeros meses de 2019 se registraron alrededor de 360.000 casos, lo que representa un alza de 3 veces respecto al mismo período del año precedente, según cifras en poder de la Organización Mundial de la Salud.

Los más pequeños son los más vulnerables al contagio. Foto: AP Photo/Damian Dovarganes/Archivo.
La República Democrática del Congo, Madagascar y Ucrania son los países más afectados.
Sin embargo, la enfermedad se ha hecho presente también en países considerados desarrollados y donde el número de casos se había reducido o incluso desaparecido.
Es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos, que conoció este año una epidemia de sarampión que afectó a cerca de 1.200 personas, principalmente niños pertenecientes a las comunidades judías ortodoxas de Nueva York, reacias a la vacunación. También se registraron casos en distintos puntos de Canadá.
El sarampión es una enfermedad potencialmente mortal, que antes del hallazgo de la vacuna para combatirá mataba entre 7 y 8 millones de niños por año en todo el mundo.
Un estudio difundido a fines de los años 90, que ligaba la vacunación al surgimiento de casos de autismo, es una de las principales causas de la resistencia de algunas personas a ese procedimiento sanitario.
La incidencia de ese estudio alcanza hasta la actualidad, aun cuando se demostró rápidamente que su autor había falsificado los datos que usó para fundamentar el mismo.
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