La provincia de Nuevo Brunswick presentó al gobierno federal un nuevo plan de regulación del precio de las emisiones de carbono, que las autoridades locales esperan poner en vigencia antes que finalice el año.
La iniciativa busca establecer un nuevo marco para las emisiones contaminantes producidas por el consumo.
Un proyecto similar había sido entregado en julio último, pero en ese caso destinado a las emanaciones de gases por parte del sector industrial.
El primer minsitro provincial desea una aplicación rápida de su proyecto. THE CANADIAN PRESS/Stephen MacGillivray
El primer ministro provincial se mostró confiado en obtener una pronta respuesta de las autoridades en Ottawa, pero reconoció que el hecho de que un nuevo gabinete deba ser puesto en funciones en las próximas horas podría significar una demora en el tema.
La provincia quedó bajo la órbita federal en la materia, al ser una de las cuatro que no presentó un plan propio para contrarrestar las emisiones, consideradas entre los principales factores responsables del cambio climático.
La imposición de un precio a las emisiones de carbono tiene como objetivo obligar a los emisores, principalmente la industria, a poner un límite a los gases que se despiden hacia la atmósfera y que agravan el llamado “efecto invernadero”.
Nuevo Brunswick se basó en la experiencia de otras provincias de la región para presentar su proyecto, según reconoció el primer ministro Blaine Higgs, que dijo que “estamos encarando el tema del mismo modo que lo hicieron otras provincias Atlánticas”, aunque no brindó detalles al respecto.
El gobierno federal introdujo el impuesto al carbono en 2018. THE CANADIAN PRESS/Nathan Denette
De igual modo, el jefe del gobierno provincial se mostró optimista en relación a la posibilidad de recibir un visto bueno para el plan, debido a que en el caso que sirvió de inspiración la respuesta de las autoridades federales fue positiva.
El mandatario se había manifestado en el pasado contrario a la imposición de una tarifa a las emisiones, pero cambió de opinión el mes último, tras las recientes elecciones federales, que otorgaron 6 bancas al Partido Liberal y una al Partido Verde, de los 10 sitiales en juego.
Higgs sostuvo que si los votantes decidieron a apoyar a las fuerzas políticas que proponen un control de las emisiones contaminantes, entonces la provincia debe encontrar las vías que permitan que esa voluntad se concrete.
El impuesto al carbono busca desalentar la emisión de gases, fijando un precio a las mismas. La regulación fija una cuota de emisiones que, de ser sobrepasada, obliga al pago de un impuesto o tarifa.
Más de 40 países en todo el planeta han adoptado medidas similares.
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