Dos canadienses detenidos en China, acusados de haber puesto en peligro la seguridad nacional de esa nación, cumplen un año de arresto, sin que su situación haya avanzado hacia una resolución.
Michael Kovrig y Michael Spavor fueron aprehendidos por las autoridades chinas hace un año, al tiempo que en Canadá era puesta bajo custodia Meng Wanzhou, una alta directiva de la firma tecnológica Huawei.
Ambos casos tensaron las relaciones entre Ottawa y Pekín y, a pesar de las numerosas gestiones de uno y otro gobierno, no ha habido avances significativos hacia una recomposición.
Los intentos por lograr la liberción de ambos detenidos no ha dado los frutos esperados. REUTERS/Lindsey Wasson.
En un paso que podría ser considerado como un acto de presión sobre el gobierno canadiense, China dejó entrever que tanto Kovrig como Spavor podrían ser sometidos a corto plazo a un proceso por los cargos de ataque a la seguridad nacional de esa nación asiática.
El ministerio de Relaciones Exteriores chino confirmó que los legajos de ambos detenidos fueron girados a la procuraduría para ser evaluados.
El gobierno de Justin Trudeau viene reclamando desde el inicio la liberación de ambos canadienses, rechazando los cargos que pesan sobre ellos, pero la detención de la funcionaria de Huawei parece haberse convertido en el principal escollo para llevar a buen término las gestiones.
La mujer fue apresada en Columbia Británica, donde tiene su vivienda, a raíz del pedido de extradición presentado por Estados Unidos, que la acusa de estar detrás de una maniobra de espionaje.
Algunos analistas sostienen que los cargos que pesan sobre la mujer se enmarcan en la guerra comercial en la que se encuentran inmersos Pekín y Washington.
La ejecutiva de Huawei porta su tobillera electrónica. REUTERS/Lindsey Wasson.
El arresto se produjo el 1 de diciembre de 2018 y el encarcelamiento de Kovrig y Spavor le siguió unos días más tarde.
Diversas entidades han denunciado las condiciones de detención de los dos hombres, que se encuentran alojados en sitios ubicados en distintos puntos de China y, según las versiones, serían sometidos a interrogatorios periódicos y sin acceso a una asistencia jurídica.
Por el contrario, hace meses que Meng Wanzhou obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria, por lo que debe portar en forma continua una tobillera electrónica, a través de la que las autoridades controlan sus desplazamientos.
Canadá, que no ha presentado cargos contra la ejecutiva, se encuentra estudiando el pedido de extradición presentado por Estados Unidos.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.