El gobierno de la provincia canadiense de Saskatchewan mostró su malestar por la decisión de las autoridades federales de recortar las rebajas aplicadas al impuesto al carbono para los residentes locales.
El gobierno de Justin Trudeau anunció recientemente un ajuste a la baja para las reducciones del gravamen a las emisiones contaminantes en Saskatchewan, Ontario y Manitoba.
La razón detrás del cambio sería que ninguno de esos tres territorios cumple con los estándares fijados por el plan de Ottawa para contener o reducir la cantidad de gases de carbono que se liberan hacia la atmósfera.

El ministro provincial de Medioambiente se mostró sorprendido por los cambios. THE CANADIAN PRESS/Michael Bell
Saskatchewan será la provincia más afectada por la medida, donde una familia podrá ser beneficiada por una rebaja total de 809 dólares, en comparación con los 903 que habían sido fijados el año precedente.
El ministro provincial de Medioambiente, Dustin Duncan, sostuvo no entender por qué el gobierno federal decidió aplicar las modificaciones en este momento y dijo esperar poder informarse sobre los cambios aplicados a los cálculos anunciados inicialmente.
El tema de la reducción de las emisiones de carbono ha generado disputas entre las autoridades en Ottawa y varias administraciones provinciales, que en algunos casos no presentaron un plan propio o lo hicieron pero con metas inferiores a las fijadas por la iniciativa federal.
Canadá está catalogado como uno de los 5 principales productores de emanaciones de carbono en el mundo. Dichos gases se encuentran entre los principales agentes responsables del efecto invernadero, que ha elevado la temperatura del planeta, en el marco del fenómeno del cambio climático.

Ottawa piensa que hay que pagar un precio por contaminar. THE CANADIAN PRESS/Nathan Denette
El gobierno de Saskatchewan tiene previsto recurrir a la Corte Suprema canadiense para que tome parte en el expediente, luego que un tribunal de apelaciones sostuvo que la administración central cuenta con las prerrogativas para fijar un impuesto a los consumidores en la materia.
Las provincias renuentes a acordar con el gobierno federal afirman que legislar sobre las emisiones de carbono producidas localmente es una atribución de las administraciones provinciales, mientras que Ottawa entiende que se trata de una cuestión con incidencia nacional y por lo tanto de su competencia.
La semana última, el gobierno de Trudeau aprobó el plan de reducción de emisiones de carbono presentado por Nuevo Brunswick.
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