Los centros de salud de Alberta recuerdan aún la huelga de enfermeras de 1988. CP PHOTO/Jeff McIntosh.

Conflicto en puertas entre gobierno y enfermeras en Alberta

Un nuevo conflicto parecería avecinarse en la provincia de Alberta, donde las autoridades pidieron un congelamiento de salarios de las enfermeras.

El sindicato que representa a las trabajadoras de la salud anunció que el gobierno provincial quiere que el salario que perciben las enfermeras sea congelado durante 4 años, además de buscar la reducción de otros pagos.

Los representes sindicales sostuvieron que esta semana iniciaron negociaciones con la administración del servicio de salud provincial, ya que buscan llegar a un nuevo acuerdo que debe reemplazar al vigente y que vence el 31 de marzo.

Jason Kenney, primer ministro conservador de Alberta. THE CANADIAN PRESS/Jason Franson

Mientras el gobierno no parece dispuesto a conceder nuevas ventajas salariales, Enfermeras Unidas de Alberta, que es como se denomina el sindicato, reclamó un incremento de sueldos del 2 por ciento por cada año, además de otras mejoras.

Los responsables sindicales criticaron la postura gubernamental diciendo que “la última vez que el empleador pidió recorte de tal magnitud fue en 1988, y todos sabemos lo que pasó después”, en referencia a la protesta que ese año movilizó a 14.000 enfermeras en toda la provincia, y que en la mañana del 25 de enero hicieron abandono de sus tareas.

Del mismo modo, los líderes sindicales se mostraron sorprendidos por el hecho de que los recortes sugeridos no estarían fundamentados en la situación económica de la provincia, sino en la tendencia a la eliminación de gastos, como ocurre en otras jurisdicciones, principalmente en Ontario.

Una protesta de las enfermeras podría tener graves consecuencias para el sistema de salud. CP PHOTO/ Adrian Wyld

Además del congelamiento salarial, la administración provincial busca introducir recortes en los premios que se abonan a empleados con niveles de educación altos, eliminar los días de descanso para los empleados a tiempo parcial y reducir el pago de horas suplementarias para los turnos laborales nocturnos y de fin de semana.

Por su parte, la agencia de salud sostuvo que su propuesta busca alinearse con la realidad económica de la provincia y la necesidad de maximizar el rendimiento de los fondos que se destinan a la atención de las necesidades sanitarias de la población.

“Estamos extremadamente preocupados por la conducta del gobierno en estas negociaciones”, sostuvo el director de relaciones laborales del sindicato, David Harrigan, en una declaración difundida en el sitio web de su organización.

La próxima ronda de negociaciones está prevista para los días 30 y 31 de enero.

Categorías: Política, Salud
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