Algunos transforaron la tormenta en una ocasión para divertirse. THE CANADIAN PRESS/Andrew Vaughan

Tras el temporal, el este de Canadá retorna lentamente a la normalidad

El este canadiense se repone lentamente de la tormenta invernal que la afectó el jueves y viernes últimos,y que en algunas regiones dejó acumulaciones de nieve que obligaron a interrumpir las actividades habituales.

Durante todo el fin de semana, los pobladores de Terranova y Labrador se dedicaron a las tareas de remoción de la nieve que bloqueó calles, accesos a viviendas, comercios, oficinas y dependencias públicas.

Las personas que lograron ganar el exterior en primer lugar centraron sus esfuerzos en ayudar a sus vecinos a desbloquear los accesos a las moradas y a desenterrar los vehículos, que habían quedado bajo las montañas del espeso manto blanco que cubrió la zona por completo.

Pala en mano, un vecino intenta despejar el frente de su vivienda. THE CANADIAN PRESS/Andrew Vaughan

Mientras las palas mecánicas y las cuadrillas de operarios continúan su tarea, las autoridades decidieron mantener el estado de alerta que fue declarado el viernes en la capital provincial, Saint John, así como en varias localidades también afectadas por el temporal.

Si bien el servicio meteorológico había previsto nevadas cercanas a 75 centímetros, en algunos sectores la alcumulación superó ámpliamente el metro de altura.

La combinación de la nieve, las bajas temperaturas y los fuertes vientos hicieron que al menos 3500 usuarios quedaran sin suministro eléctrico cuando la tormenta arreciaba.

A primera hora del lunes el centro de la ciudad retornaba lentamente a la normalidad, aunque aún quedan en las calles las inmensas montañas de nieve que las cuadrillas de trabajo aún no alcanzaron a remover.

Personal militar fue desplegado a la región, para ayudar a los habitantes de Terranova y Labrador.

Las autoridades habían pedido a la gente que permaneciera en sus casas. THE CANADIAN PRESS/Andrew Vaughan

El primer ministro provincial, Dwight Ball, pidió ayuda al gobierno federal, para hacer frente a los inconvenientes causados por la tormenta, que sobrepasó la capacidad de reacción de las autoridades locales.

El ministro canadiense de Defensa, Harjit Sajjan, confirmó que 3 helicópteros y dos aviones Hércules fueron desplegados hacia la provincia del este del país, para colaborar en las tareas de socorro a los pobladores.

En tal sentido, la participación de fuerzas militares en actividades relacionadas con los desastres naturales parece haber encendido algunas alarmas.

El comandante del ejército canadiense, el teniente general Wayne Eyre, advirtió que la intervención cada vez más frecuente de los militares en desastres naturales podría afectar negativamente la capacidad de su fuerza para formar correctamente a los soldados en las operaciones de combate.

Con información de The Canadian Press.

Categorías: Medioambiente y vida animal, Sociedad
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