Un grupo de trabajo en servicios de salud virtuales presentó un informe en el que recomienda extender la modalidad de atención a distancia y en línea en todo el territorio canadiense.
Según los autores del documento, se entiende como atención médica virtual a “toda interacción entre pacientes, entre personas que participan en sus cuidados o entre miembros de ambos grupos que se lleva a cabo a distancia, usando una forma de tecnología de la información o de comunicaciones virtuales, con el objetivo de mejorar u optimizar la calidad y la eficacia del servicio al paciente”.
El grupo sostiene que la tecnología actual permite ofrecer cuidados virtuales como la telemedicina y la telesalud, que existen desde hace décadas.
Las nuevas tecnologías facilitaría el contacto entre profesionales. Foto: iStock.
El interés renovado en facilitar la expansión de la atención médica a través del uso de las nuevas tecnologías de la comunicación se ve favorecido por dos factores principales, como son la dificultad constante para ofrecer un acceso rápido a las consultas médicas y el hecho de que la situación podría agravarse, debido al envejecimiento de la población y la falta de médicos.
En ese contexto, un conjunto de entidades, entre las que se encuentran la Asociación Médica Canadiense, el Colegio de Médicos de Familia de Canadá y el Colegio Real de Médicos y Cirujanos de Canadá, elaboraron una serie de recomendaciones para extender la modalidad de salud virtual en todo el país.
- Elaborar normas nacionales como marco del acceso a la información sobre la salud de los pacientes.
- Simplificar el proceso de demanda y entrega de permisos para el ejercicio a médicos calificados, capaces de brindar servicios de salud virtual, sin tomar en cuenta los límites provinciales.
- Facilitar la integración y actualización de competencias requeridas en salud virtual para estudiantes, posdoctorantes y en desarrollo profesional contínuo.
- Establecer una terminología normalizada sobre salud virtual con vigencia en todo el país.
El estudio señala como principales trabas para el desarrollo de la modalidad de salud propuesta a una administración fracturada, las políticas discordantes, una organización analógica del trabajo y una cultura refractaria a los cambios.
El informe sostiene que 71 por ciento de los y las canadienses se muestra deseosa de poder solicitar una cita médica en línea, pero sólo el 9 por ciento de los médicos ofrece ese servicio.
Además, el 63 por ciento de los y las habitantes se manifiestan partidarios de poder comunicarse con su médico a través del correo electrónico, pero sólo el 24 por ciento de los doctores de familia ofrece tal posibilidad.
Del mismo modo, el 41 por ciento de los y las pacientes quisiera poder tener la posibilidad de realizar video consultas, pero esto sólo es posible en el 4 por ciento de los profesionales del área.
En Canadá, cada provincia regula su sistema de salud y la habilitación de los médicos y de otros trabajadores del área está íntimamente vinculada a los colegios profesionales.
La tecnología debe ser acompañada por un cambio de políticas. Foto: iStock.
El grupo propone una nueva forma de trabajo a nivel nacional.
“La cuestión del permiso de ejercicio nacional es muy importante para los médicos canadienses”, indica el documento.
En tal sentido, una encuesta referida por el estudio indica que 43 por ciento de los consultados hicieron una demanda de permiso de ejercicio profesional, en una provincia distinta de aquella en la que obtuvieron su primera habilitación.
Los autores indicaron que el potencial de las plataformas numéricas en materia de continuidad de servicios de salud y de acceso a los mismos cuentan ya con ejemplos concretos.
Como muestra citan el antecedente de la consulta electrónica BASE (Building Access to Specialists through eConsultation).
Las consultas más simples ya podrían hacerse a distancia. Foto: iStock.
Se trata de una herramienta segura a través de la web, que brinda a los profesionales de cuidados primarios en salud un acceso rápido a los recursos que necesitan para brindar atención especializada a sus pacientes.
En sus conclusiones, los autores del estudio indican que la incorporación de las tecnologías de la comunicación es una realidad ineludible en el ejercicio de la medicina actual. No obstante, insisten en la necesidad de revisar los marcos regulatorios que rigen hoy la tarea de los profesionales del área y la prioridad que debe darse a un marco nacional, para establecer los criterios de excelencia que aseguren la calidad de los servicios.
Sin reglamentaciones válidas y vigentes en todo el país, los servicios de salud canadienses “seguirán fragmentados y ofrecidos de manera inequitativa, lo que minaría la continuidad de la atención y podría llevar a problemas de calidad”, puede leerse en el estudio.
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