Organizaciones de la sociedad civil de México, Estados Unidos y Canadá hicieron un llamado para que se lleve a cabo una investigación parlamentaria especial, antes de la votación final de ratificación del nuevo tratado de comercio entre los tres países.
La petición fue dada a conocer por medio de un comunicado que en Canadá difundió el Consejo de los Canadienses, una organización no gubernamental que tiene entre sus objetivos favorecer la justicia social y ambiental.
El acuerdo fue rubricado en Buenos Aires, en ocasión de una cumbre del G20. REUTERS/Kevin Lamarque
Reclamos
Según la entidad, la realización de una investigación parlamentaria serviría para evitar los puntos oscuros y falta de información que debe enfrentar la sociedad en su conjunto, ante la concreción de acuerdos comerciales de la magnitud del nuevo pacto trinacional.
El comunicado difundido sostiene que “la creciente desigualdad dentro de nuestros países y entre ellos ha sido un resultado directo del tratado de libre comercio original… Creemos que un enfoque central de este acuerdo deberían ser las medidas que reducen y luego eliminan esta brecha de desigualdad cada vez mayor”.
El Consejo, como algunos analistas, ya había expresado su descontento en ocasiones anteriores, al considerar que las negociaciones que permiten llegar a los tratados comerciales transnacionales, como el que regirá el intercambio comercial entre Canadá y su dos socios norteamericanos, se llevan a cabo a puertas cerradas y con un desconocimiento total de las implicancias que los mismos tendrán en los interesados directos.
Para la entidad, las recientes negociaciones han tenido como resultado “el mismo marco favorable para las empresas, que amenaza con empeorar las condiciones de vida de los trabajadores”.
Las entidades firmantes denunciaron que el texto final del tratado no contiene un capítulo que afirme y defienda los derechos de las Primeras Naciones, al tiempo que afirma que las nuevas modalidades de comercio implicarán un riesgo para diversos sectores, como el de los pequeños agricultores, que “ahora se enfrentan al final definitivo de una forma de vida de larga data”, en alusión a la competencia que ese sector deberá soportar en un mercado unificado.
Trump firma y convierte en ley el acuerdo. REUTERS/Jonathan Ernst
Nuevas reglas de juego
Tras su llegada al poder, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, demandó una revisión integral del TLCAN, el acuerdo que durante años reguló los intercambios comerciales entre su país y sus dos socios comerciales y vecinos, Canadá y México.
El jefe de la Casa Blanca fundamentó su postura en lo que denominó una situación desigual que dañaba a su país, mediante ventajas logradas por algunos sectores comerciales de las otras dos naciones, en detrimento de sus pares estadounidenses.
Por medio de una política agresiva, Trump logró empujar a los gobiernos de Justin Trudeau y Enrique Peña Nieto, predecesor de Andrés Manuel López Obrador en la presidencia mexicana, a negociar por separado un nuevo acuerdo. Washington basó su fuerza y poder de discusión en el simple pero convincente argumento de ser el principal socio comercial de los otros dos países.
La ahora viceprimera ministra fue la cara canadiense en las negociaciones. REUTERS/Carlos Jasso
Finalmente, y tras varios meses de negociaciones, México y Estados Unidos llegaron a un preacuerdo el 28 de agosto de 2018.
Canadá parecía quedar en situación de desventaja para negociar.
A partir de ese momento se establecieron las conversaciones entre Washington y Ottawa que, del lado canadiense, tuvieron a la entonces ministra Relaciones Exteriores Chrystia Freeland como encargada.
Finalmente, cuando estaba por vencer el plazo para un entendimiento, ambas partes lograron conciliar posiciones.
El nuevo acuerdo de libre comercio fue firmado por los tres jefes de gobierno el 30 de noviembre de 2018, en Buenos Aires, Argentina.
El sector lácteo candiense es uno de los que más se opuso a la renegociación. REUTERS/Chris Wattie
A la zaga
El 12 de diciembre de 2019, el Senado de México ratificó una versión revisada del acuerdo, por 107 votos a favor y 1 en contra.
El 16 de enero, igual trámite fue completado por la Cámara Alta de Estados Unidos por 89 votos a favor y 10 en contra. El presidente Trump firmó el texto y lo convirtió en ley el 29 de enero.
Canadá queda como el último país para ratificar el acuerdo, tras su rúbrica por parte de la Cámara de los Comunes, el 6 de febrero último, tras lo cual el texto de reglamentación fue enviado a la Comisión de Comercio Internacional.
El Consejo de los Canadienses indicó que las entidades que reclaman la comisión investigadora sostienen que la misma “garantizaría que los encargados de la toma de decisiones estén completamente familiarizados con todos los aspectos del acuerdo y puedan realizar los cambios necesarios para garantizar que el público canadiense, no las corporaciones nacionales, sean los principales beneficiarios del pacto”.
-Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP, Estados Unidos) -Consejo de los Canadienses (Canadá) -Frente Auténtico del Trabajo (FAT, México) -Proyecto de Economía Global (Estados Unidos) -Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM) -Asociación Nacional de Empresas de Producción y Comercialización Rural (ANEC, México) -Instituto de Estudios Políticos (IPS, Estados Unidos) -Red Mexicana de Acción sobre el Libre Comercio (RMALC, México) -Greenpeace (México) -Grupo de Estudios Ambientales (GEA, México) -Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria (México) -Asociación Nacional de Industrias de la Transformación (ANIT, México) -Red en Defensa de los Derechos Digitales (RED3D-México) -Semillas de Vida (México) -Proyecto de Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER, México)
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