Una cultura institucional de «impunidad» conduce al maltrato de los detenidos en centros penitenciarios de Canadá, según en el Investigador Correccional. Una situación más frecuente en los establecimientos de máxima seguridad.
En su reporte anual, el investigador Ivan Zinger concluye que «las normas de la dignidad humana y el respeto de los derechos humanos en los establecimientos correccionales de Canadá son nuevamente cuestionados».
El Investigador Correccional de Canadá cita numerosos ejemplos que son «reveladores de una cultura institucional que sigue siendo demasiado rígida, defensiva y resistente al cambio».
Ivan Zinger nota, entre otras cosas, una serie de agresiones degradantes y humillantes entre detenidos en el centro penitenciario de Edmonton, en la provincia de Alberta, en el 2018.
El personal y la dirección «cerraron constantemente sus ojos cada vez que un incidente sucedía», deplora el investigador quien considera que «ellos fallaron a su obligación legal de intervenir y de proteger una población vulnerable.
Según el Investigador Correccional, Ivan Zinger, la impunidad en los centros de detención conduce a maltrato de los detenidos. FOTO : LA PRESSE CANADIENNE / ADRIAN WYLD
Uso abusivo de la fuerza
El reporte de 153 páginas también expone la existencia «de un uso abusivo de la fuerza» en el Establecimiento del Atlántico, en Nuevo Brunswick.
Esta parte del examen se basa sobre datos recogidos por la Oficina del investigador correccional. Estos permiten constatar un aumento de alegaciones de detenidos que denuncian un uso abusivo de la fuerza por parte del personal.
En este caso también, Ivan Zinger indica que a pesar de una serie de intervenciones y recomendaciones de su organización, «la cultura profesional […] parece resistir al cambio».
El reporte de 153 páginas concluye que en el Establencimiento del Atlántico hay uso abusivo de la fuerza. FOTO : RADIO-CANADA / MARC GODBOUT
El investigador recomienda que Servicio Correccional de Canadá solicite la evaluación de un experto independiente y que este determine «las causas de la cultura de impunidad que parece existir en ciertos centros de seguridad máxima».
Además, el investigador Zinger desea que se haga una evaluación externa e independiente de los servicios alimentarios del Servicio correccional, pues en su reporte el afirma que «la calidad y cantidad de la comida servida en la establecimientos son inferiores a las normas».
Respuestas «generalmente mediocres»
En una declaración escrita, la comisaria del Servicio Correccional de Canadá, Anne Kelly, precisa que la agencia federal «examinó atentamente todas las recomendaciones» y que «el organismo está trabajando sobre estos temas».
El ministro de Seguridad Pública y Protección Civil de Canadá, Bill Blair, reconoce que este reporte plantea «varias preocupaciones importantes y urgentes, incluyendo deficiencias de servicio y cuidado de poblaciones vulnerables».
Bill Blair precisa, también en un comunicado escrito, que cuenta trabajar estrechamente con la dirección de la agencia « para asegurar avances».
Sin embargo, Ivan Zinger considera que las respuestas del Servicio Correcional de Canadá y del ministerio a su reporte son «generalmente mediocres y no responden directamente a sus recomendaciones».
Con informaciones de Marc Godbout.
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