Una pareja usa máscaras faciales de protección cuando se besan, debido al brote del coronavirus. (Foto: Santiago Arcos)

Divorcios, abusos, speed-dating y Kamasutra en tiempos de pandemia

Ya no es necesario llevar a cabo experimentos para poner a prueba la tolerancia que se tienen dos humanos en preparación de un viaje a Marte. La actual pandemia del Covid-19, que ha forzado a millones de parejas en el mundo a permanecer encerrados en casa, ha demostrado toda una panoplia de reacciones.

Si China fue el primer país donde aparecieron las primeras víctimas del nuevo virus, obligando a las autoridades del gigante asiático a tomar medidas de aislamiento social draconianas, ese país también fue el primero en dar noticia de los estragos maritales causados por la pandemia.

Tan pronto las parejas comenzaron a salir de la cuarentena ordenada, muchas de ellas se dirigieron a las oficinas del Centro local de registros de matrimonios para iniciar el trámite de divorcio, que dura unos 40 minutos en ese país. Según reportes de Bloomberg, los divorcios en China aumentaron en un 25 por ciento a causa del encierro forzado.

Aunque la infidelidad solía ser la principal razón para pedir un divorcio, ahora es la falta de espacio, explicó Steve Li, un abogado especializado en casos de divorcio en Shanghái, destacando que «cuanto más tiempo pasan juntas las parejas, más se odian», añadiendo que «la gente necesita espacio. No sólo para las parejas. Esto se aplica a todo el mundo.»

Por su parte, el Fondo de Población de las Naciones Unidas destacó que la violencia de género aumenta a causa de la pandemia y que los refugios para mujeres necesitan apoyo.

Megan Walker, directora ejecutiva del Centro de Mujeres Maltratadas de London, en la provincia de Ontario, declaró a Jane Gerster, de la red Global News que en el caso de mujeres que temen ser abusadas, el centro tiene apenas diez segundos para planificar medidas de seguridad para tratar de protegerlas, ya que, debido a la pandemia, ellas se encuentran encerradas con sus abusadores.

Según la abogada feminista Pamela Cross, aunque el quedarse en casa es importante para detener la propagación del Covid-19, esta medida le cae como anillo al dedo a muchos abusadores.

“Es mucho más fácil para un abusador aislar socialmente a su pareja cuando ella no puede ir a trabajar porque tiene que cuidar a los niños como consecuencia del cierre de la escuela y cuando no puede reunirse con sus amigos o no puede tener un descanso de la compañía de su pareja llevando a los niños a la biblioteca o al centro comunitario porque estos lugares también están cerrados”, dice la abogada Pamela Cross en un artículo publicado en la publicación digital The Lawyers’s Daily.

Una de las primeras medidas de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, fue destinar 50 millones de dólares para los refugios para mujeres y centros de atención a las víctimas de agresiones sexuales para que estas entidades puedan seguir llevando a cabo su trabajo en tiempos de propagación del Covid-19.

El Primer Ministro Justin Trudeau se dirige a los canadienses sobre la situación de COVID-19 desde Rideau Cottage en Ottawa el miércoles 25 de marzo de 2020. (Sean Kilpatrick/PRENSA CANADIENSE)

En la ciudad de Winnipeg, Manitoba, Carolyn Klassen, terapeuta matrimonial y familiar de Conexus Counselling, destacó que las consecuencias de la pandemia en las relaciones de pareja eran algo inevitable. «Al igual que el mundo entero, estamos experimentando niveles de estrés relacionado con el virus Covid-19”

Los factores causantes del stress vinculados a la pandemia son varios, explicó Klassen en un artículo de Rachel Bergen: «No podemos ver el virus. No podemos gritarle, por lo que se corre el riesgo de que acabemos desquitándonos los unos con otros. Entonces no se trata sólo del miedo a contraer el virus», dijo la terapeuta matrimonial. 

Klassen señala que a este cuadro se suma el miedo a la pérdida de ingresos, a lo que depara el futuro, el no saber cuánto tiempo va a durar esta situación.

La situación de las parejas que no viven juntas es también otro drama sentimental. Quieren estar juntas, pero no pueden, aunque vivan en la misma ciudad. En otras épocas el único consuelo habría sido recurrir a las palomas mensajeras. Afortunadamente el internet salva las distancias.

Como a falta de tortas buenos son los panes, este período de aislamiento es en parte aliviado por las posibilidades tecnológicas de comunicación, que está llevando a muchas parejas a descubrir los méritos del “sexting”, o sexteo en español, que es una contracción de dos palabras sexo y textear, un anglicismo producto de la tecnología. El sexteo consiste en el envío de mensajes, imágenes y videos personales de carácter sexual, erótico o más, mediante el teléfono celular.

Mientras los unos se divorcian, los otros buscan el flechazo de Cupido en tiempos de pandemia. Tales las posibilidades que abre el tener al alcance un teclado donde lanzarse a la conquista amorosa.

Carolyn Alexander, fundadora del sitio de encuentros “Singles in the Peg”, o Solteros en el colgador en Winnipeg, tiene un mensaje para los que quieren conseguir una pareja: «No dejes que el Covid-19 te impida encontrar el amor de tu vida, porque todavía hay caminos que puedes recorrer”, eso sí, electrónicamente, dadas las circunstancias.

Para quienes el “speed dating” o las citas rápidas son eso: muy rápidas, existen otras posibilidades explica el artículo de Rachel Bergen. El año pasado, la aplicación para encuentros amorosos, Bumble sacó la opción del video chat entre parejas, algo ideal para las personas que quieren dar el siguiente paso con alguien que les interesa… pero manteniendo la distancia física.

Otra aplicación para los encuentros románticos es Hinge, que ofrece varias opciones para las personas que no pueden verse pero que quieren pasar tiempo juntas. Por ejemplo, cocinar la misma comida, el hacer llegar comida favorita a la casa de la otra persona, jugar juegos o mostrar a la otra persona el lugar donde uno vive mediante el video chat.

Para otras parejas que no quieren saber nada del divorcio, esta pandemia y el tener que quedarse en casa porque así lo ordenan las autoridades, es la ocasión perfecta para una lectura aplicada del antiguo texto hindú del Kama-sutra. Eso sí evitando dislocaciones u otros accidentes que obligue a los amorosos a llamar a una ambulancia, porque acabar en el hospital en nombre del amor en estos días está fatal.

Fuentes: Daily Mail/CBC/UNFPA/The Lawyer’s Daily/RCI

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