Según datos de diversos organismos, América Latina es la región del mundo que tiene los índices más altos de homicidios si se deja de lado las zonas de guerra.
Sin embargo, la llegada del COVID-19 y su subsecuente confinamiento que tuvo como resultado la prohibición de circular en calles, llevan a reducir las oportunidades de realizar crímenes.
Pero al mismo tiempo, algunos países reportan que durante la cuarentena se ha registrado un aumento de la violencia contra las mujeres que comparten el encierro con sus agresores.
- Un oficial de policía municipal pasa junto a una pintura de San Oscar Arnulfo Romero (1917-1980) frente a la Catedral Metropolitana de San Salvador el 23 de marzo de 2020 durante el 40 aniversario de su asesinato. – La población de El Salvador está bajo bloqueo total como medida para prevenir la propagación del nuevo coronavirus, COVID-19. (Foto de MARVIN RECINOS / AFP) (Foto de MARVIN RECINOS / AFP a través de Getty Images)
En sitios como El Salvador o México, el virus ha sacado de circulación a algunos criminales que han preferido refugiarse en sus casas para evitar contagiarse con el virus.
Incluso en otros países como Brasil, las bandas criminales mismas han desarrollado estrategias para evitar contagios imponiendo por ejemplo toques de queda en las favelas y regiones bajo su control. Resultado? Fuerte disminución de la tasa de criminalidad.
Según datos manejados por una investigación del NY Times, El Salvador muestra una reducción de 50% del número de asesinatos al igual que Honduras, Colombia y el estado de México.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, informó que los delitos se redujeron en un 84%. Pero a fines de marzo se registraron casos de 538 mujeres agredidas.
Una vista aérea de una región de Cinelandia casi vacía, la avenida Rio Branco y el teatro municipal en el centro de la ciudad durante un bloqueo destinado a detener la propagación de la pandemia de coronavirus (COVID-19) el 24 de marzo de 2020 en Río de Janeiro, Brasil. La ciudad estâ vacía. (COVID-19) (Foto de Buda Mendes / Getty Images)
Por ejemplo en Colombia, en la semana del 20 de marzo hubo 91 homicidios en comparación con los 206 registrados durante el mismo periodo el año pasado.
En Argentina, desde que se les ordenó a los ciudadanos que no salgan de sus casas a mediados de marzo, los robos en la capital del país han caído casi 90 por ciento, de un promedio de 225 por día a 30.
Mientras que las cifras de feminicidios alcanzan proporciones alarmantes. Es lo único que no disminuye.
Un miembro de la policía militar usa una máscara facial como medida preventiva contra la propagación del nuevo coronavirus, COVID-19, mientras patrulla las calles desiertas de Bogotá, el 25 de marzo de 2020. – Colombia comenzó un cierre general obligatorio de 19 días la madrugada del miércoles para tratar de controlar la pandemia de COVID-19. (Foto de Juan BARRETO / AFP) (Foto de JUAN BARRETO / AFP a través de Getty Images)
La criminalidad disminuye también en Quebec
David Décary-Hétu es profesor Asociado de la Escuela de Criminología de la Universidad de Montreal. Él dice que la delincuencia, en el sentido más amplio, ha disminuido en Quebec en el último mes. Y afirma que la delincuencia se verá afectada por la actual pandemia. Salvo…. aquella relacionada con los casos de fraude cibernético que van en aumento.
“Las pocas cifras que hemos visto ya nos muestran que hay varios tipos de delitos -podemos pensar en los delitos contra las personas- que serán mucho más bajos en este momento que los que hemos visto en el pasado. Obviamente, porque si las personas ya no se ven, es más difícil atacarse mutuamente «, señala el especialista.
En otras partes del mundo también retrocede
En Estados Unidos, algunas ciudades como Chicago señalan que los arrestos por narcotráfico han bajado de 42% debido a la cuarentena. En Gran Bretaña, los delitos disminuyeron un 28% en todo el país.
Nueva York, el epicentro de la pandemia en Estados Unidos, también está experimentando una disminución de dos dígitos en la delincuencia.
Claro que la delincuencia no va a desaparecer, más bien se está transformando. Hay tráfico de barbijos, falsas vacunas, estafas en Internet, remedios milagrosos…y la lista irá ensanchándose.
NY Times, Radio Canadá, Clarín-Univision
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