El Ramadán en 2020 en Canadá ya no será como antes. En la foto fieles musulmanes participan en las oraciones de la tarde del último viernes de Ramadán en la mezquita de Baitul Islam en Vaughan,, en la provincia de Ontario. (Foto: Canadian Press /Cole Burston)

Musulmanes en Canadá celebran el Ramadán en medio de la pandemia

Hay una frase popular que dice que, para entender a otra persona, hay que ponerse en los zapatos de ella, algo que es una concepción básica de lo que se conoce como empatía. Aunque existe una larga lista de descripciones del Ramadán en el Corán, el texto sagrado de la fe musulmana, para algunos practicantes de esta religión, durante el mes de ayuno se trata de sentir lo que sienten los que no tienen qué comer y compartir los alimentos de manera comunal tras ponerse el sol.

El mes del Ramadán, el noveno mes del calendario islámico, tiene fechas variables. En este año 2020, este mes, que se caracteriza por el ayuno en conmemoración del profeta Mohammed, empezó en Canadá el 24 de abril y se extenderá hasta el 23 de mayo.

Durante el Ramadán se ayuna el día entero y se come solamente tras la puesta del sol, en lo que se llama el Iftar, que es el alimento que se come de manera comunitaria, y donde la cocina de los países musulmanes alcanza sus mayores momentos de gloria culinaria.


Para los 1.800 millones de musulmanes en el mundo, el Ramadán del 2020 será irreconocible. La pandemia ha puesto fin a las oraciones colectivas en las mezquitas y no habrá reuniones ante una mesa para romper el ayuno.


Durante el mes sagrado, los musulmanes de todo el mundo observan un período de ayuno diario desde el amanecer hasta el anochecer, poniendo especial atención a la oración, la reflexión y la práctica de la caridad. En los hogares que practican esta fe en todo el mundo, las familias y los amigos se reúnen para reflexionar, romper el ayuno juntos y celebrar con una comida compartida conocida como Iftar.

En las mezquitas, los Iftars son grandes operaciones a las que pueden asistir cientos o miles de personas, y los miembros de la comunidad se reúnen para donar, cocinar y alimentar a sus seres queridos tras un largo día de ayuno.

Fieles musulmanes giran alrededor de la Kaaba, el edificio cúbico de la Gran Mezquita, en la ciudad sagrada musulmana de la Meca, Arabia Saudita. La peregrinación, un proceso conocido como Hajj, se considera una de las obligaciones más importantes que debe cumplir un musulmán. Cada seguidor de la religión que tenga el dinero y la salud para completar el viaje a la Meca está obligado a hacerlo una vez en su vida. (Foto Canadian Press /AP / Amr Nabil)

En Arabia Saudita, país donde se encuentran las ciudades sagradas de La Meca y Medina, los musulmanes sólo podrán rezar en casa durante el Ramadán. Así lo anunció a mediados de abril el ministro saudí de asuntos islámicos, Abdul Lateef al-Sheikh. Esta medida será mantenida hasta que la pandemia del coronavirus haya amainado.

En todas las mezquitas, como en la Gran Mezquita de La Meca, donde se encuentra la Kaaba, el lugar de peregrinación más importante en la fe musulmana, las oraciones en grupo han sido suspendidas desde el 19 de marzo en un intento de contener la pandemia.

Para los musulmanes en Canadá, el Ramadán significa ahora instalarse frente a las pantallas de televisores y computadoras para seguir a distancia los ritos religiosos del mes sagrado.

Para Umair Ahmed Khan, un imán en Columbia Británica, el guardar la distancia y estar separados será una prueba de fe. «Esta pandemia está dando a los musulmanes la oportunidad de practicar la autodisciplina», señaló.



En Toronto, Akber Ali, director de divulgación comunitaria del grupo de caridad islámico Penny Appeal Canada, decidió organizar una serie de reuniones religiosas virtuales nocturnas con prominentes estudiosos y figuras musulmanas de todo Canadá, en un intento de recrear la atmósfera de la congregación a los hogares de la gente con ayuda de la tecnología.

Justo antes de que se ponga el sol, se recitará la llamada a la oración, marcando el final del ayuno, para enseguida pasar al Iftar, que comienza a menudo sirviéndose dátiles y agua, antes de realizar la oración de la tarde.

Esta organización de caridad islámica, Penny Appeal Canada en Toronto, ha donado más de 4.000 bolsas de socorro para familias en todo Canadá, independientemente de su religión o etnicidad. También ha iniciado una campaña de recolección de equipo de protección personal para los refugios y centros de salud locales, y espera recaudar dinero para apoyar a las mezquitas pequeñas y medianas que enfrentan dificultades financieras al haber desaparecido sus congregaciones, prácticamente de la noche a la mañana, a causa de la cuarentena.

Una pareja musulmana en el Iftar, la comida del atardecer cuando los musulmanes rompen su ayuno en el mes sagrado del Ramadán frente al edificio del Sultán Abdul Samad en Kuala Lumpur, Malasia. Debido a la pandemia de coronavirus, Malasia, Brunei y Singapur han prohibido los populares bazares del Ramadán en los que los vendedores ambulantes venden alimentos y bebidas en mercados al aire libre o en puestos al borde de la carretera. En la Malasia predominantemente musulmana, los vendedores están planeando ahora poner sus negocios en línea a través de aplicaciones móviles o plataformas digitales proporcionadas por las autoridades locales durante el mes de ayuno. (Foto AP/Daniel Chan, Archivo)

«El Ramadán es un mes espiritual para los musulmanes», dijo Akber Ali. «Es un mes para muchas cosas diferentes, en primer lugar, para fortalecer nuestra conexión con el creador. Y, en segundo lugar, el Islam nos enseña, al igual que todas las grandes religiones, a cuidar de nuestros vecinos.»

En el Centro Comunitario Jaffari de Toronto, el imán Sayyid Rizvi explicó que la pandemia está poniendo de relieve lo importante que es el dar al prójimo durante el Ramadán. La mezquita de Rizvi donó recientemente equipo de protección personal por valor de 25.000 dólares a un hospital local y tiene previsto aumentar la recaudación de fondos durante el Ramadán.


«(La pandemia) es un problema humano. No conoce de raza ni de religión», dijo Rizvi, que también organizará seminarios virtuales con otros imanes de la comunidad.


En la provincia de Nueva Escocia, donde las familias de al menos 22 personas están de duelo tras un devastador tiroteo masivo que dejó a la provincia en estado de shock, el imán de Halifax Abdallah Yousri, es uno de los líderes religiosos que participará en la creación de un mensaje por internet en apoyo a la comunidad golpeada por la tragedia.

Fuentes: CBC / S. Nasser / Middle East Eye / Canadian Press / RCI

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