El primer ministro Justin Trudeau se reúne con el presidente chino, Xi Jinping, en la casa de huéspedes Diaoyutai State en Beijing, China, el martes 5 de diciembre de 2017. (Sean Kilpatrick / Canadian Press)

Canadienses consideran que China no fue transparente sobre la pandemia

Uno de los principales rasgos de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que duró aproximadamente desde 1947 hasta 1991, fue el choque de dos modelos de economía.

Por un lado, los países occidentales defendían la noción de “libertad de empresa”, la no injerencia del Estado y el libre juego de la oferta y la demanda. Por otro lado, los países soviéticos propugnaban más bien un modelo de economía planificada, centralizada y con plena participación del Estado.

Esta pugna de modelos económicos entre Moscú y Washington acabó con la simbólica caída del Muro de Berlín en 1989. Para 1992, economistas políticos como Francis Fukuyama señalaban que, con el triunfo de las democracias liberales occidentales, la humanidad había alcanzado el fin de la historia.

Guardias fronterizos de Alemania Oriental son vistos a través de un hueco en el muro de Berlín después de que los manifestantes derribaran un segmento del muro en la puerta de Brandenburgo el 11 de noviembre de 1989. (Foto: Lionel Cironneau/Associated Press)

A 30 años de esa llamada victoria del modelo económico capitalista occidental, la crisis del coronavirus, que ha paralizado las economías en el mundo, ha hecho más evidente que el mundo se encuentra en medio de una nueva forma de guerra fría, esta vez entre China y Estados Unidos.

Algunos signos de esa pugna entre ambas potencias son el duelo de tarifas y sanciones entre Washington y Beijing, las masivas inversiones de China en proyectos de infraestructura en África y América Latina para ganar influencia internacional, la feroz oposición estadounidense a la expansión de la tecnología de comunicaciones 5G de la compañía china Huawei en otros países, incluyendo Canadá, las divergencias en el Consejo de Seguridad de la ONU; la negativa de China de aceptar las sanciones estadounidenses contra Irán y Venezuela. A esto se suma la constante fricción militar en las aguas del Mar de China entre los ejércitos de ambos países.

Trump da la mano a regañadientes al presidente chino Xi Jinping antes de reciente tensión comercial entre ambas potencias. (Foto: Qilai Shen/Bloomberg)

Las constantes descargas verbales del presidente Donald Trump y su Secretario de Estado, Mike Pompeo contra China, que acusan al país asiático de ser el responsable de la pandemia, también hacen parte de los noticieros en Canadá.


Repitiendo las palabras del ex director de la CIA y actual Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, el primer ministro de la provincia de Alberta, Jason Kenney, inclusive llegó a pedir que el rol de China en la pandemia sea investigado y que tiene que haber un “ajuste de cuentas” por su conducta, ya que Beijing contribuyó a la propagación y la escala de la pandemia mundial. El Consulado de China en esa ciudad respondió recordándole que solo era un primer ministro de provincia.


Es en este contexto que una reciente encuesta llevada a cabo por el Instituto Angus Reid, que se dedica a sondear la opinión pública canadiense, encontró que la simpatía de los canadienses hacia China está por los suelos.

El 85 por ciento de los canadienses dicen que el gobierno chino no ha sido honesto o transparente sobre la pandemia del Covid-19.

Apenas el 14 por ciento de los adultos en Canadá tienen una opinión positiva de China. Hace seis meses, mucho antes de la eclosión de la pandemia, esa cifra llegaba al 29 por ciento.

El Secretario de Estado Mike Pompeo acusa a China de ser responsable de la pandemia.
(Foto: MANDEL NGAN/AFP/Getty Images)

Según la firma Angus Reid, este deterioro ocurre en momentos en que Beijing enfrenta acusaciones de la inteligencia de Estados Unidos que sostienen que las autoridades chinas ocultaron intencionadamente la gravedad del brote del Covid-19 en los primeros días de la pandemia. El Secretario de Estado Mike Pompeo declaró que China es responsable de la propagación de la enfermedad y que debe rendir cuentas.

Otras voces también han expresado su escepticismo con respecto al verdadero número de contagiados y muertos por la enfermedad en China.


La encuestadora canadiense encontró que la opinión canadiense favorable hacia China ha disminuido significativamente desde que ese gobierno arrestó y detuvo a dos canadienses en prisión, esto en represalia por la detención en Canadá de Meng Wanzhou, una ejecutiva del gigante chino de tecnologías de comunicación Huawei. Esa detención se llevó a cabo a pedido del gobierno de Trump, que busca sancionar a aquellas compañías que hacen negocios con Irán. Muchos observadores critican la aplicación extraterritorial de leyes domésticas estadounidenses.

Meng Wanzhou, ejecutiva de la gigante de comunicaciones Huawei fue detenida en Vancouver a pedido de Trump. Ella se encuentra en libertad bajo fianza, bajo arresto domiciliario parcial y obligada a llevar una argolla de vigilancia electrónica cuando sale de su casa para asistir al tribunal. (Darryl Dyck/La prensa canadiense)

En cuanto a sanciones contra China, apenas el 11% de los canadienses dice que Canadá debería centrar sus esfuerzos comerciales en China, en comparación con el 40% en 2015. Además, cuatro de cada cinco personas consultadas dicen que Canadá debería impedir que la empresa china Huawei participe en la construcción de la nueva infraestructura 5G en este país, tal como lo desean el gobierno de Trump, así como las empresas estadounidenses que desarrollan la red 5G y que ven una amenaza en la competición tecnológica china.

Otros resultados de la encuesta sobre la percepción que tiene la población sobre China revelan que tres de cada cuatro canadienses dicen que Canadá debería priorizar los derechos humanos y el estado de derecho por encima de las oportunidades económicas.

Si la percepción de los canadienses sobre China ha decaído, lo mismo ha ocurrido con Estados Unidos, ya que la visión favorable de los canadienses hacia el vecino al sur ha caído a un 38 por ciento, cifra que es un récord en los 40 últimos años.

En la lista de los socios comerciales favoritos de los canadienses, la Unión Europea ocupa el primer lugar con el 52 por ciento. El 37 por ciento de los canadienses apoyan al comercio con Estados Unidos.

Fuentes: CBC / Angus Reid Institute / Canadian Press / RCI

Categorías: Internacional, Política
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