Image satelital del huracán Dorian, el 2 de septiembre mientras se dirigía hacia Bahamas. (Foto by NOAA via Getty Images)

Canadá se prepara para la temporada de tormentas en medio de la pandemia

Consecuencia del recalentamiento del planeta, causado en gran parte por el uso de combustibles fósiles, las tormentas y huracanes han mostrado en diversas regiones del mundo una mayor intensidad, así como una alteración de sus patrones habituales.

El pasado viernes, durante una sesión informativa anual, el Centro Canadiense de Huracanes advirtió sobre la llegada de otra activa temporada de huracanes. Bob Robichaud, uno de los principales meteorólogos del país, dijo que la pandemia del Covid-19 podría dificultar la preparación de la población para lo que podría ser una larga serie de tormentas tropicales.

«Creo que este año va a ser especialmente importante completar los preparativos antes de la llegada de las tormentas debido a todas las demás situaciones a las que nos enfrentamos», dijo Bob Robichaud.


«Lo que solemos ver cuando se acerca una tormenta, uno o dos días antes de la llegada de la tormenta, son colas de gente comprando en las tiendas. Eso es lo que realmente queremos evitar este año, acabar atrapado en una de esas colas.»

Bob Robichaud, meteorólogo del Centro Canadiense de Huracanes.


Una foto tomada desde la Estación Espacial Internacional por el astronauta Ricky Arnold muestra al huracán Florencia sobre el Océano Atlántico en la madrugada del 6 de septiembre de 2018. Foto tomada el 6 de septiembre de 2018. Cortesía de @astro_ricky/NASA/Handout via REUTERS

El meteorólogo canadiense explicó que hay un número de factores que explican la predicción de una temporada activa de tormentas, incluyendo el hecho de que las temperaturas de la superficie del océano están por encima del promedio. Cuanto más cálida es el agua, más energía existe para alimentar una tormenta.

Además, la reducción de la cizalla vertical del viento sobre el Atlántico hará menos probable que las tormentas tropicales se separen mientras están formándose y creciendo en tamaño.

La cizalladura o cortante del viento es la diferencia que registra la velocidad del viento o su dirección entre dos puntos en la atmósfera terrestre. Dependiendo de si los dos puntos están a diferentes altitudes o en diferentes localizaciones geográficas, la cizalladura puede ser vertical u horizontal.

Por su lado, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), en Estados Unidos, también predijo una temporada de huracanes en el Atlántico por encima de lo normal.

La entidad estadounidense hizo saber el pasado jueves que espera que este año se produzcan entre 13 a 19 tormentas con nombre, de las cuales de 6 a 10 podrían convertirse en huracanes. El promedio de tormentas con nombre es de 12, de las cuales seis se convierten en huracanes.

La NOAA también predijo entre tres a seis grandes huracanes que tendrán vientos de hasta 178 kilómetros por hora o más. En una temporada promedio, sólo tres grandes tormentas se desarrollan en las aguas del Atlántico.

La temporada de huracanes del año pasado también registró una gran actividad, con un total de 18 tormentas con nombre y tres grandes huracanes.

Un avión de transporte CC-130J Hercules de la Real Fuerza Aérea del Canadá se prepara para salir hacia las Bahamas a fin de prestar apoyo humanitario tras el huracán Dorian, en la Base de las Fuerzas Canadienses de Trenton, Ontario (Canadá). (Foto: Cpl Rob Stanley/8 Wing Imaging/RCAF/Handout vía REUTERS)

Uno de los huracanes de mayor fuerza destructiva fue el Dorian, que causó la devastación y muerte en las Bahamas, dejando a su paso 70 fallecidos antes de continuar su curso hacia las provincias marítimas canadienses el 7 y 8 de septiembre de 2019.

Los vientos huracanados del Dorian dejaron sin electricidad a las tres provincias, dejando a más de 500.000 hogares y negocios en la oscuridad durante una semana y causando daños estimados en unos 140 millones de dólares, dos tercios de los cuales fueron reportados en Nueva Escocia.

Aunque Dorian se convirtió en una tormenta post-tropical al tocar tierra al oeste de Halifax, sus vientos sostenidos alcanzaron los 145 kilómetros por hora, haciendo que la fuerza de esta tormenta sea casi igual a la de un huracán de categoría 2.

Partes del sudeste de Nuevo Brunswick, el este de la Isla del Príncipe Eduardo y el oeste de Nueva Escocia recibieron hasta 160 milímetros de lluvia.

Pese a las recientes predicciones, el meteorólogo Robichaud dijo el viernes que sólo hay una ligera correlación entre el número de tormentas que se forman en el Atlántico y el número de tormentas que realmente llegan a territorio canadiense.

«En cualquier año puede haber una tormenta dañina que afecte a Canadá», dijo Robichaud, del Centro Canadiense de Huracanes.

Como ejemplo, señaló la agitada temporada de 2010. Aunque hubo 19 tormentas con nombre ese año, sólo tres se dirigieron a la costa este de Canadá. Sin embargo, dos de esas tormentas fueron huracanes que tocaron tierra: Earl e Igor.

La temporada de huracanes del año pasado registró un total de 18 tormentas con nombre y tres grandes huracanes.(Foto: Radio-Canada/Jérôme Bergeron)

«No siempre se puede calcular el número total de tormentas que se predicen», dijo Robichaud. «Tienes que prepararte de la misma manera cada año, como si una de esas tormentas fuera a tener un impacto».

Aunque la temporada de huracanes del Atlántico va del 1 de junio al 30 de noviembre, la primera tormenta tropical del 2020, llamada Arthur, se formó frente a la costa este de EE.UU. el martes y se extinguió en medio del océano el pasado jueves por la mañana.

Fuente: CBC / M. MacDonald / Canadian Press / RCI

Categorías: Medioambiente y vida animal, Sociedad
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