Niña indígena juega frente a su casa en la Reserva indígena de Attawapiskat, Ontario. Las condiciones de vida en las reservas hacen difícil enfrentar la pandemia del Covid-19. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Nathan Denette)

Indígenas canadienses necesitan agua y vivienda ante la pandemia

Al igual que en las zonas pobres de América Latina, donde la falta de una vivienda adecuada y de acceso al agua potable para lavarse las manos hacen difícil la lucha contra la pandemia, una situación similar enfrentan algunas comunidades indígenas en la provincia de Manitoba.

Una investigación del Centro Canadiense de Políticas Alternativas (CCPA) examinó las condiciones de la vivienda, la infraestructura del agua potable y el acceso a los servicios de emergencia entre las Primeras Naciones del norte de Manitoba, incluidas las Primeras Naciones de Wasagamack y Garden Hill. Todavía no se conocen casos de Covid-19 en esta región.

Basándose en estudios sobre la infraestructura de agua entre 2003 y 2018, el informe presenta una historia del acceso limitado a agua limpia en las reservas de todo el Canadá, y destaca la frecuencia de la escasez de agua en Wasagamack, incluyendo el cierre del sistema de tratamiento de agua de la comunidad a principios de este mes.


«Pedir a la gente que se lave las manos y se aísle en hogares donde vive un gran número de gente bajo el mismo techo, sin agua corriente, es como pedir a las personas que no pueden comprar un pan que coman un pastel», dice el informe, publicado el miércoles por el CCPA.


En 2018, algo más de la mitad de los hogares en la reserva indígena de Garden Hill disponían de suministro de agua por tubería. Un 27% de la población utilizaba cisternas o almacenaba agua en tanques y un 21% utilizaba agua embotellada o acarreaba cubos a sus casas, según los datos del informe.

Nigel Nakogee, de 17 años, sostiene un cartel frente a la oficina de la banda de Attawapiskat el 9 de julio de 2019, en protesta por los problemas de calidad del agua de la comunidad. (Foto: Rosie Koostachin/Facebook)

Un ejemplo de esta situación es la de Whiteway, quien vive con siete miembros de su familia en una casa de tres habitaciones. Ella cuenta que su cisterna, que se encuentra junto a una fosa séptica poco fiable, se seca con frecuencia debido a la cantidad de personas que usan el agua para ducharse y para el tanque de la sala de baño.

«No se les puede decir que no se duchen o se laven porque no hay agua. Algunos no se distancian [físicamente], porque no creen que [la pandemia] sea grave. Es muy difícil», explicó Nora Whiteway de la Primera Nación Wasagamack.

El informe del Centro Canadiense de Políticas Alternativas estableció que las condiciones de hacinamiento limitan la higiene personal y el distanciamiento físico.


En 2016, el Departamento de Estadísticas de Canadá determinó que el 37% de los indígenas que vivían en las reservas lo hacían en viviendas que no tenían suficientes dormitorios para el tamaño y la composición del hogar. En las reservas de las Primeras Naciones de Wasagamack y Garden Hill las tasas de personas por habitación eran respectivamente 24 y 22 veces más altas que el promedio nacional.


Nora Whiteway también explicó que le preocupa que Wasagamack no tenga las instalaciones para brindar atención médica a las personas en caso de que se enfermen, señalando que el hecho de que no existe un hospital cerca causa temor.


“El problema que tenemos aquí es que las enfermeras vienen a trabajar en rotación [desde otras partes de la provincia], y siguen trabajando por turnos Nos preocupa la posibilidad de que ellas nos traigan ese virus.”

Nora Whiteway de la Primera Nación Wasagamack.


En las grandes ciudades como Montreal y Toronto, fue precisamente la rotación del personal de los centros de cuidados a las personas de la tercera edad la que causó la mortandad en estos lugares.

Para Shirley Thompson, coautora del informe y profesora en el Instituto de Recursos Naturales de la Universidad de Manitoba, abordar los problemas de infraestructura en las reservas indígenas es una cuestión de vida o muerte.

El informe del Centro Canadiense de Políticas Alternativas (CCPA) que examinó las condiciones de la vivienda en reservas indígenas de Manitoba encontró que el hacinamiento es un grave problema. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Nathan Denette)

Ella explicó que las comunidades indígenas en el país enfrentan un «triple peligro», debido a los problemas de acceso al agua, a la vivienda adecuada y el hecho de que tanto a los proveedores de servicios como a los trabajadores que explotan los recursos se les siga permitiendo ingresar a esas zonas, sin respetar las restricciones de viaje y los cierres ordenadas por las Primeras Naciones.

En 2009 la gripe H1N1 mató a 11 personas en la provincia de Manitoba, tres de las cuales eran miembros de la Primera Nación Garden Hill. Cientos de personas de la zona de Island Lake cayeron enfermas y algunas fueron admitidas en un hospital de Winnipeg en estado crítico.

Tras el brote de la gripe H1N1, el gobierno federal pagó la instalación de cisternas de agua, el alcantarillado y las cañerías interiores de algunas de las viviendas de las comunidades. Sin embargo, según Shirley Thompson, coautora del informe del Centro Canadiense de Políticas Alternativas (CCPA), el servicio y mantenimiento irregular de esos servicios han sido un problema en la última década.

«La crisis del H1N1 [fue] más que una advertencia. Murieron personas, cientos de personas se enfermaron… y se dio una solución inadecuada y de bajo costo», dijo Thompson.

Por su lado, el Departamento de Servicios a los Indígenas destacó que su enfoque frente a la pandemia del Covid-19 es diferente al desarrollado frente a la gripe del H1N1 en 2009.


Entre las recomendaciones propuestas por la investigación del Centro Canadiense de Políticas Alternativas se incluyen el que las decisiones de los líderes de las Primeras Naciones de bloquear o restringir los viajes hacia y desde sus comunidades sean respetadas y apoyadas por los departamentos federales; que exista colaboración entre los proveedores de servicios como los trabajadores de la salud y las fuerzas del orden, que ellos continúen prestando servicios respetando las restricciones de acceso a las comunidades indígenas.


Otra de las recomendaciones del informe del CCPA es que los trabajadores en la explotación de recursos naturales sean designados como no esenciales, lo que prohibiría su ingreso a los territorios de las comunidades indígenas.

Varias reservas indígenas en Canadá han instalado puesto de control en las carreteras para protegerse del Covid-19. Este es un punto de control en Green Lake, Saskatchewan, a finales de abril. Hay restricciones de viaje hacia y dentro del norte de Saskatchewan debido a COVID-19. (Foto: Don Somers/CBC)

También se recomienda un financiamiento especial para hacer frente a la falta de infraestructura, a través de organizaciones dirigidas por indígenas, así como el establecimiento de programas sostenidos para garantizar la seguridad alimentaria, el acceso a equipos de caza y pesca, la entrega de agua limpia y combustible extra para llevar a cabo las entregas de agua.

Según el Centro Canadiense de Políticas Alternativas, todas estas recomendaciones deben ser llevadas a cabo por o en asociación con las organizaciones de las Primeras Naciones para «desarrollar capacidades, el empresariado social y apoyar la autodeterminación de los pueblos indígenas», dice el informe.

Fuentes: CBC / N. Meloney / Canadian Press / RCI

Categorías: Indígenas, Política, Salud, Sociedad
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