Un nuevo bebé fue visto nadando con una orca residente del sur en peligro de extinción hacia su residencia de verano en el mar de Salish. (John Forde y Jennifer Steven)

Las orcas regresan a los años 80 para alegría de los científicos canadienses

Debido a las restricciones impuestas para frenar el avance del nuevo coronavirus, el panorama turístico altamente rentable que se ha desarrollado  alrededor de las aguas de la costa oeste en la provincia de Columbia Británica se modificó sustancialmente.

Hoy se puede ver a la distancia en los puertos deportivos yates anclados desde hace varias semanas. Los viajes en ferry en esa zona han disminuido en un 80 por ciento y los negocios de avistamiento de ballenas no han podido sobrevivir a los cierres por la pandemia Covid-19. No más cruceros ni petroleros.  Para los científicos es una oportunidad única de poder llevar a cabo sus investigaciones en un ambiente que solía existir hace 40 años.

El grupo Ocean Networks Canada, que monitorea el ruido de los barcos en interacción con los sonidos producidos por mamíferos marinos como las orcas, cree que los cambios beneficiarán a los animales.

Los científicos estiman que hay una reducción del ruido de alrededor del 75%, una noticia que los colma de felicidad debido a que, desde hace años luchan por la disminución del tráfico marino en varias zonas de la costa oeste que bordea Columbia Británica.

Ante ellos ahora se presenta una rara oportunidad de poder investigar el impacto que esas aguas quietas tienen sobre las orcas.

Y afirman que un océano más tranquilo podría ayudar a sacar a las ballenas asesinas residentes en el sur del Mar de Salish de la lista de especies en peligro de extinción. Hasta ahora carecían de datos suficientes para cuantificar esta teoría.

Las orcas usan señales audibles para comunicarse, detectar a sus presas y obtener información sobre su entorno. Estos animales producen una variedad de sonidos, incluidos sonidos cortantes de ecolocalización para comida y movimiento, y señales en forma de pulsos o silbidos cuando interactúan entre sí. Se cree que la producción de sonidos distintivos juega un papel importante en la dinámica social de los grupos que se mueven y se alimentan juntos. Las orcas parecen utilizar la ecolocación con mucha frecuencia para localizar y capturar a sus presas. Los estudios sobre la estructura de los sonidos cortantes de ecolocalización y la energía acústica de los mismos sugieren que pueden detectar el salmón chinook a distancias de aproximadamente 100 m en condiciones normales, y esta distancia disminuye a medida que aumenta el ruido ambiental bajo el agua.

-Pescas y Océanos Canadá

El Mar Salish, que muestra el Océano Pacífico abierto en la parte inferior izquierda, y desde allí, hacia el interior: el Estrecho de Juan de Fuca; Puget Sound en la esquina inferior derecha; hacia el norte, el ancho Estrecho de Georgia; y en el extremo norte de ese estrecho, el estrecho de Johnstone. El sedimento del río Fraser es visible como un penacho verdoso en el estrecho de Georgia..

El Mar Salish frente a la costa oeste de Canadá es un mar interior salpicado de islas por donde transitan los buques de carga para atracar en los concurridos puertos cerca de Vancouver, en Columbia Británica y Seattle, en el estado de Washington, EEUU.

El Mar Salish también es el hogar de las icónicas orcas, y normalmente, es un lugar increíblemente ruidoso.

“Pensamos que el entorno más tranquilo ayudará a las orcas a comunicarse, socializar, navegar y, lo más importante, encontrar comida », dice Richard Dewey, subdirector del departamento de ciencias de Ocean Networks Canada.

Ocean Networks Canada es una iniciativa de la Universidad de Victoria, Columbia Británica, que opera los NEPTUNE y VENUS, que son observatorios oceánicos en el noreste del Océano Pacífico y el Mar Salish. Además, Ocean Networks Canada cuenta con observatorios comunitarios más pequeños en alta mar operados desde Cambridge Bay, territorio de Nunavut, y Campbell River, Kitamaat Village y Digby Island en Columbia Británica. Estos observatorios recopilan datos sobre aspectos físicos, químicos, biológicos y geológicos del océano durante largos períodos de tiempo.

“Lo que estamos viendo en el Mar Salish son niveles de ruido de navegación tan bajos que no han estado presentes durante tres o cuatro décadas », dijo Dewey. Tendríamos que volver a la década de 1980 antes de escuchar un ambiente tan tranquilo ».

Una orca hembra en peligro de extinción salta del agua mientras se abre paso en Puget Sound al oeste de Seattle, Washington. Ocean Networks Canada dice que la caída del tráfico marítimo provocada por COVID-19 será una bendición para las orcas. (La Prensa Asociada)

Una de las principales preocupaciones de las orcas en peligro de extinción es que el ruido causado por la navegación aumenta y se duplica cada década, dijo Dewey.

El científico dice que los mamíferos tienen una “audición similar a la de los humanos y se comunican en una banda de frecuencia similar a la nuestra”, dijo Dewey.

Las orcas usan vocalizaciones para comunicarse dentro de su grupo, para navegar y especialmente para encontrar a su presa, dijo Dewey.

Bajo el agua, los sonidos viajan increíblemente bien. Algunas ballenas barbadas pueden llamarse entre sí a distancias de hasta decenas de miles de kilómetros. Pero las orcas se comunican en lugares más cercanos y en un registro más alto, alrededor del mismo registro que el sonido que hacen los botes pequeños o lanchas. Y esos botes interfieren en la comunicación de las orcas.

Amenazas externas e internas para las orcas

Las orcas residentes del sur solían ser más predominantes en el Mar Salish, pero ahora pasan más tiempo frente a la costa oeste de la Isla de Vancouver. (Foto: ©Gary Sutton)

«Las mayores amenazas para las orcas residentes son la reducción de la disponibilidad de presas, los contaminantes y las perturbaciones acústicas y físicas; los choques de buques también se han identificado recientemente como una amenaza. La exposición a derrames tóxicos, las interacciones con la pesca y la acuicultura y el cambio climático son otras amenazas relacionadas con los humanos que pueden afectar negativamente a la población de Orcas Residentes del Sur.

Los factores naturales también pueden afectar la supervivencia de estas ballenas. Estos incluyen: enfermedades, reducción de presas, estructura social compleja, madurez sexual tardía y baja tasa de natalidad, endogamia y atrapamiento natural.»

Fuente: Gobierno de Canadá

Los científicos están convencidos de que los ruidos fuertes provocados por los humanos aumentan las hormonas del estrés en las orcas porque tienen que gritar y no pueden comunicarse a largas distancias.

“Ellas se envían mensajes para encontrar su salmón. Es una especie de capacidad acústica muy sofisticada y cuanto más silencioso es el entorno, más exitosos son para encontrar presas».

Los científicos del Ocean Networks Canada usarán 30 hidrófonos para grabar los sonidos de las orcas cuando lleguen al Mar Salish, lo que debería suceder en cualquier momento, dijo Dewey. Los hidrófonos son dispositivos de grabación subacuáticos que registran qué tan alto hablan las ballenas cuando el ambiente es ruidoso o si simplemente dejan de comunicar.

El equipo espera que este estudio proporcione los datos necesarios para realizar cambios en las políticas y regulaciones para ayudar a los animales a sobrevivir.

Los instrumentos científicos conectados a Ocean Networks Canada se operan de forma remota y proporcionan flujos continuos de datos de libre acceso a los investigadores y al público.

Más información:

¡Buena noticia! Las orcas regresaron al puerto de Vancouver

En Canadá, primer santuario en el mundo para ballenas y delfines en cautiverio

La presse canadienne-Ocean Networks CanadaCBC-Pescas y Océanos Canadá

Categorías: Internet, ciencias y tecnologías, Medioambiente y vida animal
Etiquetas: , , , , ,

¿Encontró un error? ¡Pulse aquí!

Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.