El Deutsche Bank se ha sumado a una creciente lista de prestamistas y aseguradores europeos que ya no desean apoyar nuevos proyectos de arenas petrolíferas.
Hace dos años fue el banco más grande de Europa, HSBC Holdings que decidió cortar su financiamiento a proyectos de explotación de arenas bituminosas y más recientemente hizo lo mismo el Fondo soberano de Noruega que retiró el financiamiento a varias empresas petroleras del mundo, incluidas canadienses, por sus “inaceptables emisiones de gases de efecto invernadero”.

La planta procesadora de arenas bituminosas de la compañía Suncor en Fort McMurray, Altberta. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Jason Franson)
El Deutsche Bank con sede en Frankfurt ha endurecido su política de combustibles fósiles, dándole un nuevo marco para las actividades comerciales relacionadas con el petróleo, el gas y el carbón en todo el mundo.
Energía de carbón: para finales de 2020, el banco revisará todas sus actividades comerciales existentes en Europa y los EE.UU. con respecto a los planes de diversificación de los clientes; la revisión en Asia comenzará en 2022
Petróleo y gas: a partir de ahora, el banco ya no financiará ningún nuevo proyecto en la región del Ártico ni proyectos de arena petrolífera. A finales de 2020, el banco revisará todas sus actividades comerciales existentes en el sector del petróleo y el gas.
El banco alemán dijo que su nueva política de combustibles fósiles, con efecto inmediato, se aleja de todo lo que tenga que ver con la exploración, la producción, el transporte y procesamiento de las arenas bituminosas.
También advierte que no invertirá más en proyectos que utilicen agua fracturada en países con suministros de agua limitados.
El Deutsche Bank añadió que dejaría de financiar y realizar transacciones en los mercados de capital relacionadas con la minería del carbón a más tardar en 2025.
El banco ya ha cumplido su objetivo de reducir su exposición a los préstamos para centrales eléctricas de carbón en un 20% el año pasado y a partir de ahora no financiará ninguna nueva central eléctrica de carbón.
Una tendencia que se acentúa
Hace dos años, el banco más grande de Europa, HSBC Holdings, anunció que ya no ofrecería servicios financieros para nuevos proyectos de arenas petrolíferas ni oleoductos, decisión que llevó a la canadiense Suncor Energy con sede en la provincia de Alberta, a poner fin a todos los negocios con HSBC, incluidas sus operaciones petrolíferas convencionales en Europa.
El año pasado el gobierno noruego anunció que se retiraba del sector petrolero y de su financiamiento a varias empresas petroleras canadienses entre otras del mundo, lo que representó un duro golpe contra las energías fósiles contaminantes.
Suncor Energy se especializa en la producción de crudo sintético a partir de arenas petrolíferas.
Greenpeace Canadá reaccionó a la decisión del banco alemán señalando que la “política actualizada de combustibles fósiles del Deutsche Bank es la última llamada de atención que nos dice que continuar con el carbón, el petróleo y el gas natural hundirá nuestra economía al tiempo que desestabiliza el clima».
-Keith Stewart, Greenpeace Canadá.
“Todavía hay tiempo para proteger a los trabajadores, las comunidades y las regiones que actualmente dependen del petróleo” dice la ONG canadiense, a través del desarrollo de una nueva economía de bajo carbono.
El Deutsche Bank afirma que su política “ayudará a cumplir el compromiso colectivo del sector financiero alemán con la acción climática que el banco firmó en junio de este año, comprometiéndose a alinear sus carteras de crédito con los objetivos del Acuerdo de París”.
Más información:
Aumenta oposición a financiar un rescate de las arenas bituminosas de Alberta
La presse canadienne- Deutsche Bank-RCI
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