Imágen: Royal BC Museum.

Coronavirus: cuando las enfermedades son herramienta de discriminación

Cuando muchas personas sienten que el distanciamiento social, impuesto por la pandemia de coronavirus, se les presenta como una vivencia extremadamente difícil de soportar, puede ser el momento para recordar otras experiencias de “encierro” que, además, aparecen emparentadas con actitudes de racismo.

La Isla D’Arcy, en la provincia de Columbia Británica, en la costa oeste canadiense, encierra una historia en la que el enclaustramiento obligatorio y la segregación estuvieron presentes.

El tema es el sujeto de una investigación llevada a cabo por Renisa Mawani, profesora de la Universidad de Columbia Británica y autora de libros sobre colonialismo y segregación.

Imágen: Royal BC Museum.

El contexto

La Isla D’Arcy, se encuentra ubicada en el Estrecho de Haro, que es uno de los principales canales de agua en la costa oeste canadiense y en toda América del Norte. El mismo separa las Isla de Vancouver de otras islas más pequeñas ubicadas en jurisdicción del estado de Washington, estableciendo los límites entre Canadá y Estados Unidos.

El estrecho debe su nombre a Gonzalo López de Haro, considerado el primer europeo que llegó a las Islas de San Juan, ubicadas en el lugar.

En la Isla D’Arcy, frente a las costas de la Isla de Vancouver, se estableció en 1891 la primera colonia para leprosos de origen chino, que se mantuvo en operaciones hasta 1924.

En el cambio entre esos dos siglos, las autoridades de lo que es hoy Canadá implementaron una serie de programas a gran escala, destinados a construir una ciudadanía sana y racialmente pura, en tierras de la entonces colonia británica.

Imagen: Royal BC Museum.

Fueron momentos en los que se articularon los criterios de inclusión social, basados en determinaciones de tipo racial; la pertenencia a la raza blanca constituyó una carta de aceptación social y las normas avalaron esa concepción.

Los criterios sanitarios jugaron un rol de justificación de la segregación. Los motivos de salud también se determinaban racialmente.

Fue durante ese período que 49 hombres, la mayoría de ellos chinos, fueron enviados en exilio a D’Arcy bajo la justificación de haber contraído la lepra. Allí pasaron sus días a la espera de ser deportados o murieron en el olvido absoluto.

El argumento de que la lepra era en esa época una enfermedad comúnmente asociada con el colonialismo y con las poblaciones no blancas ya ha sido planteado por varias investigaciones, a las que se suma la de la profesora Mawani.

Distancia física y segregación

Si bien en el traspaso del Siglo 19 al 20 la lepra era mucho menos común y mucho menos contagiosa que otras enfermedades infecciosas, como la tuberculosis y la viruela, la enfermedad generó una ola de rechazo y temores que desembocó en la exclusión y el aislamiento forzoso de los enfermos.

El exilio, que era una práctica común en períodos anteriores, pasó a convertirse en una herramienta de gestión colonial, cuya aplicación recayó, indefectiblemente, en poblaciones segregadas racialmente.

Los discursos médicos y científicos de la época no hicieron otra cosa que justificar las teorías de la diferencia racial y el uso que estas hicieron de las enfermedades como estigma.

Imagen: Royal BC Museum.

Justificaciones

La profesora Mawani sostiene que el racismo contra los chinos fue legalizado en Canadá a través del impuesto instaurado en 1885, que todas las personas de ese origen estaban obligadas a pagar.

Si bien los casos de lepra entre los chinos que habitaban la región en ese entonces eran numéricamente insignificantes, la presión social para limitar la inmigración procedente de China aparece en momentos en que la lepra es asociada estrechamente con la llegada de asiáticos. Tal situación da lugar a la Ley de Inmigración China de 1885.

Mawani recuerda que todo comenzó con las denuncias de presuntos testigos, que dijeron que un grupo de hombres se comportaba de manera extraña. Tras ser sometidos a controles médicos, cinco de ellos fueron enviados a la isla, bajo la justificación de padecer lepra.

Esas personas no fueron objeto de cuidados médicos de ningún tipo, recibían provisiones desde la ciudad cada tres meses y ellas mismas debían cavar las fosas en las que eran enterrados los enfermos que fallecían.

La Isla D’Arcy, frente a la ciudad de Victoria. Imagen: Goolge Maps

De la lepra al Covid-19

En una entrevista publicada por el periódico de la Universidad de Columbia Británica, la investigadora sostiene que luego que la ciudad china de Wuhan fue identificada como el presunto epicentro de la actual pandemia de coronavirus, “hemos visto un aumento de la violencia contra los asiáticos en Canadá, Estados Unidos y en otros sitios”.

Marawi argumenta la necesidad de pensar el racismo no en términos de actitudes individuales, sino como un “síntoma de desigualdades estructurales e históricas más amplias que son locales, nacionales y globales”.

Las acusaciones frecuentes, desde los estamentos más altos del poder político estadounidense, señalando a China como responsable de la pandemia actual, deben leerse en el contexto de intereses geopolíticos, económicos y comerciales, en los que Washington y Pekín son dos contendientes.

Los señalamientos de una raza o grupo étnico como responsables de una plaga, una catástrofe o enfermedad mundial no son más que expresiones de prejuicios o, en algunos casos, herramientas de intereses políticos.

Mawani ha investigado y escrito sobre colonialismo y segregación. Imagen: renisamawani.com

La especialista afirma que “las asociaciones entre raza y enfermedad han sido una parte formativa de Canadá y Estados Unidos como naciones de colonos blancos. Por supuesto que COVID-19 no es la lepra, pero las respuestas sociales, políticas y legales a la misma, especialmente las conexiones entre el racismo, la enfermedad y la supremacía blanca, me resultan muy familiares”.

Renisa Mawani es profesora e investigadora de la facultad de Sociología de la Universidad de Columbia Británica y autora de los libros “A través de los océanos de la ley: El  incidente de Komagata Maru y la jurisdicción en tiempo del imperio” y “Las proximidades de la colonia: encuentros interraciales y la verdad jurídica en Columbia Británica, 1871-1921”.

Su investigación sobre los nexos entre la experiencia de la Isla D’Arcy y el Covid-19 son abordados en una clase magistral en línea, organizada por la Oficina de Equidad e Inclusión y la iniciativa Indigenas, Negros y Personas de Color (IBPOC) de la Universidad de Columbia Británica.

Fuentes: Universidad de Columbia Británica / Warwick University / Royal BC Museum.

Categorías: Inmigración y Refugiados, Política, Salud, Sociedad
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