Los cada vez menos numerosos sobrevivientes del primer bombardeo atómico en el mundo, llamados en japonés hibakusha, conmemoraron este jueves el 75º aniversario de la trágica fecha.
Estados Unidos lanzó su primera bomba atómica contra la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945, destruyendo la ciudad y matando a 140.000 personas, en su mayoría civiles e incluyendo a muchos niños. Estados Unidos lanzó una segunda bomba tres días después sobre Nagasaki, matando a otras 70.000 personas. Japón se rindió el 15 de agosto, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial y a su casi medio siglo de agresión en Asia.
Los sobrevivientes, sus familiares y otros participantes recordaron el aniversario de la explosión nuclear de las 8:15 a.m. del jueves guardando un minuto de silencio.

Hiroshima tras la explosión nuclear del 6 de agosto de 1945. (Foto: U.S. Navy Public Affairs Resources Website)
El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, destacó la negativa del gobierno japonés a firmar un tratado de prohibición de armas nucleares e instó a los líderes mundiales a comprometerse más seriamente con el desarme nuclear, señalando los fracasos de Japón.
«Pido al gobierno japonés que atienda el llamado de los [sobrevivientes del bombardeo atómico] para que firmen, ratifiquen y se conviertan en parte del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares. Como la única nación que sufrió un ataque nuclear, Japón debe persuadir al mundo para que se una al espíritu de Hiroshima».
Kazumi Matsui, alcalde de Hiroshima.
Su discurso destacó lo que los sobrevivientes consideran como una hipocresía de parte del gobierno de Japón, que alberga en su territorio unos 50.000 soldados estadounidenses y está protegido por el paraguas nuclear de Estados Unidos.
Tokio no ha firmado el tratado de prohibición de armas nucleares adoptado en 2017, a pesar de su promesa no nuclear, algo que los sobrevivientes de los bombardeos atómicos y los grupos pacifistas califican de insincera.
La conmemoración de este jueves se llevó a cabo en el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima. Debido a la pandemia de coronavirus, el número de asistentes fue reducido a menos de 1.000 personas, una décima parte de los asistentes en años pasados.

Las personas se sientan guardando distancia como precaución contra el coronavirus mientras asisten al 75º aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima, el 6 de agosto de 2020 en Hiroshima, Japón. (Foto: Carl Court/Getty Images)
Algunos sobrevivientes y sus familiares visitaron y rezaron en el cenotafio del parque horas antes de que comenzara la ceremonia. El registro de las víctimas de los bombardeos atómicos es conservado en el cenotafio, bajo una inscripción que dice: «Que todas las almas aquí descansen en paz porque no repetiremos el error».
Un grupo de sobrevivientes de edad avanzada, conocido como hibakusha, expresó su creciente urgencia de contar sus historias con la esperanza de que sean legadas a una generación más joven.
En el 75º aniversario, los ancianos supervivientes, cuya edad media supera los 83 años, lamentaron el lento progreso del desarme nuclear. Ellos expresaron su enojo frente a lo que consideran como una renuencia del gobierno japonés a ayudar y escuchar a los que sufrieron el bombardeo atómico.
«Muchos sobrevivientes se sienten ofendidos por el primer ministro de este país que no firma el tratado de prohibición de armas nucleares», dijo Keiko Ogura, de 84 años, que sobrevivió al bombardeo atómico a los ocho años. «Necesitamos que los estados no nucleares nos ayuden y presionen al gobierno japonés para que lo firme».

El Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, se inclina después de dar un discurso en ocasiónel 75 aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima, el 6 de agosto de 2020 en Hiroshima, Japón. (Foto: Carl Court/Getty Images)
El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, instó a los líderes mundiales, especialmente a los de los estados con armas nucleares, a visitar Hiroshima y ver la realidad del bombardeo atómico.
En Canadá, la japonesa-canadiense Setsuko Thurlow, que sobrevivió al ataque atómico de Estados Unidos contra la ciudad de Hiroshima, ha llevado adelante por años una campaña para abolir las armas nucleares.
Nacida en 1932 en Japón, ella tenía 13 años cuando la primera bomba nuclear cayó sobre su ciudad. Ella es una de las fundadoras en 2007 de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares, que es una campaña internacional para estigmatizar, prohibir y eliminar las armas nucleares.

La japonesa-canadiense Setsuko Thurlow, nacida en 1932, tenía 13 años y vivía en Hiroshima cuando EE.UU. lanzó la primera de dos bombas nucleares contra Japón. (Foto: Joe Fiorini/CBC)
Según este organismo, “las armas nucleares son las armas más inhumanas e indiscriminadas jamás creadas. Violan el derecho internacional, causan graves daños al medio ambiente, socavan la seguridad nacional y mundial, y desvían vastos recursos públicos que no se destinan a satisfacer las necesidades humanas. Deben ser eliminadas urgentemente”.
La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) es una coalición de organizaciones no gubernamentales que promueven la adhesión y la aplicación del tratado de prohibición de las armas nucleares de las Naciones Unidas. Esta organización tiene presencia en más de cien países.
En 2017 Setsuko Thurlow recibió el Premio Nobel de la Paz en nombre de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares.
Fuentes: CBC / Canadian Press / RCI
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.