Thomas Hansler, de 54 años, recibe una vacuna contra el Covid-19 de Yaquelin De La Cruz en los Centros de Investigación de América en Hollywood, Florida, el 13 de agosto de 2020. (Foto: CHANDAN KHANNA/AFP vía Getty Images)

Científicos ven desventajas en las vacunas rusa y china contra el Covid-19

Las vacunas contra el Covid-19 desarrolladas en Rusia y China comparten una potencial deficiencia: ambas se basan en un virus del resfriado común al que muchas personas han estado expuestas, lo que potencialmente limitaría su eficacia, dicen algunos expertos.

El desarrollo de una vacuna es considerado como paso esencial para poner fin a una pandemia que ha cobrado más de 845.000 vidas en todo el mundo.

La vacuna desarrollada en China por la compañía CanSino Biologics, aprobada para uso militar, es una forma modificada del adenovirus tipo 5, o Ad5. La compañía se encuentra en tratativas para obtener una aprobación de emergencia en varios países antes de completar los ensayos a gran escala, informó el periódico Wall Street Journal la semana pasada.

El fabricante chino de vacunas CanSino Biologics en su edificio en Tianjin, China en 2018. La compañía ya está realizando ensayos clínicos en humanos para su vacuna. (Foto: Reuters)

Una vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú, aprobada en Rusia a principios de este mes a pesar de haberse llevado a cabo pruebas limitadas, se basa en el Ad5 y en un segundo adenovirus menos común.


«El Ad5 me preocupa porque mucha gente tiene inmunidad a ese adenovirus. No estoy segura de cuál es su estrategia… quizá no tenga un 70% de eficacia. Podría tener un 40% de eficacia, y esto es mejor que nada, hasta que aparezca algo más eficaz.»

Anna Durbin, investigadora de vacunas de la Universidad Johns Hopkins.


Gamaleya dijo que su enfoque a partir del uso de dos virus abordará los problemas de inmunidad ante el Ad5.

Tanto la empresa rusa como la china tienen años de experiencia y han conseguido desarrollar y lograr la aprobación de vacunas contra el virus del Ébola basadas en Ad5. Ni CanSino ni Gamaleya respondieron a las solicitudes de comentarios.

Un empleado protegido por un equipo de protección trabaja en la línea de producción de la compañía biotecnológica rusa BIOCAD, que está desarrollando su propia vacuna contra el nuevo coronavirus y trabajando en otra en cooperación con el centro de investigación de virus del país en Siberia, Vektor, en Strelna el 20 de mayo de 2020. (Foto: OLGA MALTSEVA/AFP vía Getty Images)

Los investigadores han experimentado con vacunas basadas en Ad5 contra una variedad de infecciones durante décadas, pero ninguna es ampliamente utilizada. En su proceso se emplean virus inofensivos como «vectores» para transportar genes del virus objetivo, en este caso el nuevo coronavirus, a las células humanas, provocando una respuesta inmunológica para combatir el virus real.

El problema es que muchas personas ya tienen anticuerpos contra el Ad5, lo que podría hacer que el sistema inmunológico ataque al virus vector inofensivo en lugar de atacar al coronavirus, haciendo que estas vacunas sean menos eficaces.

Otros investigadores han elegido adenovirus alternativos u otros mecanismos de envío. La Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca basaron su vacuna COVID-19 optaron por utilizar el adenovirus de chimpancé, evitando así el problema de la inmunidad ante el Ad5. Otra compañía que está buscando desarrollar una vacuna contra el Covid-19, Johnson & Johnson, utiliza el adenovirus Ad26, una cepa comparativamente rara.

El Covid-19. (AP Photo-National Institute for Allergy and Infectious Diseases)

El doctor Zhou Xing, de la Universidad McMaster en Hamilton, provincia de Ontario, trabajó en 2011 con CanSino en su primera vacuna contra la tuberculosis, basada en el adenovirus Ad5. Su equipo está desarrollando una vacuna contra el Covid-19 utilizando el adenovirus Ad5. La novedad es que esta vacuna no será inyectada sino inhalada, en base a la teoría que indica que de este modo se podrían evitar los problemas de inmunidad preexistentes.

«La vacuna que Oxford está desarrollando tiene una gran ventaja» sobre la vacuna inyectada de CanSino, dijo Zhou Xing, de la Universidad McMaster.

A Xing también le preocupa que las altas dosis del vector Ad5 en la vacuna desarrollada por la farmacéutica CanSino puedan causar fiebre, alimentando el escepticismo ante la vacuna.

«Creo que obtendrán una buena inmunidad en las personas que no tienen anticuerpos contra la vacuna, pero mucha gente los tiene», dijo la doctora Hildegund Ertl, directora del Centro de Vacunas del Instituto Wistar en Filadelfia.

En China y Estados Unidos, cerca del 40% de las personas tienen altos niveles de anticuerpos debido a una exposición previa a Ad5. Los expertos señalan que, en África, la presencia de anticuerpos podría abarcar hasta a un 80% de la población.

Zhou Xing, y Fiona Smaill, del Centro de Investigación de Inmunología de la Universidad McMaster en Hamilton, Ontario. (Foto: CBC)

Algunos científicos también temen que una vacuna basada en el Ad5 pueda aumentar las posibilidades de contraer el VIH.

En 2004, un ensayo de una vacuna contra el VIH basada en el adenovirus Ad5 llevado a cabo por la farmacéutica Merck & Co, las personas con inmunidad preexistente se volvieron más susceptibles a contraer el virus que causa el SIDA.

En 2015, en un documento científico, los investigadores, incluyendo Anthony Fauci, actualmente el principal experto en enfermedades infecciosas en EE. UU., destacaron que el efecto secundario era probablemente único en las vacunas contra el VIH. Pero advirtieron que la incidencia del VIH debe ser monitoreada durante y después de las pruebas de todas las vacunas basadas en Ad5 en las poblaciones de riesgo.

«Me preocuparía el uso de esas vacunas en cualquier país o población que estuviera en riesgo de contraer el VIH, y pongo a nuestro país como uno de ellos», dijo el doctor Larry Corey, de la Red de Vacunas de Prevención contra el Coronavirus de Estados Unidos, quien fue uno de los principales investigadores del ensayo de Merck.

Viales de una candidata a vacuna COVID-19, una vacuna recombinante de adenovirus llamada Ad5-nCoV, co-desarrollada por la firma biofarmacéutica china CanSino Biologics Inc y un equipo dirigido por un experto militar chino en enfermedades infecciosas, en Wuhan, provincia de Hubei, China, el 24 de marzo de 2020. (Foto: China Daily via REUTERS)

La vacuna desarrollada por la farmacéutica rusa Gamaleya será administrada en dos dosis: la primera basada en el adenovirus Ad26, similar a la candidata de Johnson & Johnson, y la segunda dosis estará basada en el Ad5.

Alexander Gintsburg, el director de Gamaleya, dijo que este enfoque para una vacuna, que utiliza dos vectores, resuelve el problema de la inmunidad. Según la doctora Hildegund Ertl, esta vacuna podría funcionar bastante bien en individuos que han estado expuestos a uno de los dos adenovirus.

Muchos expertos expresaron su escepticismo ante la vacuna rusa después de que el gobierno declaró su intención de administrarla a los grupos de alto riesgo en octubre, sin tener previamente datos de grandes ensayos.

«Demostrar la seguridad y la eficacia de una vacuna es muy importante», dijo el doctor Dan Barouch, un investigador de vacunas de Harvard que ayudó a diseñar la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson. A menudo, señaló, los ensayos a gran escala «no dan el resultado que se espera o se requiere».

En el desarrollo de una vacuna contra el Covid-19 están en juego no solamente miles de millones de dólares en utilidades para las grandes empresas farmacéuticas, sino también intereses geopolíticos entre potencias que se encuentran en competición en los escenarios internacionales.

Fuentes: Reuters / Canadian Press / RCI

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