Mariposa en el Parque Nacional de las Montañas Rocosas. Foto: iStock.

La mariposas como intérpretes del cambio climático

Las mariposas pueden dar información sobre el cambio climático, por lo que es importante seguir más de cerca el comportamiento de esa especie animal, sostienen científicos canadienses.

Las variedades de mariposas alpinas, presentes en el oeste del país, pueden ayudar a los investigadores a constatar los efectos de la degradación del medioambiente en las regiones montañosas, como en las Rocosas presentes en la provincia de Alberta.

Las mariposas alpinas incluyen a diversas variantes de este insecto. Foto: iStock.

Fragilidad y adaptación

El Reporte 2020 sobre el Estados de las Montañas, publicado por el Club Alpino Canadiense, publica una investigación elaborada por expertos y estudiantes de la Universidad de Alberta, que sostiene que bajo la aparente fragilidad que presenta el cuerpo de estos insectos se encuentra una capacidad de adaptación tenaz, antes los desafíos que impone el entorno.

Los expertos indican que tanto el ADN como el patrón de las alas de las mariposas guardan un registro de los cambios genéticos que les ha permitido la persistencia durante milenios.

Las montañas de Alberta, Columbia Británica y Yukón albergan a la mayoría de las más de 40 especies de mariposas alpinas que se pueden encontrar en Canadá.

Algunas de ellas fueron capaces de sobrevivir, alejándose hacia el sur, cuando los territorios fueron cubiertos por vastas capas de hielo, unos 11.000 a 30.000 años atrás. Otras se refugiaron en la mitad norte de Columbia Británica y Yukón. La mayoría de esas mariposas tienen larvas que se alimentan de pastos y juncos, lo que sugiere que estas regiones

Frágiles en apariencia, han sobrevivido a fenómenos climáticos extremos. Foto: iStock.

poseían hábitats parecidos a la estepa durante la última glaciación, en lugar de los hábitats de la tundra húmeda observada hoy.

Las mariposas alpinas también son indicadores sensibles de los cambios ambientales recientes y en curso.

En los años 90, los científicos ya sabían que una de las especies, la conocida como Onda de Edith (Edith’s checkerspot) estaba cambiando su extensión hacia el norte y que otros grupos estaban haciendo lo mismo.

Pero cada especie tiene sus propias particularidades. La Parnasiana de las Montañas Rocosas es una mariposa alpina bien estudiada que frecuenta las laderas alpinas secas, donde se alimenta del musgo que crece en las piedras. En las cordilleras frontales de las Rocosas del sur de la provincia, cerca de 20 años de estudios han demostrado que las temperaturas extremas y la falta de cobertura de nieve a principios del invierno, cuando la mariposa está en la etapa de desove, son mejores predictores de las cifras de población que cualquier índice general del clima

Esta especie es solo una de las muchas que ilustran la compleja interacción con los factores del pasado y los actuales, que estructuran las comunidades de mariposas alpinas.

La destrucción de su hábitat natural pone a las especies en riesgo. Foto: iStock.

La acción humana y sus consecuencias

Muchas influencias humanas pueden afectar a la distribución de la mariposa, algunas de manera más obvia que otras, según el estudio..

En combinación con el cambio climático global, el combate contra las incendios forestales ha dado lugar a una invasión visible de árboles en las praderas alpinas a través de Alberta y Columbia Británica. 

El aumento de las líneas de árboles no sólo significa menos hábitat, sino también disminuir el número de mariposas volando entre montañas. Tales eventos son necesarios para rescatar a las poblaciones aisladas y disminuidas, o bien para aumentar su diversidad genética. 

Factores como el cambio de la capa de nieve o la muerte de los pinos de gran altura, debido al ataque de escarabajos, también pueden tener profundas influencias en la hidrología de las montañas y la diversidad del néctar y las plantas que alimentan a las larvas.

La mariposas llevan en su ADN un «registro» del cambio climático. Foto: iStock.

Centinelas del cambio climático

Las mariposas son definidas por los autores del estudio como “centinelas invalorables” del hábitat alpino. 

El monitoreo de tales insectos puede contribuir a recabar información todavía escasa que puede convertirse en uno de los mejores indicadores de los que se dispone para constatar y estudiar los profundos cambios que experimentan sus hábitats.

Con temperaturas más altas alrededor del mundo, muchas mariposas alpinas se mueven tanto hacia el norte como hacia las laderas de las montañas, mientras que otras simplemente están desapareciendo. Esos cambios sólo pueden detectarse mediante la vigilancia de

estas gemas alpinas antes de que sean literalmente arrastradas por un acantilado, sin posibilidad de regresar”, sostienen los autores en la introducción de la investigación.

Las Montañas Rocosas son algo más que un atractivo turístico. Foto: iStock.

Riqueza en peligro

Según la publicación eButterfly, dedicada a la naturaleza canadiense, el país cuenta con 302 especies de mariposas, de las cuales 5 son consideradas endémicas.

El 9 por ciento de esas variedades está considerado como en riesgo sensible para su subsistencia, 7 por ciento podría considerarse en riesgo y 2 por ciento ya se encuentra en peligro de desaparición.

La investigación fue publicada bajo la forma de ensayo en el informe Estado de las Montañas de 2020, con la firma de Zac MacDonald, estudiante del doctorado de Recursos Renovables y el profesor en Ciencias Biológicas Félix Sperling, ambos de la Universidad de Alberta, y el silvicultor Willimam Sperling.

Fuentes: Informe Estado de las Montañas / eButterfly / Club Alpino Canadiense.

Categorías: Medioambiente y vida animal, Salud
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