Las fuerzas de seguridad afganas inspeccionan los daños de un minibús tras un ataque suicida con explosivos en Kabul en junio de 2016. (Foto: Omar Sobhani/Reuters)

Canadá resuelve una demanda de las víctimas de un atentado suicida en Kabul

El gobierno federal de Canadá resolvió discretamente una demanda presentada por los sobrevivientes y familiares de las víctimas de un atentado suicida ocurrido hace cuatro años frente a la embajada canadiense en Kabul, capital de Afganistán.

En ese atentado con explosivos murieron unos quince agentes de seguridad gurkas nepalíes e indios contratados por la empresa Sabre International Security, una compañía que también fue acusada de reclutar a ex soldados niños en África.

Los ex soldados heridos en el ataque y las viudas de las víctimas presentaron una demanda judicial contra Canadá por más de 20 millones de dólares hace dos años.

Los guardias de seguridad nepaleses gurkas que protegían la Embajada de Canadá en Afganistán reciben atención médica en un hospital tras un ataque suicida en Kabul. (Foto: Rahmat Gul/The Associated Press)

Los damnificados presentaron su demanda después de que la empresa contratada por Canadá para proteger a los diplomáticos canadienses en Afganistán cesó sus operaciones y desapareció, dejando a sus antiguos empleados y a sus familias con una compensación parcial o, sin compensación alguna en algunos casos.

En Vancouver, Joe Fiorante, el abogado contratado por las familias afectadas, confirmó el acuerdo con Ottawa pero no quiso revelar las condiciones, señalando que los detalles son confidenciales para proteger a las familias de las víctimas en Nepal.


«Puedo decirles que las familias estaban satisfechas con el acuerdo y que con ello el Gobierno de Canadá ha reconocido el sacrificio y el servicio brindado por aquellos caballeros que estaban protegiendo nuestra embajada en Kabul en el momento del atentado».

Joe Fiorante, abogado de las víctimas del atentado en Kabul.


Lo que el acuerdo no hizo, dijo Fiorante, es obligar al Gobierno de Canadá a un cambio de políticas para que en el futuro Ottawa se asegure de que está trabajando con empresas de seguridad privada de renombre, evitando así que los canadienses que pagan impuestos tengan que enfrentar demandas similares en el futuro.

El abogado de Vancouver, Joe Fiorante, dice que el gobierno federal necesita llevar a cabo una investigación más cuidadosa a la hora de contratar empresas de seguridad para proteger las embajadas canadienses en zonas de conflicto. (Foto: CBC)

Fiorante dijo que el acuerdo no abordaba las «lagunas y debilidades del sistema de adquisiciones con contratistas privados», aunque sí sacaba a la luz esos problemas.

«El acuerdo en sí mismo no contiene ninguna condición que requiera que se hagan cambios en el futuro», dijo. «Eso dependerá del Ministerios de Relaciones Exteriores de Canadá».

Inicialmente, las familias presentaron una demanda contra Canadá y Sabre International, la empresa de seguridad privada que empleaba a los agentes de seguridad que murieron mientras trabajaban en la protección de la embajada de Canadá en Kabul.

Las familias dijeron que la compañía Sabre les prometió indemnizaciones de 300.000 dólares por cada una de las víctimas pero Fiorante dijo que él y su empresa no pudieron localizar a la compañía en ninguna parte.

Algunas fuentes señalan que esta compañía de seguridad privada fue fundada en 2004 por un veterano de las fuerzas especiales británicas, operó en Iraq y luego desapareció tras el atentado en Kabul.

Después del atentado, Sabre cesó sus operaciones tanto en Irak como en Afganistán, dejando al gobierno de Canadá en aprietos tratando de encontrar otra compañía de seguridad para proteger su embajada en la capital afgana.

Soldados gurkas en un desfile en 2015 celebrando los 200 años de servicio Gurka a la Corona Británica en Londres. Una empresa de seguridad demandada por los soldados gurka tras un atentado con bomba frente a la embajada canadiense en Kabul ha sido acusada en el pasado de reclutar a ex niños soldados en África. (Foto: Richard Pohle/Pool/Associated Press)

Los guardias murieron cuando el autobús sin blindaje que los transportaba diariamente desde sus cuarteles hasta el recinto fortificado de la embajada fue atacado en una concurrida calle de Kabul por un atacante armado con explosivos que se acercó al vehículo a pie.

El tema central en la demanda presentada por las víctimas y los familiares era si la compañía de seguridad había tomado las precauciones suficientes y si el Gobierno de Canadá supervisaba adecuadamente el trabajo del contratista para asegurarse de que cumplía sus obligaciones en materia de salud y seguridad.

Una investigación del difusor público canadiense CBC tras el atentado reveló que la empresa tenía un largo historial de conducta cuestionable que fue objeto de escrutinio por parte de los legisladores estadounidenses. Un investigador danés alegó que Sabre había reclutado a niños soldados en África para uno de sus contratos en Irak.

El acuerdo logrado entre Ottawa y los damnificados de ese ataque hace cuatro años significa que las cuestiones sobre la responsabilidad federal han sido dejadas de lado por el momento. Fiorante dijo que esas interrogantes son importantes.


«Tiene que haber una mayor diligencia en cuanto a la investigación de los contratistas de seguridad privada, especialmente sobre sus actividades previas».

Joe Fiorante, abogado de las víctimas del atentado en Kabul.


Fiorante dijo que en el futuro, los contratistas de seguridad que trabajan para el gobierno canadiense en zonas de conflicto «tienen que ser examinados con más detalle y tiene que haber medidas de protección para los trabajadores en términos de seguro de compensación laboral o un seguro similar».

Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá no dio una respuesta concreta cuando se le preguntó si el gobierno federal introduciría un sistema de selección más estricto y garantizaría una mejor protección para el personal contratado en zonas de guerra.

«Los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá examinan continuamente las medidas de seguridad en las misiones en el extranjero, incluida la Embajada de Canadá en Kabul, mediante mejoras en seguridad y actualizaciones constantes, a fin de hacer todo lo posible por evitar que se repita este trágico incidente», dijo el portavoz John Babcock en una respuesta por correo electrónico.

Aunque Babcock confirmó que se había llegado a un acuerdo con las víctimas de aquel ataque en Kabul hace cuatro años, él se negó a discutir sus términos.

El personal canadiense de la embajada lamentó la pérdida de vidas y erigió dentro del recinto fortificado de la misión en Kabul un monumento dedicado a los muertos y heridos, dijo Babcock, añadiendo que los funcionarios canadienses, afganos, nepaleses e indios discutieron las preocupaciones relacionadas con el ataque a la embajada en 2016.

Soldados canadienses desplegados en Afganistán. (Foto: THE CANADIAN PRESS/John Cotter)

Más de 40.000 miembros de las Fuerzas Armadas de Canadá prestaron servicios en Afganistán entre 2001 y 2014.

La presencia de tropas canadienses se remonta a los ataques ocurridos en 2001 contra Estados Unidos, en los que aviones civiles fueron utilizados como misiles contra blancos civiles y militares en Nueva York y Washington.

Tras esos atentados, Canadá se unió a una coalición internacional para combatir al grupo armado Al-Qaeda y el régimen talibán que lo amparaba en Afganistán. En esa campaña de 12 años en suelo afgano murieron 158 soldados y 7 civiles. Aunque los talibanes fueron expulsados del poder y la red de Al-Qaeda fue desbaratada, Canadá y sus aliados no lograron destruir a ninguno de los dos grupos ni estabilizar Afganistán, donde la resistencia a la presencia de tropas extranjeras continúa activa.

Fuentes: CBC / M. Brewster / Canadian Encyclopedia / Canadian Press / RCI

Categorías: Internacional, Política
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