Tras varios días de crecientes tensiones y agresiones en la provincia de Nueva Escocia contra los indígenas mikmak que han estado llevando a cabo la pesca de langostas de mar, por parte de los pescadores comerciales no indígenas, el pasado sábado un incendio en la localidad de Middle West Pubnico destruyó una de las dos instalaciones donde los pescadores indígenas habían almacenado sus langostas de mar capturadas.
Más temprano en la semana, esas dos instalaciones pertenecientes a los indígenas y que servían para el almacenamiento de langostas de mar fueron asaltadas y destruidas por los pescadores comerciales en el suroeste de Nueva Escocia. Estos dos enfrentamientos fueron protagonizados por una turba de cientos de personas que no quieren que los indígenas pesquen.
El ministro de Seguridad Pública de Canadá, Bill Blair, dijo el sábado que el incendio que destruyó un almacén de langostas en el suroeste de Nueva Escocia era «sospechoso», y añadió que ha autorizado a la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) a mantener la paz en la región donde las tensiones en torno al derecho de pesca de las Primeras Nacioneas han aumentado.
Una decisión de la Corte Suprema de Canadá en 1999 ratificó el derecho a pescar de los indígenas mikmak en esa provincia, en base a acuerdos firmados en el siglo XVIII entre los indígenas y la Corona inglesa.
«Estoy profundamente preocupado por el incendio sospechoso y confío en que los investigadores encontrarán las respuestas necesarias para que los responsables rindan cuentas. Las tensiones actuales no pueden continuar. La temperatura de esta disputa debe ser bajada, ahora. Las amenazas, la violencia y la intimidación tienen que parar», dijo el ministro de seguridad pública canadiense mediante comunicado.
También añadió que una resolución duradera de esta disputa sólo puede ser posible a partir del reconocimiento de los derechos legítimos de los mikmak establecidos en los tratado firmados con ellos, que incluyen el derecho a la pesca.
Ante la escalada del conflicto, este domingo cuatro ministros del gabinete liberal pidieron un debate de emergencia en el Parlamento.
«Compartimos las preocupaciones de los canadienses de todo el país y estamos profundamente consternados por los recientes acontecimientos en Nueva Escocia. Condenamos enérgicamente los actos de violencia, racismo y amenazas», escribieron en una carta la ministra de Pesca Bernadette Jordan, la ministra de Relaciones con los Indígenas de la Corona Carolyn Bennett, el ministro de Servicios Indígenas Mark Miller y el ministro de Seguridad Pública Bill Blair al Presidente de la Cámara de Representantes Anthony Rota, quien decidirá si el tema es sometido a debate.
En Halifax este domingo se llevó a cabo una marcha de apoyo a los pescadores indígenas de Sipekne’katik y a su pesca de langosta para un «sustento moderado» tras los ataques e incendios sufridos en los días previos.
Los manifestantes llevaban carteles que decían «Estamos viendo tu racismo» y «Todos los ojos están puestos en los mikmak» mientras aplaudían los apasionados discursos que se pronunciaban en las escaleras de la alcaldía de Halifax.
Las mujeres mikmak que han estado en primera línea durante el actual conflicto sobre los derechos de pesca en las localidades de Digby y Saulnierville hablaron en la manifestación sobre el precio que está pagando su comunidad y su disgusto y decepción ante las acciones de la policía federal, RPMC, que ha sido acusada de no actuar en la prevención de esos incidentes.
Eleanor Michael, de la Primera Nación de Sipekne’katik, dijo a la multitud que se despertaba todos los días preocupada por su sobrino, que es capitán de uno de los barcos de pesca de langosta que actualmente se dedica a la pesca como «medio de vida moderado».
«Nuestra nación está en peligro», dijo Kyra Gilbert, una joven mikmak entre fuertes vítores.
Se preguntó por qué el personal del Departamento Federal de Pesca y Océanos, que puede controlar lo que la gente hace en el agua, no ha intervenido para proteger a los pescadores mikmak. «Debería ser capaz de vivir mi vida como una joven, pero en lugar de ello estoy atrapada aquí luchando por mis tratados y por lo que fue y es nuestro», dijo Gilbert.
Este domingo también llegaron al área de conflicto más uniformados de la Real Policía Montada de Canadá, incluyendo un equipo de respuesta de emergencia, un equipo de comando de incidentes críticos y oficiales de la Isla del Príncipe Eduardo entrenados en la reducción de conflictos y control de multitudes.
A mediados de septiembre, la Primera Nación Sipekne’katik lanzó su propia pesquería de langosta regulada por los mikmak, basada en derechos ratificados por la Corte Suprema, en la Bahía de St. Marys, a unos 250 kilómetros al oeste de Halifax.
Muchos pescadores comerciales de langosta consideran que la nueva pesquería establecida por la comunidad indígena sipekne’katik en la bahía de St. Marys es ilegal y les preocupa que la captura de langosta fuera de la temporada obligatoria, en particular durante el período de desove de verano, afecte negativamente a las poblaciones de langostas de mar.
Por su parte, los indígenas sipekne’katik explicaron que la cantidad de langosta que se recogerá y venderá es ínfima en comparación con la que se captura durante la temporada comercial, que comienza a finales de noviembre y se extiende hasta finales de mayo.
Fuentes: Reuters / CBC / H. Ryan / R. Patel / Canadian Press / RCI
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