Verushka Lieutenant-Duval, profesora de historia y de teoría del arte de la Universidad de Ottawa, usó la palabra nigger en uno de sus cursos. Se trata de un insulto racista dirigido a la gente negra. Una de sus estudiantes envió un correo electrónico a la profesora después de la clase expresando su incomodidad de escuchar esa palabra en clase.
La profesora se disculpó diciendo no haber sido consciente de lo inaceptable del uso de la palabra y se ofreció a discutir el tema con los estudiantes la semana siguiente. Las autoridades universitarias reaccionaron suspendiendo a la profesora.
Según las autoridades, en el momento del incidente, la profesora tenía «una clara decisión» sobre si usar o no la palabra que comienza con n. Si eligió hacerlo, dice la Universida de Ottawa, debe aceptar las consecuencias.

Verushka Lieutenant-Duval (Foto: Université d’Ottawa)
En entrevista con Radio-Canada, Verushka Lieutenant-Duval dijo ser consciente de las implicaciones de ese insulto ofensivo.
Según ella, era justamente en el marco de un debate sano y de reconocimiento de un hecho histórico con consecuencias en el discurso artístico y político que ella eligió utilizar la palabra como ejemplo.
Aún así, durante la entrevista la profesora se volvió a disculpar y dijo que con el conocimiento de causa que tiene hoy, problemente habría hecho las cosas de otra manera.
Ése es el contexto en que se produjo el incidente de la Facultad de Artes, en el que muchos, dice la Universidad, intentaron «reducir la cuestión a una simple cuestión de libertad de expresión y/o libertad académica».
Una cuestión que va más allá de la libertad de expresión y de cátedra
En este contexto, la profesora Lieutenant-Duval se ofreció a debatir y conversar sobre el uso de la palabra que empieza por -n en un curso posterior. Esto es parte de su libertad académica y es libre de hacerlo.
Sin embargo, dice la Universidad de Ottawa, no debe sorprender que muchos de sus estudiantes simplemente no quieran, especialmente en el marco del movimiento Black Lives Matter (BLM), tener que justificarse una vez más para que se respete su derecho a la dignidad.
La Universidad de Ottawa reiteró que la libertad de expresión y la libertad académica son necesarias para el funcionamiento de cualquier universidad.

(Foto: Université d’Ottawa)
Debemos luchar para asegurar que estas libertades estén omnipresentes en nuestra vida diaria. Personalmente, puedo asegurarle que a menudo lucho por defender la libertad de expresión de los colegas cuyos comentarios llegan a mi oficina y para los que mis interlocutores exigen la imposición de sanciones. Regularmente, conversaciones difíciles tienen lugar en todo tipo de temas en nuestro campus y en nuestras aulas. El desarrollo de las habilidades de pensamiento crítico depende de ello.Jacques Frémont, rector y vicecanciller de la Universidad de Ottawa
Dicho esto, aseveró el rector y vicecanciller de la Universidad de Ottawa, y contrariamente a lo que muchos han dicho en los últimos días, la libertad de expresión y el derecho a la dignidad no se contradicen entre sí, sino que «deben complementarse y existir en presencia de cada uno».
Durante los últimos días, la profesora Verushka Lieutenant-Duval continuó siendo miembros del profesorado de la Universidad de Ottawa. Durante los pocos días que no estuvo enseñando, la Universidad organizó un regreso ordenado a las aulas con su plena cooperación.
La profesora es libre de continuar su curso, lo hizo el viernes pasado, como siempre, disfrutando de su plena libertad académica, dijo el rector.

El estudiante de medicina Ibrahim Mohammad, a la izquierda, y la estudiante de derecho Hannan Mohamud son dos de los estudiantes que piden que la Universidad de Ottawa instituya una política de tolerancia cero para el uso de la palabra N en el campus. (Foto: CBC)
Otras reacciones
La Unión de Estudiantes de la Universidad de Ottawa tweeteó el domingo que el término despectivo se ha utilizado durante mucho tiempo para deshumanizar a los negros.
«Refleja y representa un proceso violento y brutal en que se les hizo sentir menos que humanos y los intentos de legitimar su inferioridad», decía la declaración.
Los bibliotecarios y profesores negros, indígenas y «de color» (BIPOC) de la universidad emitieron por su parte, una declaración el martes en una plataforma de petición en línea, condenando el uso de la palabra en cualquier contexto, y la consiguiente conversación sobre la libertad académica «que se está utilizando para justificar el uso de esta calumnia racista».
Por otro lado, una carta firmada por 579 profesores de colegios profesionales de Quebec y de la Universidad de Ottawa denunció el tratamiento que se le dio a su colega, Verushka Lieutent-Duval, suspendida de su cargo por la Universidad de Ottawa por pronunciar la palabra que empieza por N en un curso, sin intención maliciosa.
El viernes 16 de octubre, el primer día de vuelta al trabajo para Verushka Lieutenant-Duval, otros 34 profesores firmaron una carta de apoyo, defendiendo «el pensamiento crítico y la libertad académica».
El Primer Ministro de Quebec, Francois Legault, dice que la Universidad de Ottawa debería haber defendido a una profesora.
Legault dijo el martes que en los lugares de enseñanza superior es importante que todos los temas estén abiertos al debate.
«Por supuesto, también cuando se mira con detenimiento lo que pasó ese día, la profesora no insultó a nadie, sólo quería plantear un tema importante», dijo. «Es inaceptable ver que la universidad de Ottawa no defendió a la profesora.»
Por su parte, la líder liberal de Quebec, Dominique Anglade, dijo que aunque el conocido término utilizado por la profesora Lieutenant-Duval es «extremadamente cargado» y hace que la gente se sienta incómoda, debe haber ambientes donde la gente pueda debatirlo y explicar la historia que lo enmarca.
Anglade, quien se convirtió en mayo pasado en la primera mujer negra en dirigir un partido político provincial en Quebec, también dijo entender «la reacción de la gente que habla de un racismo sistémico.

(Foto: RADIO-CANADA / MARC-ANDRÉ HAMELIN)
Miedo a las represalias
La profesora de la Universidad de Ottawa no ocultó el hecho de que ha vivido con miedo desde que el caso salió a la luz.
«He tenido miedo desde el primer día», dijo Lieutenant-Duval en una entrevista en el programa Tout un matin de Radio-Canada, señalando en broma que se siente aliviada de tener que llevar una mascarilla en los espacios públicos.
«Cuando me enteré de lo que había sucedido en Francia, estaba sudando frío», añadió, refiriéndose al asesinato del profesor Samuel Paty que había mostrado caricaturas de Mahoma mientras abordaba la cuestión de la libertad de expresión en el marco de un curso universitario.
Según ella, los problemas comenzaron cuando un estudiante con el que había tenido un intercambio privado sobre el tema optó por publicar un extracto en línea, junto con el nombre, el número de teléfono y la dirección de la profesora Lieutenant-Duval.
Con informaciones de la Universidad de Ottawa, The Canadian Press y del programa Tout un matin de Radio-Canada.
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