Si bien el inicio del otoño fue bastante calmado en el este de Canadá, con temperaturas templadas, en las últimas horas la situación cambió drásticamente.
En buena parte del sur del territorio de la provincia de Quebec el frío se instaló rápidamente, con temperaturas bajo cero incluso durante el día, a las que hubo que sumar fuertes ráfagas de viento que, como es habitual, generaron contratiempos.
A primeras horas del martes 3 de noviembre, las condiciones climáticas habían causado cortes en el suministro eléctrico en varias zonas, entre ellas en las regiones de Abitibi-Témiscamingue, Outaouais, Laurentides y Lanaudière.

Los daños en la red eléctrica son frecuentes durante las tormentas. THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz
Los trabajos para restablecer el servicio de electricidad se llevaban a cabo en todas las zonas afectadas a media mañana.
La empresa provincial de energía, Hydro-Quebec, sostuvo que cerca de 10.000 abonados habían quedado desconectados como resultado de las nevadas pero, sobre todo, de los fuertes vientos, que dañaron los cables de alta tensión.
La firma dijo que los hogares afectados llegaban a 3750 en Outaouais, 1450 en Lanaudiere y algo más de 1100 en la Gaspesie, en el extremo este de la provincia, así como 1000 abonados en Abitibi-Témiscamingue.
La proveedora de electricidad alertó, de todos modos, que la vuelta del suministro podría demandar varias horas más en algunos sectores, donde los daños fueron más importantes y el acceso en más dificultoso.
Varias regiones de la provincia han estado sujetas a temperaturas que están al menos 3 o 4 grados por debajo de la normal para la época del año, que suele ubicarse entre 7 y 10 grados.
Los últimos reportes anuncian una jornada fría también el miércoles aunque las previsiones hablan aún de temperaturas por encima de los 15 grados para el fin de semana y comienzos de la próxima.

Así puede quedar una calle en Canadá, tras un temporal de nieve. THE CANADIAN PRESS/Graham Hughes
Las autoridades llamaron a la prudencia por parte de los automovilistas, ya que muchas personas no hicieron aún el cambio de ruedas en sus vehículos, para colocar las cubiertas de invierno, que son de uso obligatorio.
Poco a poco los distintos barrios se van poblando además de las carpas exteriores que suelen montarse para proteger los automóviles de la nieve.
Cada invierno, el sur de la provincia de Quebec acostumbra a recibir entre 3 y 4 tormentas, que arrojan gran cantidad de nieve, que puede sobrepasar holgadamente el metro de altura.
La circulación de vehículos y la marcha a pié se torna más dificultosa y peligrosa. Una muestra de tal situación es que las salas de emergencia suelen atender a un número importante de personas con lesiones en los pies, piernas y brazos, provocadas por torceduras o caídas al intentar caminar sobre las superficies resbaladizas de las calles.
Fuentes: The Canadian Press / Medioambiente Canada.
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