La decapitación del profesor de historia Samuel Paty, ocurrido el 16 de octubre del en un suburbio de París, tuvo consecuencias para el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
El 6 de octubre, Samuel Paty había mostrado en clase sobre la libertad de expresión una caricatura del profeta Mahoma, difundida en la publicación satírica Charlie Hebdo.
La publicación inicial de esas caricaturas en 2015 por la revista francesa Charlie Hebdo fue respondida con un ataque terrorista en el que murieron 12 miembros del personal de la revista.
En el transcurso de su detención, el autor del asesinato de Paty, un checheno de 18 años, fue abatido por la policía. Previamente había declarado en las redes sociales que había cometido ese crimen porque el maestro de escuela había ofendido a Mahoma.
Consternado, el presidente francés Emmanuel Macron declaró que ese crimen era un “ataque terrorista islamista” y un atentado a la libertad de expresión.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau en Ottawa. (Foto: Adrian Wyld / The Canadian Press).
En Canadá, el primer ministro Trudeau fue criticado la semana pasada por los diputados de la oposición por no condenar inmediatamente ese asesinato.
El viernes 30 de octubre, los periodistas presionaron a Trudeau a que declare su apoyo a la libertad de expresión tras el ataque. Trudeau condenó ese ataque, pero sus comentarios sobre la libertad de expresión causaron agitación entre sus críticos.
En una conferencia de prensa en Ottawa, Trudeau declaró en francés que hay límites razonables a la libertad de expresión.
«La libertad de expresión no es ilimitada. Por ejemplo, no está permitido gritar ‘fuego’ en un cine lleno de gente. En una sociedad respetuosa como la nuestra, todos debemos ser conscientes del impacto de nuestras palabras y acciones en los demás. Hay comunidades que experimentan una gran discriminación en Canadá hoy en día. Así que sí, siempre defenderemos la libertad de expresión, pero todos debemos actuar con respeto hacia los demás y no tratar de dañar innecesaria o arbitrariamente a alguien con quien compartimos este planeta y esta sociedad».
Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.
Tras esas declaraciones, el lunes el primer ministro de la provincia de Quebec, François Legault, manifestó su desacuerdo con las declaraciones de Trudeau sobre la libertad de expresión, diciendo que no está de acuerdo con la postura del Primer Ministro sobre la libertad de expresión, a pesar de que la propia Carta de Derechos y Libertades de Canadá establece que todos los derechos y libertades están sujetos a «límites razonables».
El primer ministro de la provincia canadiense de Quebec, Francois Legault el viernes 2 de octubre de 2020 en Montreal. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Ryan Remiorz)
El martes 3 de noviembre, Justin Trudeau fue nuevamente presionado para que aclare sus comentarios sobre los límites a la libertad de expresión, en un contexto en el que el partido Bloque Quebequense busca hacer resaltar diferencias de valores entre Canadá y la provincia de Quebec.
Trudeau respondió señalando que «es importante seguir defendiendo la libertad de expresión, la libertad de decir las cosas. Los artistas nos ayudan a reflexionar y a cuestionar nuestros puntos de vista y contribuyen a nuestra sociedad y siempre seguiremos defendiendo la libertad de expresión».
El primer ministro de la provincia canadiense de Quebec, François Legault, dijo que el presidente Emmanuel Macron lo llamó el 3 de noviembre para agradecerle por tomar una posición firme sobre la importancia de la libertad de expresión, y por estar en desacuerdo con los comentarios del viernes de Trudeau.
Macron defendió el derecho a mostrar caricaturas de Mahoma tras el ataque.
Un policía francés junto a un retrato del profesor francés Samuel Paty en la fachada de la Ópera Comedia en Montpellier el 21 de octubre de 2020. Francia rindió homenaje el 21 de octubre a un profesor de historia decapitado por mostrar caricaturas del Profeta Mahoma en una lección sobre la libertad de expresión, un ataque que ha conmocionado al país y ha provocado una ola de represión contra el Islam radical. Siete personas, entre ellas dos escolares, comparecerán ante un juez antiterrorista para que se pronuncie sobre los cargos criminales por el asesinato del profesor de historia Samuel Paty, de 47 años. (Foto: Pascal GUYOT /AFP vía Getty Images)
«Es cierto que hay algunos líderes políticos que temen el terrorismo y que, ante el chantaje de ciertos grupos religiosos radicales, están dispuestos a hacer concesiones que no son razonables», dijo Legault.
«La nación de Quebec tiene valores», añadió, citando la «libertad de expresión», el «laicismo» y el «la lengua francesa».
“No es cierto que en nombre del multiculturalismo, vayamos a dejar esos valores de lado y que vayamos a hacer compromisos exagerados», añadió.
François Legault, primer ministro de la provincia canadiense de Quebec.
Preguntado si Macron le llamó, el primer ministro Trudeau dijo que hablaría con Macron «pronto» y sugirió que Macron podría haber llamado a Legault para ofrecer sus condolencias después del ataque con espada en la ciudad de Quebec en la noche de Halloween.
«Expresé mis condolencias a Francia e imagino que hablaré con el presidente francés en breve», dijo Trudeau. «Creo que después de un ataque como el que vimos en Quebec, habría condolencias compartidas. He trabajado con el señor Macron en cuestiones importantes para todos y seguiré trabajando con él como aliado».
Trudeau también repitió su condena al ataque contra Paty y a un segundo ataque terrorista separado en el que una mujer fue decapitada y otras dos fueron muertas en Niza, Francia.
«Los actos de terrorismo y los actos de odio que hemos visto en Francia son inaceptables, injustificables. No hay razón para tal violencia. Eso es lo que he dicho y eso es lo que seguiré diciendo», dijo Trudeau.
Fuentes: CBC / P. Zimonjic / Canadian Press / RCI
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