El periodista disidente iraní Ruhollah Zam, quien fue condenado por fomentar la violencia durante las protestas antigubernamentales de 2017, fue ejecutado el sábado, según informó la agencia de noticias semioficial Nour de Irán.
La Corte Suprema de Irán ratificó el pasado martes la sentencia de muerte dictada contra Zam, quien fue capturado en 2019 después de pasar años en el exilio. Su canal de noticias Amadnews tenía más de un millón de seguidores.
La agencia oficial de noticias Irna de Irán dijo que fue condenado por espionaje para Francia y un país sin nombre en la región, por cooperar con el «gobierno hostil de Estados Unidos», por actuar contra la seguridad del país, además de insultar la santidad del Islam e instigar la violencia durante las protestas en 2017.
La emisora estatal Seda va Sima dijo el sábado que Zam, «el director de la cadena contrarrevolucionaria Amadnews, fue ahorcado esta mañana».
La Colina del Parlamento de Canadá, en Ottawa. (Foto: iStock)
Esa medida provocó una inmediata condena internacional. Canadá condenó la ejecución de Zam, diciendo que los periodistas realizan un «trabajo esencial» y que Ottawa hará «responsable a Irán por sus violaciones de los derechos humanos».
En Canadá, la pena de muerte fue abolida en 1976, excepto para los delitos militares como el motín, medida que también fue abolida en 1998.
Un intento de los conservadores canadienses de restablecer la pena de muerte en 1987, mediante un proyecto de ley, fue derrotado en la Cámara de los Comunes en Ottawa.
Mediante un comunicado, Francia dijo que esa ejecución es “un acto bárbaro e inaceptable», calificándola como un grave golpe contra la libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación en Irán.
Alemania expresó su conmoción por las circunstancias de la condena de Zam, describiendo su captura como un «secuestro en el extranjero».
Diana Eltahawy, directora regional adjunta para Oriente Medio y África del Norte de Amnistía Internacional dijo que la «ejecución de Zam es un golpe mortal a la libertad de expresión en Irán y muestra el alcance de las brutales tácticas de las autoridades iraníes para infundir miedo y disuadir a los disidentes».
En esta foto del 30 de diciembre de 2017, estudiantes universitarios participan en una protesta antigubernamental en la Universidad de Teherán. Las protestas estaban dirigidas contra una precaria situación económica, el desempleo y la corrupción. (Foto: CBC/Associated Press)
Ruhollah Zam, quien era hijo de un clérigo chiíta reformista, huyó de Irán y recibió asilo en Francia.
En octubre de 2019, el Cuerpo de Guardias Revolucionarios de Irán informó que había capturado a Zam en una «operación compleja utilizando engaños «. No dijo dónde se llevó a cabo esa operación.
Las autoridades iraníes acusan a Estados Unidos, así como a su rival regional Arabia Saudita y a los opositores del gobierno que viven en el exilio, de fomentar los disturbios en el país, que comenzaron a finales de 2017 cuando las protestas regionales por las dificultades económicas se extendieron a todo el país.
Las autoridades iraníes informaron que unas 21 personas murieron durante los disturbios y miles más fueron arrestadas. Esas protestas fueron las más graves en Irán desde hace. Dos años más tarde, el aumento del precio del combustible desencadenó una nueva oleada de protestas aún más mortíferas contra el gobierno de Irán.
El sitio en internet de Ruhollah Zam, AmadNews, y un canal que creó en la popular aplicación de mensajería Telegram, difundieron en ese entonces los horarios de las protestas.
Bajo el gobierno de presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi, ha recrudecido la represión de las organizaciones de la sociedad civil y continúan llevándose a cabo ejecuciones, según Amnistía Internacional. (Foto: Presidencia egipcia vía Reuters)
En la región Amnistía Internacional condenó a principios de diciembre las acciones de Egipto, acusando al gobierno de Abdel Sisi de llevar adelante una «espantosa oleada de ejecuciones».
Según Amnistía Internacional, Egipto, país aliado de Estados Unidos, ejecutó al menos a 57 personas sólo en octubre y noviembre, casi el doble de la cifra registrada durante 2019.
El mes pasado, Amnistía condenó lo que llamó una » escalofriante escalada » de la represión del gobierno contra la sociedad civil en Egipto.
Fuentes. Reuters / CBC / Canadian Press / RCI
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