En su mensaje anual de fin de año, la Gobernadora General de Canadá, la ex astronauta Julie Payette, dijo que los canadienses tienen una deuda de gratitud con los trabajadores de primera línea por sus esfuerzos para salvar vidas y cuidar a los demás durante la pandemia del Covid-19, declarada como tal por la Organización Mundial de la Salud el pasado 11 de marzo.
Destacando que el coronavirus ha hecho que el 2020 sea un año difícil, Payette elogió a los canadienses por responder positivamente ante las dificultades, elogiando la resiliencia que ha demostrado la ciudadanía durante la pandemia, e insta a la población a «mantener encendida una luz en la casa y en el corazón mientras esperamos que lleguen días mejores» en 2021.
Su homenaje a los trabajadores de primera línea y esenciales, incluyó a los profesionales de la salud y los miembros del ejército que prestaron socorro a las personas afectadas por el virus en distintas regiones del país.
En un cambio en comparación a los mensajes anuales anteriores, el mensaje de Payette para 2020 incluyó declaraciones grabadas de tenientes-gobernadores y comisionados territoriales de todo el país, quienes compartieron sus pensamientos y esperanzas para 2021.
Cada uno habló sosteniendo una vela para simbolizar la luz en los corazones de sus conciudadanos.
Payette concluyó su discurso señalando que los canadienses «todavía no están fuera de peligro», e instó a la ciudadanía a que se mantenga vigilante y se cuiden los unos a los otros.
En su mensaje anual de Año Nuevo previo, poco antes del principio del 2020, Julie Payette había animado a los canadienses a salir de casa y disfrutar del invierno, señalando que la «impresionante belleza» de Canadá merecía ser celebrada y explorada.

La Gobernadora General de Canadá, Julie Payette, rindió homenaje al personal de salud que se encuentra en la primera fila en la lucha contra la pandemia. (Foto: REUTERS/Stephane Mahe)
También había instado a los canadienses a hacer frente a los discursos del odio y la violencia y a trabajar juntos por el bien común.
En julio la Gobernadora General Julie Payette fue acusada de haber creado un ambiente tóxico y una cultura de miedo en Rideau Hall al acosar verbalmente a los empleados hasta las lágrimas o incluso llevarles a la renuncia de sus puestos de trabajo, según fuentes que dieron su versión al difusor público canadiense, CBC.
Sólo durante la pandemia, cuatro miembros del equipo de comunicaciones dejaron sus trabajos. Una quinta persona se sumo a ese éxodo, mientras que otras dos ya se encontraban de baja por enfermedad. Esta fue la segunda oleada de personal que abandonó el trabajo en la oficina de la Gobernadora General debido a una cultura malsana, según varias fuentes.
Fuentes: CBC / Canadian Press / RCI
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