En esta foto proporcionada por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU una manada de caribúes, de la especie Porcupine o Grant, migra hacia la llanura costera del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en el noreste de Alaska. (Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. / Associated Press)

Preocupa a Canadá subasta de derechos de exploración petrolera en Alaska

Poco antes de que el caos se apodere de Washington cuando partidarios del derrotado presidente Trump tomaron por asalto el edificio del Congreso estadounidenses, este miércoles la administración de Trump encontró pocos interesados en su venta de permisos de perforación petrolera en un prístino refugio de vida silvestre en el Ártico. Fue una agencia estatal de Alaska la única entidad licitante para adjudicarse la mayoría de los acres vendidos.

La venta, que generó alrededor de 14,4 millones de dólares en ofertas, puso en evidencia el rechazo de la industria petrolera a una de las iniciativas del presidente Donald Trump por ampliar la explotación de combustibles fósiles y minerales en Estados Unidos.

Ese escaso interés en la subasta también significa un rechazo a los esfuerzos que las autoridades de Alaska llevan adelante desde hace décadas para abrir a las empresas petroleras el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (ANWR).

Donald Trump es un ferviente defensor de la industria petrolera y del sector extractivista, pese a que una serie de estudios de parte de organizaciones internacionales demuestran que los combustibles fósiles son uno de los principales causantes del recalentamiento planetario.

Los combustibles fósiles son una de las principales causas del recalentamiento planetario. (Foto: Peter Macdiarmid/Getty Images)

Las ganancias acabaron muy por debajo de las estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso que en 2019 había calculado ingresos por un valor de 1.800 millones de dólares en licitaciones de dos ventas de arrendamiento de derechos de explotación petrolera en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico por un lapso de 10 años.

Los funcionarios de la Oficina de Administración de Tierras de EE.UU. (BLM) llamaron a la venta «un éxito» mientras que los grupos ecologistas la calificaron de «fracaso épico».

Esa subasta se llevó a cabo a dos semanas de la inauguración del presidente electo Joe Biden, quien se ha comprometido a proteger el hábitat de 19,6 millones de acres, que son el hábitat natural de varias especies, incluyendo osos polares, caribúes y aves migratorias.

Biden también dijo que prohibirá nuevas subastas de arrendamientos para la explotación petrolera en tierras bajo jurisdicción federal.

En un día marcado por la violencia fomentada por Donald Trump, que insiste en negar su derrota en las urnas, y que se tradujo en actos de violencia cuando los seguidores de Trump irrumpieron en el Capitolio de EE.UU., la Casa Blanca no hizo ningún comentario sobre la venta.

Un oso polar junto a sus crías en la costa del Mar de Beaufort en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, Alaska. (REUTERS/Susanne Miller/USFWS/handout)

La Oficina de Administración de Tierras de EE.UU. dijo que recibió ofertas completas para la mitad de los 22 terrenos ofrecidos, y por el 50% de la superficie.

La Autoridad de Desarrollo Industrial y Exportación de Alaska se adjudicó nueve territorios mientras que las pequeñas empresas independientes, Knik Arm Services LLC y Regenerate Alaska Inc., ganaron dos.

El gobierno de Alaska, bajo control del partido de Donald Trump, dijo que espera asociarse con las compañías petroleras para desarrollar los contratos de arrendamiento que ganó en la subasta.

Los funcionarios de la Oficina de Administración de Tierras de EE.UU. no se pronunciaron sobre las razones que llevaron a las compañías petroleras a negarse a presentar ofertas en la subasta, tomando en cuenta que el Departamento del Interior presionó durante meses para llevar a cabo esa subasta antes de que Trump deje la presidencia.

El Instituto Estadounidense del Petróleo, el principal grupo de comercio de petróleo y gas en ese país, dijo en un comunicado que una menor demanda de combustible durante la pandemia y los posibles cambios en las políticas federales eran la causa de la «continua incertidumbre» en torno a las decisiones de inversión en el sector petrolero.

Las organizaciones de la sociedad civil de protección del medioambiente, que habían demandado la suspensión permanente de la explotación petrolera en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico declararon que esa venta fue un masivo fracaso.

El ministro de Medio Ambiente, Jonathan Wilkinson. (Adrian Wyld / Prensa canadiense)

«Esta venta de arrendamiento fue un fracaso épico para la administración Trump y para la representación de Alaska en el Congreso», dijo Adam Kolton, director ejecutivo de la organización medioambiental Alaska Wilderness League.

En Canadá, el Ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático, Jonathan Wilkinson, hizo saber mediante una declaración que tenía “serias preocupaciones” sobre el impacto de una posible explotación petrolera en una los caribúes de la especie Porcupine cuyo hábitat abarca el noreste de Alaska y el noroeste de Canadá.

Aunque se estima que la llanura costera del refugio contiene hasta 11.800 millones de barriles de petróleo, en esta región no existen carreteras, senderos establecidos ni otra infraestructura, lo cual beneficia a la supervivencia de la vida silvestre en la zona, y que también son factores que probablemente redujeron al mínimo el interés de las empresas petroleras en lanzarse a la perforación petrolera.

Fuentes: Reuters / CBC / Canadian Press / RCI

Categorías: Economía, Internacional, Medioambiente y vida animal, Política, Sociedad
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