El nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quiere que los gastos federales sean orientados a la compra de bienes manufacturados en Estados Unidos a fin de fortalecer las industrias y los empleos en ese país. (Foto: Jim Lo Scalzo-Pool/Getty Images)

La petrolera TC Energy suspende la construcción del oleoducto Keystone XL

La petrolera canadiense TC Energy anunció este miércoles la suspensión de las obras de construcción del oleoducto Keystone XL en previsión de la decisión del presidente entrante de EE.UU., Joe Biden, de revocar el permiso concedido por el expresidente estadounidense Trump en 2017.

El gobierno del primer ministro provincial de Alberta, el conservador Jason Kenney, gastó al menos 1.500 millones de dólares por los contribuyentes en ese proyecto petrolero al cual se oponen una serie de organizaciones de protección del medioambiente tanto en Canadá como en Estados Unidos.

Se espera que Biden revoque el permiso para el oleoducto de TC Energy con sede en Calgary mediante la firma de una serie de órdenes ejecutivas después de haber jurado como el 46º presidente de los EE.UU. este miércoles.

Los planes del nuevo gobierno demócrata estadounidense para revocar el permiso para la construcción de un oleoducto de 8 mil millones de dólares fueron revelados por primera vez por el difusor público canadiense CBC el pasado domingo, lo cual causó conmoción en la provincia de Alberta.

Explotación de las arenas bituminosas al norte de Fort McMurray, Alberta, 3 de noviembre de 2011. (Foto: REUTERS/Todd Korol)

El gobierno de esa provincia acordó el año pasado invertir unos 1.500 millones de dólares como capital en el proyecto, además de miles de millones más en garantías de préstamo. Como resultado, la parte canadiense del proyecto ha estado en construcción durante varios meses, empleando unos 1.000 trabajadores en el sudeste de Alberta.

El anuncio de la suspensión de las obras de construcción de Keystone XL era una decisión que se esperaba tras saberse que Biden firmaría una serie de órdenes presidenciales para enfrentar la crisis del recalentamiento climático y tomar el camino de la reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo climático de París.

En una declaración publicada este miércoles por la mañana, la petrolera TC Energy dijo que estaba decepcionada con la medida y advirtió que esa anulación del permiso de construcción ocasionaría el despido de miles de trabajadores.

«TC Energy revisará la decisión, evaluará sus implicaciones y considerará sus opciones», dijo su declaración. «Sin embargo, como resultado de la esperada revocatoria del permiso presidencial, el avance del proyecto será suspendido».

La compañía dijo que la decisión de Biden «anulará un proceso regulador integral sin precedentes que duró más de una década».

Jason Kenney, primer ministro de la provincia de Alberta, es un ardiente defensor de la explotación de combustibles fósiles y la construcción del oleoducto Keystone XL. (Foto: Justin Tang/The Canadian Press)

La empresa, con sede en Calgary, llegó a un acuerdo con cuatro sindicatos para construir el oleoducto y tiene un acuerdo con cinco tribus indígenas para tomar una participación de propiedad de aproximadamente 785 millones de dólares.

La Asociación de Contratistas Progresistas de Canadá, PCAC por sus siglas en inglés, dijo en un comunicado de prensa que estaba decepcionada de que Biden «anteponga la política a la razón».


«Nos decepciona que el nuevo presidente haya perdido de vista las enormes ventajas económicas y estratégicas de este proyecto… Anular un proyecto importante, horas después de haber tomado posesión del cargo, es un punto de partida difícil para restablecer las relaciones entre Canadá y Estados Unidos».

Paul de Jong, presidente de la Asociación de Contratistas Progresistas de Canadá.


La asociación, cuyos miembros emplean a miles de trabajadores de la construcción en las provincias de Alberta y Columbia Británica, dijo que el oleoducto habría generado hasta 60.000 empleos directos e indirectos en Canadá y Estados Unidos.

De haber sido completado, el oleoducto de 1.897 kilómetros, anunciado por primera vez en 2005, habría transportado unos 830.000 barriles de crudo al día desde las arenas bituminosas de Alberta hasta Nebraska. Luego se habría conectado con el oleoducto original de Keystone que conecta con las refinerías de la costa del Golfo de los Estados Unidos.

Trump otorgó un permiso de construcción del proyecto de construcción de l oleoducto Keystone XL, que había sido previamente cancelado por el ex presidente Obama en 2015. (Imagen: CBC)

Las petroleras canadienses, que durante años han luchado contra los bajos precios relacionados en parte con oleoductos a veces congestionados, apoyaron durante mucho tiempo el proyecto Keystone XL.

En una declaración, la petrolera Suncor Energy dijo que apoyaba la ampliación del acceso al mercado de EE.UU. a través de oleoductos como Keystole XL, que proporcionaría petróleo de origen responsable a las refinerías de EE.UU. para beneficio de los consumidores en ese país.

Pero un informe del Organismo Regulador de la Energía de Canadá, publicado en noviembre pasado, indica que se prevé que las exportaciones de crudo desde el oeste de Canadá se mantengan por debajo de la capacidad total de los oleoductos durante los próximos 30 años si Keystone XL y otros dos proyectos son llevados adelante. Este pronóstico llevó a las organizaciones de protección del medioambiente a cuestionar la necesidad de construir los tres oleoductos, a lo que se suman las consecuencias medioambientales negativas que ocasiona la extracción de combustibles fósiles.

Durante meses, el candidato demócrata Joe Biden, que derrotó en las urnas al republicano Trump, dijo que tenía toda la intención de cancelar ese proyecto si era elegido presidente de Estados Unidos.

El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo que planteó el tema a Biden antes de la inauguración y reafirmó el apoyo de Canadá a ese polémico proyecto petrolero.

Por su lado, el Primer Ministro de la provincia de Alberta, Jason Kenney, dijo que la revocación del permiso dañaría las relaciones entre Canadá y Estados Unidos, y cree que Alberta podría tener opciones legales para recuperar el dinero de los contribuyentes en caso de que el permiso sea cancelado.

Kenney dijo el domingo que si EE.UU. revoca el permiso, «Alberta trabajará con TC Energy para utilizar todas las vías legales disponibles para proteger sus intereses en el proyecto».

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que fue inaugurado el miércoles, dijo que revocaría el permiso presidencial para el oleoducto de Keystone XL a medida que se mueve para abordar el cambio climático y comienza el proceso de reingreso al acuerdo climático de París. (Evan Vucci/The Associated Press; Alex Panetta/The Canadian Press)

Greg Anderson, un politólogo de la Universidad de Alberta, dijo que los canadienses tienden a considerar los conflictos comerciales menores como una especie de barómetro para la relación más amplia que existe entre Canadá y EE.UU., añadiendo que «ese no es el caso».

Según Anderson, la provincia de Alberta enfrenta mayores desafíos que la pérdida de un oleoducto.


«Creo que muchos habitantes de la provincia esperaban que esto [la cancelación del permiso de construcción] no ocurriría y que el oleoducto sería construido. Pero el oleoducto de Keystone no es la economía de Alberta. No salvará a Alberta ni resolverá sus problemas. Podría haber ayudado en los márgenes, pero Alberta tiene problemas más grandes que resolver».

Greg Anderson, politólogo de la Universidad de Alberta.


Este oleoducto se ha convertido en un símbolo de las tensiones entre el desarrollo económico extractivista y la reducción de las emisiones de combustibles fósiles responsables de la crisis del recalentamiento climático.

La administración Obama rechazó ese oleoducto en 2015, lo que llevó a TC Energy en 2016 a iniciar una demanda y una reclamación multimillonaria contra el gobierno de los Estados Unidos en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en vigor en ese entonces.

La empresa cambió de estrategia después de que el republicano Donald Trump revivió ese oleoducto tras llegar a la presidencia de Estados Unidos hace cuatro años, dándole un fuerte apoyo. Tras haber obtenido el permiso de Trump, se dio inicio a la construcción de Keystone XL en EE.UU.

La petrolera canadiense TC Energy podría ahora tomar una acción legal similar para evitar quedarse con las manos vacías después de una docena de años de reveses, miles de millones de dólares gastados y la preparación de miles de páginas de presentaciones legales.

Fuente: CBC / Reuters / Canadian Press / RCI

Categorías: Economía, Internacional, Política
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