Puede que el proyecto del oleoducto Keystone XL esté muerto, pero Estados Unidos todavía está dispuesto a aumentar sus importaciones de petróleo canadiense a niveles récord en los próximos años a través de otros oleoductos que se encuentran en plena expansión.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, canceló el permiso otorgado a Keystone XL en su primer día en el cargo el pasado miércoles, asestando un golpe mortal a un proyecto largamente gestado que habría transportado 830.000 barriles diarios de crudo extraído de las arenas bituminosas de la provincia de Alberta hasta Nebraska.
Los organismos de protección del medioambiente, distintos partidos políticos y las comunidades indígenas aplaudieron la decisión, pero los comerciantes y analistas afirmaron que los oleoductos entre Estados Unidos y Canadá tendrán capacidad más que suficiente para hacer frente a los crecientes volúmenes de crudo procedentes de Canadá, que es el principal proveedor extranjero de petróleo a Estados Unidos.
Actualmente, Canadá exporta unos 3,8 millones barriles de petróleo diarios a Estados Unidos, según datos del Departamento de Energía estadounidense. Los analistas prevén que esta cifra aumente a entre 4,2 y 4,4 millones de barriles diarios en los próximos años.

La asunción del nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el 20 de enero de 2021 significa la estocada final al proyecto de oleoducto Keystone XL. (Foto: Jim Lo Scalzo-Pool/Getty Images)
Según la firma noruega de análisis energético Rystad Energy, las ampliaciones de los oleoductos actualmente en curso añadirán antes del 2025 una capacidad de exportación equivalente a más de 950.000 barriles diarios de petróleo para beneficio de los productores canadienses.
La administración de Biden se ha fijado el objetivo de avanzar hacia la descarbonización y y la reducción de la dependencia de Estados Unidos del gas y el petróleo a fin de disminuir los contaminantes atmosféricos causantes de la crisis del recalentamiento planetario. La mayor parte de la energía consumida en ese país proviene del uso de los combustibles fósiles.
Según Gina McCarthy, coordinadora de la política climática nacional de Joe Biden en la Casa Blanca, cualquier beneficio limitado que se preveía como beneficio del proyecto Keystone XL tiene que ser reconsiderado a la luz de las actuales condiciones de la economía.
Sin embargo, incluso sin el oleoducto Keystone XL, Estados Unidos depende ahora de Canadá para la provisión de más de la mitad de su petróleo importado. Varias de las líneas que transportan ese crudo están en pleno proceso de ampliación.

Un trabajador petrolero sostiene un puñado de las arenas bituminosas crudo de las que se extrae crudo pesado cerca de Fort McMurray, en Alberta, Canadá. (Foto: THE CANADIAN PRESS/Jeff McIntosh)
El proyecto de sustitución de la Línea 3 de la petrolera Enbridge Inc se encuentra en proceso de duplicar su capacidad, lo que le permitirá transportar unos 760.000 barriles de petróleo diarios de crudo desde Alberta hasta las refinería de petróleo en Superior, Wisconsin, para finales de 2021.
El gobierno canadiense también está ampliando la capacidad del oleoducto estatal Trans Mountain que pasará de 590.000 a 890.000 barriles de petróleo diarios. Esa línea termina en el puerto de Vancouver, desde donde debería poder enviar ese petróleo mediante buques cisterna a Estados Unidos.
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Por otra parte, la petrolera canadiense TC Energy recibió el año pasado la aprobación de Estados Unidos para ampliar la capacidad de su oleoducto Keystone de 590.000 barriles de petróleo diarios , oleoducto que se encuentra lejos de la propuesta Keystone XL, lo que añadiría unos 170.000 barriles de petróleo diarios adicionales hacia la región central y la Costa del Golfo de Estados Unidos.
«Suponiendo que los otros oleoductos sigan adelante según lo previsto, estaremos sobredimensionados. Si se suman todos, se puede argumentar que el proyecto Keystone XL no era necesario».
Mark Oberstoetter, director de investigación de Wood Mackenzie.

El oleoducto de expansión Trans Mountain de 1.150 kilómetros transportará petróleo desde Edmonton a una terminal en Burnaby, cerca de Vancouver, desde donde será exportada mediante buques cisterna a las refinerías en Estados Unidos. (Imagen: Scott Galley / CBC)
La construcción en curso de Trans Mountain y de la Línea 3 todavía podría verse frenada por las acciones de las organizaciones que trabajan en la defensa del medioambiente, pero a diferencia de Keystone XL, ambos oleoductos han superado los obstáculos legales y reglamentarios.
La producción de petróleo en el oeste de Canadá aumentará en 2021 a una cantidad récord de 4,45 millones de barriles de petróleo diarios, según estimaciones de la analista de datos RBN Energy, frente a los 3,9 millones de bpd producidos en 2020, cuya mayor parte será exportada a Estados Unidos.
Canadá es el cuarto productor mundial de crudo, pero lleva años enfrentando el problema de la congestión de oleoductos. Esto ha provocado un exceso de petróleo en los tanques de almacenamiento de Alberta, lo que ha hecho bajar los precios y ha llevado a la provincia a imponer restricciones a la producción para agotar los inventarios acumulados a niveles récord.
Esas restricciones fueron levantadas en noviembre y la producción ha aumentado desde entonces. Mientras la producción está de nuevo en aumento, las empresas de oleoductos y gasoductos han aumentado la eficiencia de los oleoductos y gasoductos existentes mediante el uso de agentes reductores de resistencia.
«Aunque la política en torno al proyecto Keystone XL seguirá resonando durante algún tiempo, la realidad es que el oeste de Canadá, por primera vez en la memoria reciente, puede llegar pronto a una situación en la que se encuentre con que tiene un exceso de capacidad de exportación de petróleo», dijo en una nota el vicepresidente de Rystad Energy para el esquisto norteamericano, Thomas Liles.

Los combustibles fósiles son uno de los principales causantes del recalentamiento global. El regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París y la anulación del proyecto de oleoducto Keystone XL marcan un giro de 180 grados en las políticas estadounidenses en el tema de la protección del medioambiente. (Foto: iStock/Drbouz)
Warren Mabee, director del Instituto de Política Energética y Medioambiental de la Universidad Queen’s, en Kingston, Ontario, no cree que la anulación del proyecto Keystone XL suponga un cambio importante y significativo en el suministro de petróleo estadounidense en estos momentos.
«El flujo de petróleo que sale de Canadá es ahora una parte mucho menor dentro de cualquier gran estrategia energética estadounidense. Estados Unidos tiene la capacidad de poder compensar esa situación. Ellos no cuentan realmente con la capacidad adicional, el crecimiento que aportaría Keystone XL».
Warren Mabee, director del Instituto de Política Energética y Medioambiental de la Universidad Queen’s.
A este cuadro se suma el aumento de la producción de petróleo en Estados Unidos y la existencia de rutas de suministro alternativas que ha reducido la necesidad de los cientos de miles de barriles de petróleo que habrían sido bombeados diariamente a través del oleoducto Keystone XL, ahora cancelado, dicen algunos expertos del sector.
Fuentes: Reuters / CBC / M. Gollom / Canadian Press / RCI
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