La Federación Canadiense de Empresas Independientes, CFIB por sus siglas en inglés, hizo saber este jueves que uno de cada seis propietarios de pequeñas empresas canadienses, lo que equivale a unos 181.000 empresarios están considerando seriamente la posibilidad de cerrar sus negocios.
A medida que se agrava el resurgimiento del virus del Covid-19 en gran parte del país, estos cierres permanentes dejarán a millones de personas sin trabajo.
Las últimas cifras, basadas en una encuesta realizada entre los miembros de esta federación entre el 12 y el 16 de enero, se suman a las otras 58.000 empresas que se quedaron inactivas en 2020.
La CFIB llevó a cabo la consulta mediante un cuestionario en internet entre el 12 y el 16 de enero, con la participación de 4.129 de sus miembros. Al tratarse sólo de miembros de la Federación Canadiense de Empresas Independientes, la encuesta no es estadísticamente aleatoria, pero una encuesta adecuadamente aleatoria de ese tamaño se consideraría precisa dentro de 1,5 puntos porcentuales, 19 de cada 20 veces.
Liam Slater Oda, empleado de la tienda Sports Experts, desinfecta su espacio de trabajo en Montreal, el domingo 24 de mayo de 2020. (Foto: LA PRENSA CANADIENSE/Graham Hughes)
Una estimación de la CFIB del verano pasado estableció que una de cada siete empresas, unas 158.000, corría el riesgo de quebrar como consecuencia de la pandemia.
Según las previsiones actualizadas de la organización, más de 2,4 millones de personas podrían quedarse sin trabajo, lo que representa un 20% de todos los empleos en el sector privado en Canadá.
Simon Gaudreault, director de investigación nacional de la CFIB, dijo que era alarmante el aumento del número de empresas que consideran cerrar sus puertas.
«No vamos en la dirección correcta, y cada semana que pasa sin mejoras para el sector empresarial empuja a más propietarios a tomar esa decisión final», dijo en un comunicado.
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«Cuantos más negocios desaparezcan, más puestos de trabajo perderemos y más difícil será la recuperación de la economía».
Simon Gaudreault, director de investigación nacional de la Federación Canadiense de Empresas Independientes.
En total, uno de cada cinco negocios corre el riesgo de cerrar definitivamente para el final de la pandemia, según la organización.
Este nuevo y sombrío estudio fue elaborado tras un año brutal para los negocios canadienses.
«Lo siento, estamos cerrados» dice un cartel en Hanky Panky Boutique en Queen Street West, Toronto donde varias tiendas cerraron sus puertas debido al COVID-19. (Foto: Laura Howells / CBC)
«El comienzo de 2021 parece más un quinto trimestre de 2020 que un nuevo año», dijo Laura Jones, vicepresidenta ejecutiva de la CFIB, en un comunicado.
La funcionaria pidió a los gobiernos que ayuden a las pequeñas empresas a «sustituir las subvenciones por las ventas», introduciendo vías seguras para la reapertura de los negocios.
«Hay mucho en juego ahora, desde los puestos de trabajo hasta los ingresos fiscales, pasando por el apoyo a los equipos de fútbol locales», dijo Jones. «Hagamos de 2021 el año en que ayudemos a las pequeñas empresas a sobrevivir y a volver a prosperar».
Laura Jones, vicepresidenta ejecutiva de la Federación Canadiense de Empresas Independientes.
Más de 5,5 millones de canadienses sintieron el impacto directo del cierre de las actividades económicas a mediados de 2020, incluyendo 3 millones de personas que perdieron sus empleos y otros 2,5 millones que siguieron trabajando pero experimentaron ausencias a causa de la pandemia. Desde mayo hasta diciembre, Canadá ha registrado una recuperación constante de puestos de empleo, a medida que se fueron relajando las restricciones del cierre, pero esa tendencia se acabó en diciembre, cuando se perdieron 63.000 puestos de trabajo.
Fuentes: CBC / Canadian Press / CBC / CTV / RCI
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