La pandemia de la COVID-19 ha tenido un impacto negativo no solo en los ingresos de los pequeños empresarios de Canadá, sino en su salud física y mental.
De acuerdo con un sondeo realizado por la Federación Canadiense de Negocios Independientes (CFIB por sus siglas en inglés), casi la mitad de los empresarios encuestados están presentando problemas de salud mental, mientras que 43% de ellos aseguran que han trabajado más horas de lo habitual, lo cual los mantiene agotados. Esto ocurre en un escenario pandémico y de entrada a las ya exigentes labores que traen consigo las fiestas de diciembre.
Laura Jones, vicepresidenta ejecutiva de la CFIB, reconoció a través de un comunicado de prensa que “muchos canadienses están lidiando con estrés en estos momentos. Los propietarios de pequeñas empresas no son excepción. Muchos de ellos cuentan con los ingresos de diciembre para mantenerse a flote, pero la mayoría no se encuentran ni cerca de sus niveles de ventas normales, en un momento que es crítico para su supervivencia”.
Inicio débil
La mayoría de los comercios en Canadá están funcionando en estos momentos a pesar de la pandemia de la COVID-19. Para muchos ciudadanos, se ha convertido en un espacio de entretenimiento/relajación pues es de las pocas actividades que están permitidas en el marco de las restricciones gubernamentales para frenar el contagio del coronavirus.
Pero esto no necesariamente se ha traducido en más ventas para los pequeños comerciantes. De hecho, de acuerdo con CFIB, la temporada de compras por la Navidad ha sido débil, hasta ahora:
- 62% de los comercios están completamente abiertos (versus 66% el mes precedente)
- 41% de los comercios o pequeñas empresas tienen a su personal completo (versus 42% el mes previo)
- Solo 29% están registrando ventas normales (versus 28% el mes pasado)
Apoyo
La petición ante esta realidad sigue siendo la misma que se ha escuchado durante la pandemia: privilegiar el consumo local para apoyar a los pequeños empresarios.
En este sentido, la CFIB -la organización de pequeños empresarios más grande de todo el país- está pidiendo a los consumidores escoger apoyar a los pequeños comerciantes en lugar de las grandes cadenas a la hora de hacer sus compras de diciembre.
“Muchos de nosotros, en todo el país, no podremos celebrar las fiestas con nuestras familias. Necesitamos un sentido de comunidad y una forma de mantenernos conectados entre todos, ahora más que nunca. Apoyar a la empresas locales es una gran forma de hacerlo”
Laura Jones, vicepresidenta ejecutiva de la CFIB
Más de 100 000 pequeños empresarios están ahora en línea
Según datos de la propia CFIB, un tercio de los pequeños empresarios ofrecen en estos momentos ventas en línea, esto luego de que 152 000 se sumaran al llamado ecommerce desde marzo, mes en el que comenzó la crisis de la pandemia.
Son los sectores que han sido más golpeados por esta crisis los que más se han adaptado al comercio virtual, incluyendo el sector de venta al detal, el arte y el entretenimiento y servicios de salud. Mientras uno de cada cinco empresarios cree que podrá sobrevivir gracias a las ventas en línea, un cuarto de los que hicieron la migración al mundo digital consideran cuesta arriba poder generar ingresos por esta vía.
En este sentido, Jones recuerda que también se puede dar apoyo a los pequeños empresarios a través de Internet. “Hacer un esfuerzo extra para conseguir un pequeño empresario en línea puede hacer la diferencia. Sobreviven con nuestro apoyo y están agradecidos por ello”, aseveró Jones en otro comunicado de prensa.
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Al borde del límite
Pero hay comerciantes a los que la campaña de compra local los ha llevado al límite de sus capacidades. Esto es una realidad que se está observando en algunas pequeñas empresas de Manitoba.
Un reporte de CBC News da cuenta cómo en varios comercios de esta provincia canadiense, pequeños comerciantes están luchando por cumplir con las órdenes, que se han elevado precisamente por la campaña de apoyo a lo local y la posibilidad de vender a través de Internet. Tal es el caso de McNally Robinson Booksellers, un comercio en el que las ventas no se traducirán en resultados en verde al cierre del año.
Chris Hall, copropietario del comercio, explicó que están trabajando el doble o el triple que en condiciones normales, pero las ventas representan una fracción de lo que han tenido en otros años, por lo que los ingresos están siendo menores, pese a que están trabajando más.
Mucho de este trabajo extra viene por las órdenes que se realizan a través de Internet, por lo que los trabajadores están haciendo todo lo posible por procesar y empaquetar cientos de compras para entrega en el comercio o a domicilio.
“Estamos al borde de nuestro límite físico”, sostuvo Hall al servicio de noticias.
Esto ha traído como consecuencia que muchas órdenes lleguen incluso con retraso a los compradores.
Fuentes: Federación Canadiense de Negocios Independientes, CBC News
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