La diversidad está poco presente en los grupos que dicen trabajar con y para ella. Foto: iStock.

Entidades caritativas y diversidad, una cuenta pendiente

Una de las primeras impresiones que este cronista guarda en la memoria, tras su llegada a Canadá, es la profusión de organizaciones oficiales y no oficiales que ofrecen asistencia de distinto tipo al conjunto de la población.

En muchos casos, se trata de entes cuya tarea tiene como uno de sus ejes centrales a los jóvenes, otras ponen el acento en las desigualdades socioeconómicas, una serie de ellas abarca las problemáticas de los inmigrantes, mientras las hay abocadas a grupos de la diversidad sexual, por citar algunos ejemplos.

Un sondeo reciente de la agencia canadiense de estadísticas se propuso trazar un perfil de dichas organizaciones e intentar ver si la composición de sus instancias directivas refleja la diversidad social y de grupos que dicen atender.

Las entidades que trabajan sobre la pobreza son las más numerosas. Foto: iStock.

Privilegiar la acción local

Si bien existen aquí organizaciones caritativas y sociales internacionales, el 48 por ciento de las personas sostuvo que el organismo en el que se desempeñan actúa en el plano local, ya sea en el barrio, la ciudad o municipio rural, mientras el 13 por ciento opera a nivel provincial o territorial, el 8 por ciento con alcance nacional y el 3 por ciento de manera internacional.

En conjunto, el 76 por ciento de los participantes cumple una función en el gobierno o administración de la entidad.

La mayor parte de esas instituciones se dedica a los servicios sociales (23 por ciento), el arte y la cultura (16 por ciento), educación e investigación (13 por ciento), deporte (12 por ciento) y salud (10 por ciento).

Tal perfil puede variar según el alcance geográfico de la actividad de la organización.

Los bancos de alimentos desmuestran ser entidades efectivas, otras no tanto. Foto: iStock.

Juventud y pobreza

Cerca del 71 por ciento de los consultados dijo trabajar al menos con dos de los grupos comprendidos por jóvenes, personas en la pobreza o con bajos ingresos , inmigrantes recién llegados o minorías visibles, personas con discapacidad física, grupos indígenas, miembros de la comunidad LGBTQ2+ y adultos mayores.

Cerca de la mitad de las entidades reportaron dedicarse a la asistencia de personas indígenas, LGBTQ2+, inmigrantes y minorías visibles.

El perfil es más común en entidades que operan a nivel local, que aquellas que lo hacen en las provincias, territorios o en el plano nacional.

Reflejo de la sociedad

Tratándose de organizaciones que trabajan en el plano social, resulta un dato ilustrativo conocer si la composición tanto del conjunto de los miembros como el de quienes tienen funciones directivas refleja la diversidad de la sociedad a la que buscan servir.

Algo más del 30% de los participantes dijo que su organización tiene una política escrita sobre la diversidad de su consejo de administración, el 47% dijo carecer de tal herramienta y 23% no estaba al tanto de si existía o no.

Las comunidades inmigrantes están casi ausentes en los estamentos directivos de las entidades. Foto: iStock.

La adopción de una política expresa sobre la diversidad es más frecuente en las entidades a nivel nacional, con el 42 por ciento de los casos, mientras que las proporciones fueron inferiores a nivel local con 27 por ciento, regional, provincial o territorial 32 por ciento o internacional 31 por ciento.

Entre todos los participantes, los que trabajan en organizaciones dedicadas principalmente al deporte y al ocio o en organizaciones religiosas benéficas o sin fines de lucro, son los que menos declaran que su organización tiene una política escrita sobre la diversidad en los consejos de administración.

Mayoría de mujeres

La mayoría de los miembros de los cuerpos directivos que contestaron al sondeo son mujeres, con el 59 por ciento de las respuestas. La cifra se extiende al 63 por ciento en los casos de organizaciones no lucrativas y caritativas locales y bajan al 54 por ciento en entidades a nivel nacional.

La presencia femenina en las instancias directivas es más pronunciada en el caso de la prestación de servicios sociales con el 67 por ciento, medioambiente 64 por ciento, educación e investigación 63 por ciento, leyes, abogacía y política 63 por ciento, mientras que en deportes es del 50 por ciento y en religión del 40 por ciento.

Siempre en referencia a los consejos de dirección, sólo 14 por ciento dijo ser inmigrante, 12 por ciento pertenece a una minoría visible, 9 por ciento se identificó como LGBTQ2+, 6 por ciento tiene alguna discapacidad física y 3 por ciento pertenece a grupos indígenas.

Los rostros indígenas tampoco son habituales en este tipo de organizaciones. Foto: iStock.

Inmigrantes, LGBTQ2+ e indígenas

En el caso de los inmigrantes, las organizaciones internacionales, religiosas o ambientalistas cuentan con la mayor presencia de los mismos en sus instancias directivas, con el 27, 20 y 19 por ciento respectivamente.

Los miembros de la comunidad LGBTQ2+ participan como cuadros mayormente en organizaciones ligadas a leyes, abogacía y política con el 14 por ciento, o en arte y cultura con el 13 por ciento.

Las personas con discapacidades están presentes en los directorios de entidades de leyes, abogacía y política con el 11 por ciento y salud con el 9 por ciento.

Los grupos indígenas tienen 6 por ciento de representación en las instancias de mando de entidades relacionadas con las leyes, abogacía y política.

Algunos de estos grupos reciben cantidades de dinero importantes. Foto: iStock.

La encuesta se llevó a cabo mediante una recolección de datos a partir de miembros de la comunidad y no mediante un muestreo probabilístico, como es habitual en los sondeos llevados a cabo por la agencia federal de estadísticas.

Ya que comenzamos hablando de recuerdos, otro dato que me viene a la memoria es el de una conversación que mantuve hace muchos años con una persona que se desempeñaba en una entidad de asistencia social, quien me confesó que el 70 por ciento del dinero que su grupo recibía para destinar a caridad, en realidad lo dedicaba al pago de salarios del personal y de gastos de funcionamiento.

Cabría preguntarse, en base a lo antedicho, si estas organizaciones cumplen con el rol que dicen querer desempeñar en nuestra sociedad.

La lista completa de entidades caritativas registradas en el país puede ser consultadas en el sitio web del Gobierno de Canadá.

La ley sobre las organizaciones no lucrativas está disponible en el sitio internet del Consejo sobre Fundaciones.

Según Sector Source Canada, hay 170.000 entidades caritativas en el país, de las que 85.000 están registradas como tales ante la agencia canadiense de ingresos.

Fuentes: Agencia Canadiense de Estadísticas / Gobierno de Canadá / Consejo sobre Fundaciones / Sector Source.

Categorías: Indígenas, Inmigración y Refugiados, Política, Sociedad
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