Desde hace algún tiempo, los especialistas en salud advierten sobre la existencia de otra “pandemia”, aparte del coronavirus, y que parece no estar obteniendo atención suficiente de las autoridades: la soledad.
Algunas naciones han tomado nota del tema y comienzan a implementar medidas.
En Canadá el asunto es abordado pero, en la mayoría de los casos, se lo circunscribe a los adultos mayores, cuando el problema parecería ser mucho más ámplio.

La soledad no afecta sólo a los ancianos. Foto: iStock.
Un ministerio de la soledad
En 2018, las autoridades británicas fueron las primeras en adoptar la decisión de crear un ministerio que se ocupase de la cuestión de la soledad en su territorio, tanto por la cantidad de gente anciana que vive sola, estimada en alrededor de 4 millones, como por la cantidad creciente de jóvenes que dicen sentirse aislados y sin compañía.
Más recientemente, Japón replicó la decisión y creó una cartera para que se ocupe de la gente que dice sentirse sola.
La problemática no es nueva, pero comienza a ser abordada con mayor asiduidad en distintos sitios, posiblemente porque el aislamiento social impuesto por el coronavirus ha hecho el tema más evidente e incluso lo puede haber agravado.

Un fenómeno que afecta cada vez a más personas. Foto: iStock.
Canadienses solos
Al momento de buscar material para este artículo comprobé que la mayor parte de la literatura científica sobre el tema está centrada principalmente en los ancianos.
Decenas de estudios abordan el problema de los adultos que quedan aislados por problemas de salud, pérdida de autonomía, fallecimiento de sus seres queridos, y otras causas.
En menor medida, algunos trabajos sociológicos se abocan a investigar las condiciones que rodean a los inmigrantes.
Tales abordajes parecen dejar de lado las implicancias sociales, culturales, económicas y “de época” que pueden rodear a la soledad y que exceden las fronteras, llevando a los expertos a hablar de epidemia o incluso pandemia de soledad.

Las mujeres son blanco privilegiado por la soledad. Foto: iStock.
Según un estudio de investigadores de la Universidad de Columbia Británica, la soledad puede afectar a las personas en cualquier momento de su vida, pero destaca dos grupos etarios en los que el problema suele presentarse con mayor frecuencia: las personas mayores de 75 años y los jóvenes de 15 a 25 años.
Una vez más, el Grupo de Investigación sobre Envejecimiento Activo destaca que si bien ambos grupos son motivo de preocupación, los mayores de 75 concentran buena parte de la atención, debido a que la población canadiense es cada vez más anciana y las personas que pueden colocarse en esa categoría son más numerosas.
Además de la edad, el grupo destaca que el género también es un factor de riesgo, siendo las mujeres las que se encuentran más expuestas. Las proyecciones indican que para 2031 habrá 5,1 millones de mujeres mayores, es decir el 53 por ciento de las personas de 65 años o más, siendo que precisamente ellas no sólo corren el riesgo de estar solas, sino que también son más propensas a mostrar mayores tasas de deterioro en su funcionamiento físico.

Homeless child
Cuando pase la pandemia
La pandemia de coronavirus nos familiarizó de la noche a la mañana con la expresión “aislamiento social”. Se trata de una interrupción de los vínculos sociales habituales, como medida para frenar los contagios y la propagación del virus.
Es una disposición transitoria, por más que a muchos les parezca que ha durado “una eternidad”.
Pero el aislamiento social existe como fenómeno fuera de la pandemia.
La Asociación Canadiense de Salud Mental (CMHA) recuerda una distinción entre aislamiento social y soledad.
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- Un estado objetivo.
- Carecer de sentido de pertenencia.
- Falta de compromiso con otros.
- Número mínimo de contactos sociales.
- Número mínimo de relaciones satisfactorias y de calidad.
- Suele estar relacionado o ser el resultado de barreras a la participación social.
- Una experiencia subjetiva y negativa, que implica sentimientos de pérdida de compañía y angustia.
- Puede producirse como respuesta al aislamiento social o en ausencia del mismo.
- Es una emoción humana normal, que para la mayoría de las personas varía a lo largo de la vida.
- Puede ocurrir cuando hay un desajuste entre la cantidad o la calidad de relaciones sociales que tiene una persona, en comparación con lo que desea.
La entidad sostiene que el Covid-19 ha tenido un impacto en nuestra vida social, pero también en el aislamiento y en la experiencia de la soledad.
La soledad no es saludable
El 54% de los canadienses se sienten solos o aislados, según una encuesta realizada por la consultora Ipsos, en base a los datos recogidos de 1.006 canadienses mayores de 18 años, a través de una encuesta en línea.
La soledad, advierte la CMHA, puede llevar a la depresión y a otros problemas de salud mental.
Por su lado, los investigadores de la UBC indican que la soledad en sí misma puede suponer un riesgo de muerte prematura, incluso mayor que la obesidad o el tabaquismo.
En datos de la agencia canadiense de estadísticas, correspondientes al período 2008/2009, alrededor de 525.000 personas de 65 años o más (12 por ciento de ese segmento), se sentían socialmente aisladas.
La cifra surgió de una combinación de sentimientos de soledad y un débil sentido de pertenencia a la comunidad.
Además, 1.018.000 encuestados (24 por ciento de la franja), declararon una baja participación en actividades comunitarias, con menos de una vez a la semana.
Retomando el sondeo llevado a cabo por Ipsos, el distanciamiento social está teniendo un impacto psicológico en los canadienses, sostuvo el 54 por ciento de las personas relevadas por la consultora.

La soledad puede ser fuente de problemas de salud graves. Foto: iStock.
Soledad prematura
Los canadienses más jóvenes, según Ipsos, son más propensos a experimentar estos sentimientos, que son especialmente pronunciados en los que tienen entre 18 y 34 años (68 por ciento) en comparación con los que tienen entre 35 y 54 años (58 por ciento) o más de 55 años (40 por ciento).
Así como el coronavirus implica una crisis sanitaria que excede los límites nacionales, la soledad es un fenómeno que parece responder a otras circunstancias que las domésticas.
Encarar el tema de manera excluyente en la estructura etaria o en la composición étnica de la sociedad parece dejar de lado una parte importante de la información.
Fuentes: Grupo de Investigación sobre Envejecimiento Activo (UBC) / Asociación Canadiense de Salud Mental / Ipsos / Estadísticas Canadá / Socompa.
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