La voz de Canadá en el mundo con futuro incierto

Las autoridades de CBC / Radio-Canada no lograron, una vez más, cumplir con sus propias previsiones.

Tras una primera postergación de los plazos iniciales, hoy debía comenzar a funcionar el nuevo modelo diseñado por los directivos del medio público canadiense para Radio Canadá Internacional, convirtiendo a la otrora “voz de Canadá en el mundo” en un servicio de traducciones.

Una nueva postergación de 4 semanas fue anunciada.

La producción propia, que abarca la cobertura de la actividad canadiense en sus diversas facetas, la realización de contenidos especiales, entrevistas, reportajes, el abordaje de la realidad de las comunidades culturales y la presencia e influencia de Canadá en el mundo, por citar sólo algunos ejemplos, serán ahora reemplazados por la traducción de textos seleccionados y redactados por CBC / Radio-Canada.

Se trata sólo de un paso más en un largo proceso de afecta a RCI, a la que en sucesivas ocasiones se le recortó su presupuesto, rebajando el que tenía hasta 2012, que superaba los 13 millones de dólares, a cerca de 2 millones; se la equipó deficitariamente, se la despojó de la onda corta, utilizada por decenas de miles de oyentes en todo el mundo, y se la privó progresivamente de su personal, originario mayormente del extranjero, y por ende con la doble riqueza de la multiplicidad cultural, conocedor de la realidad en su país de origen y en su tierra de adopción, Canadá.

De los 6 puestos promedio que tenía tiempo atrás cada equipo de trabajo, se pasó luego a 4, más tarde a 3 y ahora, sólo por unas semanas, a 2.

El mismo medio público que viene de invertir millones y millones de dólares en una sede nueva, aún subutilizada por efecto de la pandemia, decide no mantener un trabajador más por equipo hasta mediados de mayo.

Por ese entonces, cada una de las secciones de lenguas pasará a tener un solo integrante, que traducirá en su idioma textos que hasta hoy nadie sabe quién seleccionará, ni con qué criterio.

Las secciones en inglés y francés, las dos lenguas oficiales del país, desaparecerán.

Las razones para implementar la nueva política anunciada para RCI no son claras. Los responsables niegan toda implicación presupuestaria.

Pero sí son claras las circunstancias en las que estas decisiones son adoptadas y puestas en práctica.

Los cambios se llevan a cabo en medio de una pandemia que ha desmovilizado a las personas, las ha aislado y les ha consumido las fuerzas a lo largo de los meses.

En momentos en que la mayoría de los principales medios, aquí y en el mundo, se plantean cómo diseñar redacciones más diversas e inclusivas, la nueva orientación horada la diversidad, la pluralidad y la inclusión que siempre han sido un distintivo de RCI y que, además, son tres de los valores con los que se identifica al país, desde adentro y desde afuera de sus fronteras.

La sede emblemática en el centro de Montreal fue vendida a un emprendimiento inmobiliario. Foto: iStock.

Las nuevas medidas se adoptan con la que algunos trabajadores vemos como una presencia excesivamente tibia del sindicato, delegando la mayor parte de la tarea en un colega retirado, que ha puesto un empeño admirable y horas interminables de trabajo desde el Comité de Acción en Defensa de RCI.

Se asesta un golpe definitivo a RCI incluso cuando durante varios meses, desde el anuncio de la nueva política, se desplegaron múltiples vías para intentar contactar a los funcionarios del actual gobierno federal, para ponerlo al tanto de la situación y pedirle un gesto que podría cambiar el estado de cosas.

La respuesta, al momento de escribir estas líneas, sigue sin llegar.

Pero contrariamente a lo que se podría suponer, la falta de respuesta oficial asociada a la imagen de una administración dubitativa, especulando con los efectos que cada una de sus decisiones pueda tener en la intención de voto, ante una eventual elección nacional a corto plazo, es sólo una mirada parcial de la realidad.

La nueva sede se erigió a un costo multimillonario.

El propio gobierno impulsa una iniciativa para reformar la ley de radiodifusión vigente, y el ministerio del Patrimonio, que debería velar por los intereses de RCI, excluye del proyecto actual la cláusula que obliga a CBC/Radio-Canada a ofrecer un servicio orientado hacia el público en el extranjero, como condición “sine qua non” para mantener su licencia.

La aprobación del cambio en la norma significará el tiro de gracia para Radio Canadá Internacional.

Siempre es triste ver desaparecer un medio de comunicación… Pero más triste es aún ver que eso ocurra en medio del silencio de quienes deberían expresar a gritos su oposición a tal situación.

Para más información:

Consulte la página del Comité de Acción por RCI.
Denuncian «fallida» transformación de RCI / Postergan cambios por 2 semanas.
Nuevos recortes en Radio Canadá Internacional.

Categorías: Política
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