Armenia destacó este viernes el centenario del genocidio en el cual miles de armenios murieron en manos de los turcos del Imperio Otomano.
“El reconocimiento del genocidio no es el homenaje que ofrece el mundo al pueblo armenio y nuestros mártires. El reconocimiento del genocidio es el triunfo de la conciencia humana y de la justicia frente a la intolerancia y el odio”, dijo en su discurso el presidente armenio, Serge Sarkissian.
Cien años tras las masacres que provocaron la muerte a un millón quinientas mil personas de la comunidad armenia, calificar este hecho como genocidio sigue siendo objeto de enfrentamientos entre Turquía, que rechaza el término, y el resto de los países, con Armenia al frente, para los cuales esas masacres constituyen el primer genocidio del siglo XX.
Turquía admite que un gran número de cristianos armenios murieron en enfrentamientos que se desencadenaron en abril de 1915, pero rechaza haber provocado la muerte a miles de personas.
Varias delegaciones asistieron a esta ceremonia, organizada el viernes en Ereván, la capital de Armenia, en presencia de François Hollande, presidente de Francia, de Vladimir Poutine, mandatario ruso, y sus homólogos chipriota y serbio.
Si bien el Parlamento Europeo, Francia y otros países, entre ellos el Vaticano, comparten la posición de Armenia, otros como Estados Unidos, prefieren no hablar de genocidio.
Tras las declaraciones del Papa Francisco – quien se convirtió en el primer jefe de la iglesia católica en emplear el término genocidio públicamente el 12 de abril -, el voto que sucedió esas declaraciones en el Parlamento Europeo para adoptar una resolución que calificaba igualmente de genocidio la masacre de armenios, tras todos estos gestos, el presidente turco Tayyip Recep Erdogan dijo que era “imposible empañar la imagen” de Turquía.
El jueves, el presidente alemán, Joachim Gauck, utilizó también el término “genocidio”, el cual, por largo tiempo, fue rechazado por el gobierno de ese país. Además, él evocó igualmente una “corresponsabilidad”, incluso una “complicidad” de Alemania en esas masacres.
Conmemoración en Ottawa
Una marcha nacional fue organizada, este viernes, al mediodía en la colina del Parlamento, en Ottawa, capital canadiense.
Varios políticos deben tomar la palabra, entre ellos el ministro de la Defensa Jason Kenney. Una corona de flores será depositada al pie de la llama eterna.
El evento, que prevé la participación de unas 5000 personas, llegará hasta la embajada de Turquía.
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