El ex primer ministro de Quebec, Jacques Parizeau murió anoche rodeado por su familia, a los 84 años de edad. Su muerte provocó excepcionalmente la suspensión de los trabajos este martes en la Asamblea nacional de Quebec, para que los jefes de los distintos partidos puedan rendirle homenaje. Se trata de un acontecimiento excepcional, que ocurrió anteriormente a la muerte de René Lévesque, fundador del soberanista Partido Quebequense y ex Primer ministro de la provincia y del también ex primer ministro liberal, Robert Bourassa.
Jacques Parizeau es reconocido como uno de los principales “artesanos” del Quebec moderno. Asociado al proceso de modernización y secularización de la provincia francófona de Canadá, también conocido como la Revolución Tranquila, en la década de los 60, el “señor” Parizeau, como lo llamaba todo el mundo, se convirtió después en una las principales figuras del movimiento soberanista de la provincia de Quebec.
Fue durante esa década que Jacques Parizeau participó en realizaciones de gran envergadura, asociadas de hecho a la Revolución Tranquila, tales como la nacionalización de las compañías de electricidad; la creación la Caja de Ahorro e Inversiones de Quebec y del Régimen de Rentas de Quebec, un programa seguro público y obligatorio para los trabajadores mayores de 18 años que les garantiza una pensión de jubilación.
En 1969 adhirió oficialmente al Partido Quebequense por convicción, explicando que no puede haber dos gobiernos fuertes en el mismo país. A partir de ese momento y hasta su muerte, la independencia de la provincia de Quebec quedará en el centro de su acción política. Jacques Parizeau fue ministro de Finanzas durante el gobierno de René Lévesque de noviembre 1976 a noviembre 1984. Renunció a su cargo y se retiró de la vida política en 1984, en repudio del “bello riesgo” de René Lévesque, que es según él, una tentativa de reordenación política de las relaciones Quebec-Canadá en el seno de la federación canadiense.
En 1988 sucedió a Pierre-Marc Johnson a la cabeza del Partido Quebequense. En las elecciones de 1989, el partido se encuentra relegado a la oposición, pero el deterioro de la economía quebequense y de las relaciones con el gobierno central, los fracasos de los acuerdos constitucionales del Lago Meech en 1987 y de Charlottetown en 1992 favorecieron su llegada al poder en 1994.
Tal como lo había prometido, Jacques Parizeau realizó el segundo referendo sobre la independencia de Quebec el 30 de octubre de 1995, que perdió por un estrecho margen. Esa noche, fue marcada por la victoria del NO y por su controvertida declaración. “Fuimos derrotados por el dinero y por el voto étnico, esencialmente”.
Jacques Parizeau renunció a su cargo, después de haber estado en el poder 1 año, 4 meses y 2 días, pero siguió siempre haciendo la promoción de la soberanía de Quebec. Fiel a él mismo, en septiembre 2014, en uno de sus últimos grandes discursos sobre la situación en Quebec, Jacques Parizeau denunció la vaguedad referendaria y la “deriva” del Partido Quebequense. Él afirmó que los soberanistas quebequenses se encuentran frente a un “campo en ruinas” y que el debate sobre la fecha de un eventual referéndum que alimenta las conversaciones es “ridículo”.
EscuchePablo Gómez Barrios conversó sobre el legado que deja Jacques Parizeau con el chileno-canadiense Marcelo Solervicens, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Quebec en Montreal, UQÀM, ex Secretario general de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias durante 10 años y veterano analista de la escena política quebequense, canadiense e internacional.
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