Las fuerzas egipcias dispararon por error contra un convoy de turistas de nacionalidad mexicana y egipcia anoche en Wahat, el desierto occidental del país, dejando un saldo de 12 muertos y 10 heridos.
El grupo se dirigía hacia uno de los oasis más visitados por los extranjeros cuando “una unidad mixta de la policía y el ejército que perseguía a terroristas en el desierto occidental disparó accidentalmente contra los 4 vehículos que transportaban a turistas mexicanos”, indicó el ministerio egipcio del Interior.
Desde las 21 horas de anoche, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto publicó en su cuenta Tuiter “México condena estos hechos en contra de nuestros ciudadanos y ha exigido al gobierno de Egipto una exhaustiva investigación de lo ocurrido”. El presidente Peña Nieto pidió también que se esclarezca este “trágico incidente” que mató a por lo menos 2 mexicanos, informa el ministerio mexicano de Relaciones Exteriores.
Una región hermosa pero peligrosa
Un poco antes durante el día de ayer, yihadistas del grupo armado Estado Islámico había emitido un comunicado en el que decían haber repelido una ofensiva de las fuerzas gubernamentales en el desierto occidental.
Las autoridades egipcias aseguran que el convoy se encontraba en una zona prohibida a los turistas y que sus guías no advirtieron a las autoridades de su viaje. Varios gobiernos occidentales, entre los que se encuentra el de Canadá, desaconsejan los viajes en esa región.
En el mes de julio pasado, un joven croata que trabajaba para una compañía francesa fue secuestrado a la entrada del desierto occidental, cerca de El Cairo, y el Estado Islámico declaró haberlo decapitado en agosto. Un año antes, el mismo grupo había reivindicado el asesinato de un estadounidense en la misma zona.
En esa región de Egipto se realizan viajes turísticos para visitar los oasis, pero en los últimos años se limitó el itinerario por motivos de seguridad, además de que la cercanía a la frontera con Libia ha facilitado el tráfico de armas sin que las autoridades egipcias hayan podido controlar este territorio desértico, donde a menudo se llevan a cabo ataques.
Y aunque esta región haya sido el blanco de ataques, igual ha sido menos golpeada que otras por el levantamiento islámico que siguió al derrocamiento del presidente Mohamed Morsi, miembro de los Hermanos Musulmanes, en julio de 2013. La violencia que se desató después ha golpeado generalmente la península del Sinaí, en el este del país.
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